𝐏𝐫𝐨𝐥𝐨𝐠𝐮𝐞 ✰

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Lee MinHo, padre soltero de dos hijos, Lee JiSung y Lee JeongIn. Hombre de apariencia tenebrosa debido a su postura y ojeras, siendo que en realidad es una persona amable, pero cansada.
Desde que su mujer y él se separaron, su vida se volvió un poco gris y solitaria; Estaba muy depresivo y estresado sumándole el hecho de que debía cuidar de los dos niños totalmente solo y trabajar para tener el suficiente dinero así mantenerse a él y a su pequeña familia.

Oh, su pequeña familia. La única que le quedaba y definitivamente, la única que podía ponerle color a su vida; Sus chiquitos, Lee JiSung de cinco añitos, casi seis, y Lee JeongIn, bebito cerca del añito, de convirtieron en la luz que guiaba su camino en la triste vida que llegó a tener. Sin ellos, probablemente ni siquiera este narrando ésto. Fueron, son, y serán lo más importante para MinHo en lo que le quede de existencia, no importa qué, él jamás lo abandonará.

Esos niños siempre hacen algo para ponerlo feliz; Desde reír sin razón aparentemente sólo para que él también ría hasta pequeños desastres con comida, cosillas que Min agradece más que nada. Podría estar cansado, estresado, o hasta llorando en silencio por esas dos, pero que esos dos bebitos siempre estén ahí para él le daba una felicidad tan grande que se volvía inexplicable. Son su mayor tesoro.

Claro que, los niños no eran tontos, al menos JiSung sabía bien que su papi no era feliz la gran mayoría del tiempo y eso le preocupaba mucho, pues él los cuidó, atendió y amó toda su corta vida, ¡le dolía mucho verlo llorar frente su laptop! Por eso, se asignó a sí mismo el trabajo de no importa qué, siempre hacer feliz a su papi con lo que sea que esté a su alcance, ¡y vaya que es un trabajo duro! A veces su papi estaba muy cansado o muy triste como para sonreír, pero al día siguiente JiSung lo vuelve a intentar más duro, ¡y siempre funciona! A este punto es todo un experto.

A MinHo le cuenta mantener en general; le cuesta mantener el dinero, le cuesta mantener el trabajo, le cuesta mantener a su familia, le cuesta mantenerse a sí mismo, hasta le cuesta mantener su corazón de lo roto y hecho trizas que está después de separarse de quién llamó "Amor de su vida"; Su mujer, su compañera, su amada, su más grande tesoro, simplemente lo dejó. Una mañana, Lee se despertó como de costumbre y vió una carta en su mesa de luz, ésta era de ella y explicaba que ya no se sentía feliz en su matrimonio con él, asique se marchó no se sabe dónde para buscar otra felicidad, una que la haga sentir completa de nuevo.

MinHo recuerda bien ese día, cómo su corazón se detuvo, cómo la llamó por lo menos cuarenta veces, cómo entró en pánico, cómo contacto a las personas más cercanas y ninguna le dió una respuesta, cómo lloró, y lloró, y lloró.... Hasta que las lágrimas dejaron de explicar su tristeza, dejando a cambio el aislamiento, el estrés, el insomnio y demás. MinHo juraba que si el infierno era real, probablemente se sentía así.

A MinHo le cuesta, pero aún tiene razones para seguir en pié, y aunque todo eso duela, sabe que la vida le recompensará con todo lo que le falta.

☕︎𝑺𝒊𝒏𝒈𝒍𝒆 𝑫𝒂𝒅 | 𝗠𝗶𝗻𝗖𝗵𝗮𝗻 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora