Yo.... Eh pasado por mucho, me e rendido cuando podía ganar y e ganado cuando me pude haber rendido, pero al final... Siempre llegó a la misma conclusión... ¿Qué cual es?.
Que no hay meta que no pueda alcanzar, maratón que pueda ganar y montaña que...
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Una Alicia cansada y con sudor apareció presenciando el momento justo donde los jóvenes empiezan a abrazarse y llorar de felicidad, y ella los mira sin entender lo que pasaba, no sabía qué entre esa montaña de siervos estaba una vieja amiga que extraño tras su partida.
Rompió el momento emotivo preguntado por dicha escena, pues nadie se le había acercado a darle respuestas.
- Ahhhh... ¿qué está pasando?, ¿de qué me perdí? -unas cuantas risas se soltaron tras sus pregunta, los chicos se levantaron separándose con la intención de explicarle a la mujer, pero su mirada en vez de posarse en los chicos se dirigió a su primogénito que estaba escondido detrás de su amiga esperando que su madre no lo viera, y su cara cambio de extra confundida a molesta, se acercó a el y le jaló del brazo alejando lo de Adara y luego pelliscarle el brazo, este soltó un quejido mientras los demás se reían.
- ¡Cómo se te ocurre llegar tarde nuestra propia fiesta de bienvenida!, Ya estás bien grandesito como para que ande al pendiente de ti todo el tiempo, espero que tengas una Muy buena excusa -regaño sin remordimiento de la vergüenza que le está causando a su hijo, aunque, realmente, se lo merecía.
Antes de que Félix pudiera contestar Alison se separó de el grupo de chicos que la rodeaba y se acercó a Félix y su madre, sintiendo la misma sensación que tuvo cuando vio a Félix en la universidad, como si ya la hubiera visto antes.
- Disculpe, fue mi culpa que Félix no llegara a la hora adecuada, me había caído en mi bicicleta por la lluvia y el quería ayudarme, la verdad fue una graciosa coincidencia que al final los dos íbamos al mismo lugar -explico Alison con una sonrisa nerviosa, no sabía cuál seria la reacción de la madre de Félix, pero esperaba que fuera positiva, de otro modo terminaría con el brazo igual que Félix.
Por otra parte, Alicia -la madre de Félix- estaba estática viendo a Alison, pues sin importar cuanto hubiera crecido, seguía tenido el mismo parecido a esa pequeña niña que cuido tanto hace muchos años.
- ¿pequeña Ali? -soltó el brazo de su hijo mirando con asombro a Alison cubriendo su boca con sus manos. La sorpresa de Félix y Alison eran muy notorias.
Algo hizo click en la mente de Alison de forma inmediata.
Sólo una persona me decía así...
Alison entre-abrió los labios sin soltar ninguna palabra, no lo podía creer, los demás miraban intrigados la escena sin saber que estaba pasando, menos claro el grupo de amigos de Alison, algunos viejos integrantes de la iglesia, y sorprendente... Félix, quien miraba todo expectante.
- ¿Se... Señora Alicia? -logró pronunciar, tenía que confirmar su teoría.
No espero una respuesta verbal, inmediatamente la señora Alicia se apartó del lado de su hijo y camino hacia Alison para darle un fuerte y nostálgico abrazo que la joven correspondió.