"..."
Mis piernas temblando están, mis ojos cada vez más irritados se vuelven por mi sollozo y es que por más que intento, no para; el llanto comenzó sin intención de detenerse, me he cubierto la boca con mis manos para evitar soltar los quejidos que mi corazón quiere compartir con el exterior, mi vista nublada está ya, pero claramente puedo ver mis intenciones de no poder continuar más... -"Ya estoy viendo a mi madre aceptando al siguiente barón o mercader alpha para dar mi mano"-
Debo tomar las últimas de mis fuerzas y ser valiente, lo dije y lo sostengo, no soy para nadie más que no sea mi amado Ethan.
Recargo mis manos sobre el barandal de piedra, que se encuentra tan frío como mis labios desde aquel adiós y con un ligero impulso consigo que mis piernas suban, ya me encuentro sentado justo sobre el filo de ese abismo y por inercia mi corazón late tanto como sí quisiera demostrar que aún puede vivir por los dos.
Inhalo tan fuerte como mis pulmones me lo permiten, procedo a cerrar mis ojos y en mi mente llega la noche más mágica que tuvimos, esa donde en el baile de máscaras en el palacio de Diamante, tomaste mi mano e invitaste a formar parte del baile... -"¡Ah! Lo que daría por verte una última vez en ese traje azul aterciopelado, de finas costuras de plata, resaltando tu piel de bronceado color y tus brillantes ojos cafés cual tronco de roble bien crecido..."- Una vez más abro mis ojos y aunque mis parpados pesan consigo que mi vista se enfoque en el cielo una vez más.
~Ethan, sí no es en esta vida, espero verte una vez más en la siguiente.~
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Fragancia de un amor a ciegas
RandomUn alpha separado de su omega por una terrible guerra, decide que su amado ha esperado lo suficiente y que es hora de dejarlo libre. La tristeza de Raziel al recibir una carta, hace que nuble su cordura y decida terminar con sus días... solo que el...
