El deseo de llamarle

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Capitulo 26

Ya había pasado tres meses desde la ruptura con Yahir y poco a poco iba mejorando, no voy a negar que lo extraño mucho, he tenido ganas de llamarle y pedirle perdón, pero sé que así no se pide una disculpa.

Ahora mismo estaba muy emocionada por que los jóvenes planearon un viaje, nada más y nada menos que a Galápagos, las maravillosas Islas del Ecuador, no íbamos por un mes, así que eso me emocionaba mucho.

Para mi tranquilidad, ya había terminado mi semestre así que merezco esas vacaciones.

—Bueno chicos por favor mañana les esperamos 5 de la mañana, por favor no lleguen tarde y traigan todo lo necesario para este viaje—Michel nos estaba dando unas indicaciones, era viernes por la noche y todos los jóvenes estábamos ahí reunidos.

—Si chicos, por favor sean puntuales, que el autobús está aquí a esa hora—menciono Ivan.

—¡Sii! —contestamos todos muy animados.

—Bueno chicos los veo mañana—me despedí de todos los jóvenes que estaba en la iglesia.

Llegue a mi casa y lo primero que hice fue mi maleta, si deje todo para el ultimo.

  Que mala costumbre.

Metí todo lo necesario para sobrevivir un mes lejos de mi casa, llevé mi ropa de verano, algunos abrigos por si hacia frio, trajes de baño, Maquillaje, mis cremitas, dinero, audífonos y golosinas.

  Eso nunca debe faltar en un viaje.

Muy de acuerdo contigo.

—¿Cariño ya alistaste todo? —pregunto mamá entrando a mi habitación.

—Si mami, no te preocupes tengo todo.

—A ver, déjame revisar—y se puso a revisar todo o que llevaba.

—Te estas olvidando tu almohada favorita.

—Tienes razón mami, gracias—enseguida la metí en mi maleta, tenía una almohada favorita y era con la única que podía dormir.

  Si es rara esta chica.

Tú también lo eres.

—Bueno hijita, por favor pórtate bien y cuídate mucho.

—Si mami, tranquila.

—Te quiero cielito, ahora a dormir que si no vas a llegar tarde mañana. y ya sabes...—le corte.

—Que no te gusta que llegue tarde, lo se mami.

—Esa es mi chica, bueno hasta mañana cielito.

—Hasta mañana mami—le di un beso en la mejilla y me dormí.

Mi alarma sonó como a las 4 de la madrugada, tenia mucho sueño, no me quería levantar.

Pero me tocaba así que poco a poco fui despertando, mi madre ya estaba despierta haciéndome el desayuno.

—Buenos días mami.

—Buenos días cariño, papá quiere hablar contigo.

Fui directo a la habitación de mi padre

—Buenos días papá—lo salude.

—Hola hija, ven siéntate—me senté a su lado mirándolo con curiosidad, la relación con mi padre había mejorado mucho, aunque seguía siendo sobreprotector.

—¿Qué paso? —pregunte.

—Por favor cuídate mucho, toma dinero extra por si pasa algo en el viaje y si tienes algún problema no dudes en llamarnos a la hora que sea—sonreí, tan feliz por lo que había dicho, papá no era muy cariñoso conmigo, pero que lindo era escuchar esas palabras.

Somos todo lo que sentimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora