Un Amor Convertido En Estrella

6

Después del ataque de pánico de Aria el cual Theo presenció, la pelinegra no lo ha hablado aunque su amigo y manager le pidieron que les contara lo que pasaba. Ella no quería abrirse y ellos lo sabían, para distraerse la chica se preparó para ir a la empresa. Asistió a las clases de baile donde estuvo en un grupo diferente debido a que las otras personas se sentían incomodas por la belleza y la manera tan hermosa que Rose bailaba. Era como una reina de hielo distante e inalcanzable para las demás. En las clases de canto sucedió lo mismo , el profesor no sabía que enseñarle porque solo la entonación de la chica resultaba hermosa. Al terminar todas las practicas pendientes va hacia la sala de composición, antes de abrir la puerta toma una gran bocanada de aire y con el poco valor que tiene la abre, dando entrada a sus recuerdos.

—Esté es el cuarto donde hago magia —Dijo June mientras le abría la puerta a Aria y se hacía a un lado para que esta entrase.

La joven de 17 años entro a la sala y vio todo el equipo, el teclado y muchos botones los cuales en ese momento no entendía para que funcionaban. Escucha como la puerta es cerrada a sus espaldas y June se coloca al frente de ella con una sonrisa.

—Ven, siéntate que aquí compondremos tu primera canción para tu debut solitario —Le indica tomándola de la mano y sentándola frente a los equipos.

— ¿Participare? —Preguntó sorprendida.

—¡Claro! Si cantaras algo, debe tener tu esencia —Explico el chico—Se que has pasado por cosas malas desde tu antiguo debut, pero te ayudaré para que con tu regreso todo salga como quieras y seas feliz con tu carrera musical.

El corazón de Aria dio un brinco al escuchar eso por parte del mayor, aunque June ya era famoso el siempre ayudaba a Aria. Por eso a la chica le fue difícil no enamorarse de él.

—Te haces la cold girl, pero tienes un corazón frágil —Susurra el pelinegro limpiando una lagrima que resbalo por la mejilla de la chica.

Aria niega, recordó uno de los momentos donde se había dado cuenta que amaba a June y no solo como un tutor.

—Antes lloraba solo frente a ti, ahora lloro en todo momento —Dice para si misma.

Se sienta en la silla frente a los equipos y espera que por arte de magia le llegue una base para componer, alguna melodía que quieras plasmar pero nada. Su mente se encuentra vacía al intentar realizar su primera canción de regreso.

—Aria, es hora de que vayas a casa —Escucha una voz que la distrae.

La chica ve la hora en su celular, han pasado horas y ni una nota se le cruzo por la mente en todo ese momento. Quizás mañana tenga más suerte y pueda componer algo.

Pero al día siguiente tampoco pudo pensar en nada, tocaba el teclado, colocaba pistas y demás pero su mente se encontraba vacía. Pasaban los días y aún seguía así, Aria pensaba que si no lograba componer aunque sea la mitad de una canción, pediría cancelar la reunión con Revengers ya que tampoco podría escribirle a ellos.

Llego el sábado y en vez de quedarse a descansar en el apartamento decidió ir a seguir intentando, de igual manera prefería estar en aquella sala antes de en el apartamento que le recuerda a June. Vuelve a sentarse en la silla y da vueltas esperando la inspiración que no llegaba.

—June ¿Qué harías en un momento así? —Preguntó en voz alta.

—¿En qué tanto piensas? —Cuestionó la joven Aria a June.

—Quiero escribir una canción sobre lo que siento en estos momentos pero no se me ocurre nada —Se queja el mayor.

La pelinegra contiene la risa, pues el chico mantiene un lapiz entre su labio superior y su nariz mientras piensa con concentración.