C.6 PARTE III | 2 Much

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C.6 PARTE III | 2 Much

Digo 'te amo' en voz baja
más veces de las que podrías creer.
Escuchar tu nombre es muisca para mis oídos
Tu cabeza descansa sobre mi pecho
el sol a salido, pero aun no he dormido;
No quiero cerrar los ojos,
tengo miedo de extrañarte demasiado.

NANA

El silencio se fundía en el interior de la camioneta mientras esta se movía a través de la ciudad de noche. El ronroneo del motor, el zumbido de las llantas girando y el leve golpeteo que que daba Seung detrás del volante.

Mordisqueando el interior de mi mejilla, mire de reojo a Do Hwan, sentado a unos metros de mi. No habíamos hablado demasiado desde que abandonamos la suite del hotel, después de que le hablara del teléfono, lo que este implicaba y lo que contenía, sin olvidar del como es que este de alguna forma –que ahora me parecía tonta y me irritaba recordar- había terminado en manos de Jay.

Do Hwan no había dicho mucho mientras me escuchaba, solo se limito tomar mi mano, asentir y hacer algunas preguntas, entonces con una tranquilidad que me inquieto, sonrió afirmo con la cabeza, y me pregunto si estaba lista para marcharnos.

Me tomo unos segundos en completo silencio, casi consternada y confundida para susurrar un corto 'si'.

Una parte de mi había esperado una gran pelea o al menos un reclamo, incluso si sabía que Do Hwan no era esa clase de persona, lo esperaba y mi cabeza tenía una larga lista de argumentos para aquella pelea que no sucedió.  

Sin embargo, mi estomago aun estaba algo tenso y de manera silenciosa buscaba cualquier señal que me indicara que Do Hwan estaba enojado o incomodo con el hecho de que siquiera Jay hubiese salido en la conversación de esta noche.

Contiendo el aliento, lo vi buscar su teléfono en el interior del saco, teclear algunas cosas con el ceño fruncido y volver a guardarlo.

Tenía que hacer algo o decir...

De pronto, mis pensamientos se cortaron cuando Do Hwan tomo mi mano. Sin darme cuenta había comenzado a morder el increíble manicure que había hecho el equipo de Chanel para mi esa mañana. Parpadeé aturdida y seguí el movimiento de sus dedos largos al entrelazarse con los míos; evitando que continuara haciéndome daño.

Entonces, lo mire a él.

Do Hwan me sonrió, algo pequeño, flojo.

No su sonrisa amplia y energética de siempre en el que sus ojos lucen adorables como un gatito. Mi estomago se revolvió ¿Culpa? ¿Tristeza? ¿Agobio? Era una combinación bien conocida y el hecho de haber bebido tanto esa noche y solo haber tomado un par de canapés no ayudaba, solo maximizaba mis sentimientos de autodesprecio.

—¿Estás molesto conmigo? —susurre apenas audible. El nudo en mi garganta era terrible.

Hwan elevo las cejas y llevo mi mano a su regazo para envolverla por completo con su otra mano. Su piel estaba cálida como siempre, caliente y un poco rugosa.

—No. —rio perezosamente.

Inquita, me deslicé por el asiento. Mi brazo lo rodeo por el pecho.

—Si hice algo que te molestara dímelo, por favor. Lo lamento.

Me miro sin decir nada por unos instantes. Sus ojos recorrieron mi rostro como si leyera cada una de mis expresiones.

Sus cejas se juntaron un poco al hacer un mohín y entonces, una de sus manos descubrió la mía para llevar un mechón de mi cabello rubio atrás.

Dream Glow; 𝑳𝒊𝒈𝒉𝒕𝒔 𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora