Capitulo 3

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-sabes claramente que esta prohibido que salgas - dijo seriamente. - pero eso tu ya lo sabes, pero lo que me pregunto es ¿Por qué ahora?,¿Por qué tanto interés? -

Debía armarse de valor y decir la verdad, así que decidida se sentó en la otra silla.

-quiero ir al festival de la liebre- respondió. - o al menos pasar una tarde y conocer el reino.

-¿tu le comentaste sobre el festival?- pregunto esta vez a sango.

Ella solo asintió.

-no la regañes, fue mi decisión querer ir- dijo defendiéndola.

Cerro sus ojos y pensó un poco, todo lo que estaban haciendo era un crimen, pero conocía a kagome y si ella se proponía algo lo haría sin siquiera medir las consecuencias, podía comunicar al rey sobre la loca idea de su hija, sin embargo.

-lo que están pensando hacer es claramente prohibido, pero...las ayudare, pero eso si cuando tengan una idea loca avísenme de inmediatamente y no me excluyan.

Tanto sango como kagome quedaron sorprendidas por tal decisión.

Kagome le explico todo sobre su plan y sango explico las fallas. Mientras shippo solo asentía.

-y bien ¿Qué piensas? -

- tengo la solución para el problema- respondió.

Del bolsillo de su pantalón saco una bolsita pequeña.

-en mi ultima misión que tuve, descubrí que este polvo puede transformar, pero solo dura poco tiempo.

-¡eso es brujería!- exclamo sango- sabes que esta prohibido.

-¿y lo que ustedes iban hacer no lo es acaso?- ironizo- tenia pensado investigar mas sobre este material. Ya lo puse en practica en animales, y no es peligroso.

Bueno volviendo al tema tengo dos condiciones para ayudarte princesa. - vio que ella asintió y prosiguió- primero yo iré contigo y segundo no harás nada imprudente.

-lo prometo-

- Bueno si eso es todo me retiro, fue un día bastante agotador.

Pero antes que el avanzara hacia la puerta.

-estas de muy buen humor el día de hoy, querido hermano- dijo extrañada- claro hoy fue tu declaración hacia la señorita soten. - recordó.

El solo sonrió y no pudo evitar sonrojarse.

- ¿acepto tu propuesta de matrimonio? - pregunto kagome feliz.

-bueno en realidad acepto que la cortejara-sonrió- por algo se empieza.

-kyaaaa- grito tanto kagome como sango, estaban realmente feliz por shippo.

Para ya no escuchar los gritos de ambas shippo se retiro.

-ya era hora que buscara una futura esposa, ya tiene 20 años- dijo sango.

-y tu para cuando mi querida sango - bromeo kagome- ya tienes 16 años y debes tener muchos pretendientes.

-no me interesa nadie, además ¿crees que alguien se fijaría en mi?, mírame soy una soldado, además no tengo interés en nadie, mi deber en protegerte es primero por algo no he desafiado a mi padre y varios de los tontos que me decían que una mujer no podía convertirse en soldado. Y a eso súmale que tanto mi padre como shippo no aceptarían a cualquier persona, realmente el que me pretenda debe ser realmente valiente o tonto para enfrentárselos y vivir en el intento.

- pero debería ser bonito tener a alguien-

-tal vez, bueno su alteza es hora que vaya a dormir mañana tendremos un día muy agotador-

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Ni bien los rayos solares aparecieron, sango ayudo a kagome a cambiarse, pues ella iría con la vestimenta de una campesina, ropas que consiguió gracias a sango, su cabello recogido en una coleta y una pequeña mascara que solo taparía su boca, estando lista ayudó a sango con la vestimenta.


estando listas ambas, se escucho la puerta justo a tiempo.

-veo que ya están listas - dijo mirando su intercambio. -sango acércate.

Ella obedeció y sintió como fue rociada por el polvo.

Kagome al ver el cambio se sorprendió, aunque sólo había cambiado el color de cabello y ojos era sorprendente.

-bien es tu turno princesa -

Ella asintió y al igual que sango sintió aquel polvo. Al abrir los ojos pudo ver la cara de confusión de ambos hermanos.

- ¿ocurre algo? - preguntó nerviosa.

-es raro, sólo el color de tu cabello cambio, tus ojos no tuvieron el mismo efecto - respondió. - pero con todo el alboroto que habrá fuera, nadie lo notará. Sango te dejó un poco del polvo por si se acaba el efecto - entregó la bolsita.

Ella asintió y sin más que esperar kagome avanzo hacia su chimenea y toco una piedra, la cual mostró un pasaje secreto.

-mejor no hagas preguntas - dijo kagome al ver la cara de sorpresa de shippo.

-volveremos antes que oscurezca, ten mucho cuidado y se muy precavida sango, pero para no levantar sospecha debes ir a todas las clases de la princesa- dijo abrazándola.

Ya listos dieron marcha hacia el pasadizo. Shippo iba al frente y pudo ver que el pasadizo sólo llegaba hasta donde estaban los caballos, que buena suerte tenían. Pidió que la princesa esperara, mientras el iba por su corcel.

Con todo en orden fue hacia kagome y pidió que subiera y no haga bulla, tomarían la ruta del bosque, pues ir hacia la entrada principal era muy riesgoso.

Al conocer todos los horarios y cada descanso de los soldados que vigilaban a los alrededores, le fue fácil irse sin que nadie lo notara.

El camino había sido un poco complicado, pero antes de llegar al pueblo, shippo bajó y ato a su corcel en un árbol, pero para no llamar la atención con su vestimenta se puso encima una capa negra.

Kagome miraba todo maravillada, pues frente a sus ojos, por fin pudo ver como era el reino y sobre todo era libre al menos por esa tarde.


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