Yo.... Eh pasado por mucho, me e rendido cuando podía ganar y e ganado cuando me pude haber rendido, pero al final... Siempre llegó a la misma conclusión... ¿Qué cual es?.
Que no hay meta que no pueda alcanzar, maratón que pueda ganar y montaña que...
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Al iniciar la clase lo único que pedía era que no se dieran cuenta de mi presencia, eso era lo único que pedía, ¿y que paso?, ¡ese profesor me pidió que le diera la respuesta de un ejercicio y todos al instante me miraron como si tuviera una cucaracha en la cara!.
Yo le respondí con la respuesta correcta y el siguió con su clase, pero me percaté de que me miraba la persona que había visto antes, no sabía si incomodarme o intrigarme de el echo de que al parecer el si sabía de donde nos conocíamos, me frustraba mucho tener esa sensación familiar al verlo y no poder recordar de donde viene, pero se que eso esos azules ya los había visto antes...
después el profesor pidió nuestros nombres y apellidos, todos decían el suyo según por el orden en donde están sentados, cuando me tocó decir el mío algunos de mis compañeros me voltearon a ver raramente sorprendidos -incluso el profesor- al escuchar mi apellido otros sólo estaban igual o más confundido que yo por la sorpresa de los demás, no se porque si para mi es un apellido de lo más normal, deje de prestarle atención y seguí con lo mío por el resto de la clase, pasaron las materias y siguieron mirando me de la misma manera.
IgnoralosAlison.
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Al fin llegó el descanso y dos personas que no sabia quienes rayos eran se sentaron conmigo en una mesa que la verdad yo esperaba ocupar sola, al final me picó la curiosidad y les pregunte;
- Oigan, ¿por qué se sientan conmigo?, Nisiquiera me conocen y no hemos hablado ni una sola vez en toda la mañana -les cuestione con mucha curiosidad, ellos se miraron entre si como pidiendo se permiso mutuamente para contarme.
Uno de ellos suspiro y me miro.
- Nuestros padres una vez nos contaron que conocieron a un joven estudiante de aquí, que tenía una de las mejores personalidades que pudieran conocer, era muy alegre y siempre estaba dispuesto a ayudar, nunca tuvo problemas con nadie, todos lo veían como un modelo a seguir, era una de esas personas que irradian confianza y felicidad con sólo estar cerca tuyo y hasta era contagioso, según ellos -me volteó a mirar y prosiguió con la historia- ese joven era cristiano -expresé un; "¿ajá?" Con un ademán con mis manos para que prosiguiera- y su nombre era José Cooper -dijo sin más rodeos, en ese momento mis ojos se abrieron como platos por la imprecisión de escuchar ese nombre.
Ese era mi padre...
De repente mis ojos se cristalizado pero trate de disimularlo mirando a otro lado.
- El punto es que, aunque pudiera ser sólo una coincidencia, pensamos que por el apellido que tienes podrías ser su hija, pero no lo podemos comprobar con sólo eso, así que queremos que tu nos lo confirmes, ¿eres su hija? -pregunto la chica a su lado llendo directo al punto.
- Pues... Aunque me parece una pésima manera de saber si una persona es hijo de tal persona, está vez acertaron, yo soy Alison Cooper, hija de José Cooper mucho gusto -le entendí mi mano y el me la estrecho.