Para ir a la selva, había que rodear la zona de la piscina, llegar hasta el pueblo vecino , que estaba a unos 15 minutos andando, y llegar al fondo del pueblo, donde había una verja, después de cruzarla, te encontrabas en la selva.
Los cinco niños pasaron inadvertidos, eso fue un gran logro, ya que Juanjo era muy torpe. Pablo se mostró amable durante todo el camino. Iba el primero, acompañado de Valeria, y la ayudaba en todo momento a pasar troncos y piedras. Esto a Valentina le pareció una estupidez, ya que ella podía pasarlos sola perfectamente, y se lo demostró en cada momento. Pero no dejaba de pensar que era muy dulce por su parte intentar ayudarla.
En la selva, se mantuvieron todo el rato por un sendero que les llevaría a la entrada de la cueva, pero hubo un momento en el que se encontraron con un río bastante caudaloso, causado por las fuertes tormentas que habían sucedido en los días anteriores. Miraron al cielo, todavía quedaban algunas nubes en él.
Ya quedaba menos para llegar a la cueva.
