De camino a la cueva empezó a llover y tuvieron que irse corriendo a la boca de la cueva. Una vez allí, la lluvia se convirtió en tormenta.
¿Entramos?-dijo Javi
No se yo, imagínate que no salimos- dijo Juanjo
Eso es verdad- dijo Valeria
Creo que lo mejor es que entremos, aunque solo sea entrar hasta un determinado punto y ya está - apuntó Yara- ¿tu que opinas Pablo?
No se, lo que os parezca bien, no soy de esos a los que les gusta estar todo el rato metidos en peleas, prefiero ser, no se como describirlo, más bien light -dijo Pablo
Oh es como yo, es que estamos destinados. No se, su personalidad me encanta. Es valiente ,guapo, amable... Puedo mirarle durante 2 horas y no encontrar ningún defecto, mientras que puedo mirarle un minuto y encontrar mil millones de cosas que me encantan de él. ¡Es perfecto! Haría cualquier cosa por gustarle, ojalá algún día le guste, aunque, se que eso es imposible, a veces pierdo los nervios y me comporto de una manera rara. Espero que no me de ningún ataque y que no vea esa parte de mi, esa parte que desearía eliminar- pensó Valentina.
Bueno, mejor que entremos, esta cayendo una buena-dijo Juanjo
Si mejor, venga vamos - dijo Yara
Entraron en la cueva, y en el reloj que había traído Valentina vieron que ya eran las dos, el tiempo se les pasaba despacio. Se entretuvieron jugando a las cartas que había traído Pablo, siempre tan previsor.
