Empatía
Estaba en la cima de una montaña,
admirando la vestimenta de la naturaleza,
sentada sobre una linda roca
sintiendo el concierto más tranquilo de la vida.
La niña de ojos tristes se acercó a mí,
me abrazo con gran afecto
aunque yo no entendía sus lamentos
porque el sol robó mis sentimientos.
Una estrella fugaz que pasó esa noche
me obsequió un lindo deseo,
salir de mí misma por un momento
y comenzar a entender cada sentimiento.
La estrella cumplió mi deseo
y en es mismo instante mis manos estaban sobre mi rostro,
secando las lágrimas de mis ojos que no podían parar
mientras sentía una fuerte sensación en el pecho.
Conocí por primera vez a la empatía
y muy decidida abracé a la niña de ojos tristes
con mucha fuerza y ternura
porque al fin entendía lo que sentía.
ESTÁS LEYENDO
Las 27 rosas perdidas
PoesíaDéjame contarte lo que es la vida a través de la poesía... A veces con llantos y problemas, pero otras con una chispa de dicha...