Capitulo 5

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- Hace 2 años que estoy en una relación con Mario, por favor no me obligues a casar con Jonathan, no lo hagas por favor – murmura sintiendo el nudo en la garganta se formaba nuevamente. Suelto un pequeño suspiro al sentarse al lado de su madre y apoyo su cabeza en su hombro, no podía creer que ya lo sabía, pero lo que más aún le shockeaba era que su madre se inmuto, solo se dedicó a solo abrazarle y consolarla. Tal vez tan mal no estaba a pesar de todo.

Allí se quedó por un rato largo, llorando en los brazos de su madre mientras esta le acariciaba la espalda en un intento de consuelo. Ahí entendió que tan solo le comprendía pero también entendió que su vida no era suya si no de su reino y su felicidad no era suya, era del reino.

- ¿Realmente lo amas?-pregunto su madre la cual aún no podría creer lo que acababa de confesarle su hija y como había dejado todo esto pasara frente a ella. Estrella tan solo asintió sin poder verle a los ojos por la vergüenza que sentía.- Hija tienes que comprender que tienes un deber que cumplir, por eso ha tenido tantos años de estudio especial, hija tu futuro es el reino y lamentablemente ese es nuestro destino, no tenemos el control de nuestras vidas pero podemos tener el control del reino y con eso te tienes que conformar.- murmuro dejando un beso en su frente.- tengo que terminar unos papeles y más tarde pasare a verte.

Dicho lo siguiente su madre se retiró de aquella habitación dejándole el alma destrozada. Aquel día que a pesar de que había sido uno de los más calurosos del mes término siendo uno de los más fríos del año. Aquella noche tampoco había querido recibir visitas y Mario tampoco había ido a visitarle lo cual la puso aún más triste. Lo sucedido se repetía una y otra, y otra vez en su mente. Transcurrieron los días, semanas, iniciaron con los preparativos de su boda que para ella era su funeral. Jonathan había intentado todos los días acercarse un poco más a Estrella pero ella estaba tan perdida en sus pensamientos que no tenía idea en que momento estaban.

Una noche de las tantas en las que no podía dormir decidió salir al balcón de su habitación cubriéndose con un abrigo de piel, realmente quería morir, hacia días tampoco veía a Mario, por más que buscara la respuesta era la misma de todas las personas "está de vacaciones", lo cual sabía que mentían porque él había tomado sus vacaciones hacía ya 4 meses atrás para poder asistir al casamiento de su hermana. Miro la nieve caer sobre ella y miro para arriba para poder sentir aquel frio sobre su rostro pues aun no comprendía como podría nevar si estaban en la ya ansiada primavera. La nieve helaba pero aun así no dolía, ella amaba su pueblo y familia pero aún más amaba a Mario, quería tener sus hijos, quería ser su esposa, soñaba con poder casarse, formar una familia y ser felices en una pequeña casa en las montañas como habían soñado una vez.

- Es ¿Qué haces?- una voz gruesa y preocupada se anunció haciendo que volteara con rapidez para que sus ojos mirasen al hombre por cual lloraba y se desvelaba.

- Mario...-susurro Estrella antes de correr hacia sus brazos y fundirse entre sus brazos, aquellos días sin verle le habían sido una total tortura pero tardo unos minutos en entender que aquellos brazos no eran de su amado pelirrojo y tan solo eran de Jonathan, haciendo que su corazón se achicara aún más, sin poder negarse se quedó allí abrazando al chico, a pesar de todo nada era su culpa y necesitaba el consuelo de su amigo en ese momento.

- Entonces es verdad.- dijo Jonathan con un poco de desilusión en su tono.

Desde su llegada había escuchado rumores acerca del guardia real y la princesa pero todo ese tiempo había decido ignorarlos ya que seguro se trataba de algún chisme iniciado entre la servidumbre, pero no, ahora entendía la actitud de la chica y su recelo ante la propuesta de matrimonio. No era por él, era porque ella pertenecía a otro. Jonathan al ver que la chica seguía entre sus brazos y no se movía decidió cerrar aquella puerta para que dejase de pasar frio ambos, la alzo entre sus brazos y la llevo a la cama para poder abrigarla puesto que él temblaba y ella estaba helada como un hielo pero era algo que parecía no importarle en lo absoluto a Estrella.

¿Estrellita Donde Estas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora