¿Estrellita Donde Estas?

Capitulo 3

- Hola – murmuro Estrella con una risita nerviosa mientras dejaba entreabierta la puerta del pasadizo para que Mario no saliera y escuchase que hablaba con alguien.- ¿Qué haces aquí?

- ¿no tendría que preguntarle eso yo a usted?- pregunto Jonathan con el ceño fruncido tratando de ver si alguien se encontraba atrás de aquella puerta pero la oscuridad invadía aquel lugar. Suelta una pequeña risa al ver el nerviosismo e incomodidad de la chica decidiendo que lo dejaría pasar por alto.- voy a buscar algo para comer ¿me acompañas?

- Si – murmuro casi en un micro infarto haciendo que su respiración se relajara y empezando a caminar casi corriendo a la cocina llevando al chico del brazo.- ¿Quieres que te preparen algo en particular?- pregunta al entrar a la cocina tratando de no mencionar que la acababa de ver salir de una pared y evitar sus preguntas.

- No, me haré un sándwich y un poco de té de hierbas, ¿estas ocupada? Me he desocupado y quería pasar un poco de tiempo contigo

- Sí, estoy con madre terminando unos asuntos, apenas termine iré a buscarte – dijo la chica mientras terminaba de armarle el sándwich al chico y entregándoselo en la isla donde se había sentado. El ruido de la tetera rompiendo hervor la despabiló y le sirvió él te de hierbas mientras ella se servía un poco de agua para tomar.- iré con mamá, más rápido vuelvo más rápido terminare –murmura sonriendo para salir de la cocina con su vaso de agua. Casi era descubiertas y agradecía que había sido solo Jonathan y no algún empleado o peor aún, su madre. Suelta un pequeño suspiro entrando nuevamente a la habitación donde se encontraba su madre para sentarse junto a ella y releer unos contratos que le había pasado.

Una hora más tarde se encontraba cenando junto a Jonathan mientras hablaban sobre ellos y lo que había pasado en aquel tiempo. Jonathan al volver a casa se encontró con un Manek de luto a causa de la muerte de su madre y un padre débil. Todos aquellos años se había estado preparando, exigiendo y logrando salir de todo aquel mundo lleno de guerra, temor y sobretodo tristeza. Ahora se encontraba en proyectos de salir adelante junto a su pueblo y volver a ser lo que eran antes de aquella guerra. Ella por otra parte había crecido en tranquilidad y armonía, el haber pedido a su padre y tiempo seguido a su mejor amigo había sido algo casi traumático para ella pero con el tiempo comprendió que él tenía que volver a Manek y que su padre había fallecido por algo que estaba fuera de su alcance y que ella no podía haber evitado que pasara. También le conto sobre sus logros actuales, lo que estaba haciendo por su gente y como había logrado la liberación de cientos de personas ante de la esclavitud y sacar de la pobreza a su gran mayoría, su mayor lema era el querer que la gente se encontrara con buen estado económico, sea feliz y sobre todo se encontrara con estabilidad emocional, lo cual a ella le costó encontrar. Evito hablar sobre Mario, sabía que a pesar de que él era su persona no conocía como iba a actuar ante su relación ilegal con el guardia real, alguien que muchos consideran que no tiene lo necesario para tenerla pero eso era porque no lo conocían. Luego de la campaña a Bulhaga donde por su terqueza y presión Estrella decidiera que era momento de escapar por unas horas, fue suficiente para acercarla al chico el cual era responsable de su salud, no solo la había encontrado sino que también la había ayudado a estar en paz por unas horas y sentirse en paz, cosa que no había sentido desde hacía tiempo.

- Así que pronto quiero empezar a llevar arlencos a casa, ya es todo habitable para ellos y cerca de casa hay un gran lago para que ellos puedan hacer su habitad allí.

- Eso sería hermoso, los arlencos son animales que curan el alma, limpian el ambiente y sobretodo con sus colores le dan vida al lugar.- asiente Estrella mientras terminaba de comer y tomaba un poco de vino.- iré a acostarme, ya es tarde, mañana tengo planeado salir contigo a una nueva aventura –murmuro riendo y dejando un beso en la frente del chico, algo que había sacado de su madre y su forma de demostrar sus sentimientos- descansa.

Estrella estaba un poco abrumada pero el tener a su persona en el mismo techo que el suyo era algo que le alegraba demasiado, se sentía completa y sentía que nada podría arrebatarle aquella felicidad que tenía.

Una vez con el pijama y que su madre pasara a darle las buenas noches Estrella cerró la puerta con llave para luego escuchar como la puerta del pasadizo atrás de la biblioteca se abría, se dio vuelta viendo entrar a Mario por aquella puerta haciendo que una sonrisa de enamorada apareciera en sus labios, acto seguido se acostó en el lado derecho de la cama, la cual era su lugar ya designado, y sentir el cuerpo frio de Mario acostarse a su lado.- Estas helado – murmuro Estrella estremeciéndose y abrazándose a su amor. Este tan solo se dedicó a abrazarla con fuerza y no dejar que se separe de su cuerpo, algo andaba mal y ella lo sabía, tenía 3 años conociéndolo y eran contada las veces que él demostraba inseguridad a su lado.- ¿Qué sucede? – pregunto la chica con preocupación.

- Nada, solo hoy no fue un buen día cariño.- contesto el chico mientras se dejaba atrapar entre los brazos de su amada relajándose y sintiéndose nuevamente protegido.

- Está bien, ven – dijo acomodándose en la cama mientras seguía abrazando al chico y ponía un poco de música para poder relajarlo, tratando de no pensar los miles de escenarios que se cruzaban por su mente. ¿y si los habían descubierto? ¿y si tenía que irse a alguna misión? Sus pensamientos no dejaron de atormentarla y sus ojos se aguaron, a pesar de que trato de ser fuerte y no pensar en nada le fue imposible haciendo que el chico se preocupara por ella lo cual era estúpido ya que se suponía que ella tendría que ser de apoyo aquella noche.

- No te pongas mal mi pequeña Es, prometo que no es nada malo, solo es cansancio.- murmuro con voz ronca el pelirrojo mientras le sonreía de oreja a oreja y llenaba de besos el rostro de la castaña.- te amo ¿Sí?

- Te amo.- susurro Estrella mientras trataba de sonreír con un pequeño puchero en sus labios, escucharlo la había tranquilizado y tan solo se dedicó a mantenerse abrazada a él escuchando su corazón y respiración. En ese momento lo había decidido, iba a contarle a su madre sobre su relación. Quería poder casarse con él, tener sus hijos y demostrarle a todos que era feliz y todo gracias a él.