Capitulo 5

38 13 5
                                    


-ufff...al fin los alcance - dijo agitada por correr.

-usted es la señorita que venció a ese señor con la espada - dijo Inuyasha con sus ojos iluminados.

-si, lo soy-sonrió y se agachó a la altura del menor- esto lo gane para ti- saco aquella bolsita llena de monedas.

Sesshomaru sólo frunció el ceño y agarró la mano de Inuyasha, poniéndolo atrás de el.

- ¿Qué es lo que quieres? - preguntó a la defensiva.

-sin querer escuche a tu hermano decir que necesitaban este dinero - explico, mirándolo a los ojos.

-¿y que quieres a cambio?, mucha gentileza es muy extraña - dijo seriamente, no confiaba y más aún al verla con aquel extraño velo que cubría la mitad de su rostro.

Ella solo suspiro cansada, solo trataba de ayudar.

-realmente no quiero nada a cambio, además no necesito el dinero, si lo gane es por tu hermano y darle un merecido a ese señor -

El rápidamente la miró de pies a cabeza, no le creía, si llevaba esa ropa era evidente que también necesitaba el dinero.

-al fin te alcancé, te dije que no fueras imprudente el día de hoy - regaño shippo. Llegando al lado de la princesa.

-no me regañes, me conoces perfectamente y sabes como soy- respondió.

Sesshomaru pudo ver claramente como aquella capa del recién llegado se movió y por una milésima de segundo logró ver un emblema que pertenecía a alguien de muy alto rango. Esto lo sabía por su padre, desde pequeño le enseñó sobre la realeza, los rangos y los emblemas que porta cada uno de ellos.

Al ver la distracción de aquel joven, kagome rápidamente le dio la bolsa de monedas a Inuyasha.

-hermano ya tenemos dinero para ayudar a mamá- espetó feliz.

El salió de sus pensamientos y frunció el ceño, no podía aceptarlo.

-no aceptaré que me lo devuelvan - dijo seriamente kagome, al notar lo que iba hacer el albino.

Sesshomaru sólo suspiro con cansancio, sabía que perdería si se ponía a discutir con esa mujer.

-agradezco mucho su generosidad señorita - agradeció con sinceridad. - prometo que le será devuelto cada una de las monedas.

-no será necesario, con su gratitud me es suficiente - sonrió.

Inuyasha abrazo a kagome, le tomo por sorpresa pero acarició el cabello del pequeño.

-vámonos Inuyasha - dijo sesshomaru.

-deberían tener cuidado - aconsejo shippo - alguien podría robarles su dinero. - pudo ver claramente cómo había varias personas cerca y con muy malas intenciones.

-lo tendré...

- ¿y si los acompañamos? - interrumpió kagome.

El solo frunció el ceño, entendía el porqué quería la princesa acompañarlos, quería conocer el estado de la gente plebeya. Solo asintió.

Inuyasha al saber esto agarró de la mano a aquella señorita, ella feliz lo recibió, le agradaba los niños además su pequeño hermano sota era de la misma edad.

Al llegar a la casa de ambos hermanos, kagome se mordió el labio inferior, le dolió ver como había muchas personas en mal estado. ¿Cómo era posible que nadie hiciera algo al respecto?, ¿acaso tan insignificante es la vida de los pueblerinos, para no hacer nada?, estaba muy decepcionada, nunca pensó ver esto. Sabía que debía hacer algo y ella se encargaría.

-gracias por su ayuda y acompañarnos princesa - agradeció el menor.

Tanto Shippo como Kagome no pudieron evitar tensarse ante el comentario del menor.

-pero que dices Inuyasha - regaño el mayor de los hermanos.

-pero es que ella tiene unos ojos muy hermosos y su bondad es como el de una princesa al igual de los cuentos que madre me lee - dijo inocentemente.

Pudo suspirar aliviadamente, eso estuvo muy cerca, quién lo diría un niño de apenas 6 años supo que ella era la princesa.

-nosotros debemos retirarnos - anunció shippo viendo cómo empezaba pronto el atardecer.

-espero que se recupere su madre- dijo despidiéndose.

-señorita - llamo Inuyasha. Al ver que ella había volteado prosiguió - ¿cuál es su nombre? -

Su ¿nombre?, no había pensado en eso hasta entonces que debía decir, no podía mencionar cualquiera...

-sango, mi nombre es sango taiya - respondió.

Claramente podía sentir la fulminante mirada de shippo.

-muchas gracias por todo señorita sango - dijo el niño despidiéndose.

Reino Shikon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora