Summary: Adrien es un ladrón de arte que piensa que su última tarea será el atraco de su vida.
Sin embargo, en lugar de una pintura, de alguna manera se encontró en posesión de una pintora llamada Marinette Dupain-Cheng.
Portada hecha por: @KatuSeg...
—¿Por qué comprar cuando puedes robar?— Adrien dijo. —Deberías considerarte afortunada de que no terminamos en el apartamento de un chico. Ahora cámbiate.
El corazón de Adrien saltó cuando Marinette comenzó a desabotonarse la camisa del pijama justo en frente de él. Rápidamente se dio la vuelta y maldijo al sentir cómo se aceleraban los latidos de su corazón.
Por un momento recordó cómo se veían los pequeños paquetes de sus dos marcas favoritas: Trojan y Glide en sus manos, pero renunció a comprarlos en la farmacia.
—Mírame—, dijo Marinette después de un rato.
Adrien se dio la vuelta. Su aliento se quedó atrapado en su garganta.
Después de arrancar las molestas cejas gruesas, cortar el extremadamente largo cabello de Marinette y haberlo teñido de rosa en las puntas, junto con un maquillaje que la hacía ver más madura. Y con el pijama feo reemplazado por unos jeans de cintura alta, desgarrados en algunas partes y de color negro y un croptop rosa, junto con un sweater oversize gris, Marinette está completamente diferente.
—Me veo horrible—, dijo Marinette, frunciendo el ceño ante la vista de la ropa.
—Es una expresión—, murmura suavemente, dándose cuenta de su resbalón. Se aclaró la garganta. —De todos modos, ¿la tela te incomoda?— Preguntó con verdadera curiosidad, había estado leyendo un poco más acerca de la condición de Marinette y varios artículos decían que a veces la tela podía ser molesta para algunos autistas.
—No, es inesperadamente cómodo, pero no me gusta mucho la ropa negra.
—Claramente no tienes sentido de la estética—. Dijo Adrien rodando los ojos mientras negaba un par de veces con la cabeza.
—Lo tengo, solo que no me gusta el negro.—, dijo Marinette, indignada.
—¿En serio?
—¿En serio que? — Preguntó ella y Adrien suspiró recordando que a veces tenías que ser más específico con las preguntas o las acciones con alguien como ella.
—Me refiero a que si realmente tienes sentido de la estética.
—¡Ahhh!— dijo Marinette mirando a su alrededor durante un momento, buscando algo que le interesara antes de mirarlo y sonreírle. —Si. De hecho, creo que eres muy guapo.
Adrien se quedó muy quieto ante la respuesta de la chica. Marinette lo miró sonriendo completamente ajena e inocente.
—Ah, te sonrojaste.— Dijo con una sonrisa aún más enorme y Adrien es quien se da la vuelta para ocultar su rostro porque efectivamente, siente que un rubor se arrastra por su rostro y todo su cuerpo como si fuera una niña enamorada de 14 años.
Odiando lo tonto que se siente. Mira hacia la puerta, pero cuando se da la vuelta, ve que Marinette ha ido a la cocina y está escribiendo algo en un bloc de notas.
—Es una nota de agradecimiento. Mi abuelo me enseñó modales—, dijo Marinette y luego agregó: —Debes dejar dinero para la comida que consumimos y la ropa que tomamos.
—Soy un ladrón. No tengo modales—, dijo Adrien, pero Marinette no se movió y solo lo mira en silencio y con una mirada acusadora.
Adrien se quejó por lo bajo, pero sumisamente saca su billetera y dejó unos cuantos billetes junto a la nota de Marinette quien lo miro sonriente y satisfecha.
Continuará...
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Vengo de rápido y me voy xq tengo cosas que hacer~
