C. 3 PARTE 2 | S.3 Your Heart Is A Muscle

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C. 3 PARTE 2 | S.3 Your Heart Is A Muscle

Despierta luna, pasaremos la noche juntas
eres buena escuchando,
aunque no tengas mucho que decir. ❞

NANA

Cuando era niña solía tener una pequeña radio rosa que obtuve de navidad después de rogar por meses. Incluso cuando era de segunda mano, la amaba tanto que use mis pegatinas favoritas para colocar mi nombre al frente.

"NaNa"

En esta escuchaba el mismo disco una y otra vez. Una y otra vez.

Después de la escuela, corría colina arriba junto con Young aferrado a mi mano, todo para llegar a casa y así sentarnos en mi habitación a escuchar el programa de radio de las 2:30. Amaba esa radio. Amaba cada una de las pegatinas en esta. El sticker de perrito y el de osito. La mancha amarilla del aza y la manera en la que a el disco siempre se repetía graciosamente en la misma canción; la número 8.

Un día, después de que mamá tomara algunas pastillas y Young no dejara de llorar, tome la radio y a mi hermano y subimos a la terraza de la casa en la que vivíamos. Mamá odiaba que subiéramos. Temía que nos lastimáramos o encontráramos las colillas de los cigarrillos que fumaba ahí en secreto.

Pero igualmente subí y colocando la radio al borde de las escaleras, reproduje la canción favorita de Young. Una canción vieja cuyo nombre ya no recuerdo.

Cante y baile para él hasta que su pequeña e inocente cerebro olvido la reprimenda que mi madre le había dado al llegar de la escuela por olvidar su cuaderno en la escuela.

Aunque no tuve la misma suerte cuando dos horas después de estar jugando y cantando, escuché el llamado de mi madre. Aterrada de que nos hallara ahí y la culpa cayera en mí, tome la radio y corri escaleras abajo junto a mi hermano.

Tan de prisa y tan asustada que termine cayendo en los últimos escalones y la radio se rompió. Por alguna razón, aun puedo recordar el sonido que hizo al estrellarse contra el suelo. Apenas recuerdo el dolor de mi rodilla lastimada, pero recuerdo el sonido de mi radio al romperse. 

Se destrozo y ya no funciono más. Ahora solo era un montón de plástico y piezas que habían perdido su función. Incluso la esticker de oso se desprendió y se perdio.

No estuve muy segura si esa noche lloré más por el castigo de mi madre o la radio. Tuve la sensación de que dolió igual. Porque ahora había perdido lo único que me emocionaba al llegar a casa.

Mamá me dijo algo esa noche, después de que llevara la radio al cubo de reciclaje para que se lo llevaran. Y yo le preguntara por una nueva radio.

"¿Por qué debería hacer eso? Tu lo rompiste, así que tu eres la única respónsale"

Tenía seis y a decir verdad no sabía del todo que era "ser responsable". Mamá era responsable del almuerzo de Young y de recogerlo del jardín, pero era yo quien lo hacía.

Así que el significado exacto de responsabilidad, estaba un tanto difuso en mi pequeña mente. Conocía el significado literal porque nos lo había enseñado en clase la profesora Mel, pero no sabía en práctica lo que era realmente.

Hasta ese día; porque mis acciones tuvieron una consecuencia. Fui yo la que subió a la terraza, yo fui yo quien hizo que mi radio favorita se rompiera. Yo cause el caos. Era mi responsabilidad.

Fue la primera vez que me sentí tonta por llorar. Molesta conmigo mismo. Porque si no hubiera llevado mi radio favorita a la azotea, aun la tendría. No estaría rota y podría haber estado escuchando la música que me gustaba.

Dream Glow; 𝑳𝒊𝒈𝒉𝒕𝒔 𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora