¿Soy la debilidad de la bestia? [Cancelada]

4 - Monstruo favorito.

Inosuke abrió los ojos confundido, para luego notar que estaba acostado entre las piernas de Zenitsu, y este no pudo reaccionar.

- Te estaba intentando despertar.. nos quedamos dormidos y ya tenemos que ir a el aula en treinta minutos. - sonrió dulcemente, acariciándole la cabeza

- ¡¿Que demonios?! - se levantó de sus piernas algo Avergonzado y sonrojado por las acciones de el rubio.

- Ya prepárate, yo me voy a cambiar. Te espero - se levantó del sofá y se fue lentamente y con tranquilidad hacia su habitación.

Inosuke se fue hacia su armario y lo abrió, para luego quitarse lentamente la camisa, sin dejar de pensar en Zenitsu. ¿Acaso toda la mañana había estado durmiendo junto a él? No recordaba nada, de sólo pensarlo le dolía la cabeza. Siguió quitándose la ropa hasta ponerse el uniforme suavemente, la camisa, la corbata, el abrigo y por último los pantalones negros.

Salió de su habitación y se asomó, para encontrarse con él chico que tanto pensaba.

- Ven, vamos. - dijo eso, y le tomo por la parte detrás del cuello, llevándoselo.

- Pero.. la gente me mira muy raro - Todos a su alrededor miraban con desprecio a Inosuke, como si fuera un bicho raro.

- ¿Y eso qué? No estás solo después de todo... ¡Me tienes a mi! - sonrió dulcemente, y en un abrir y cerrar de ojos ya habían llegado a el aula.

- Llegamos demasiado temprano.. Tan temprano que no hay nadie - Dijo Inosuke, con cara de incrédulo.

- Bueno, nos sentaremos a esperar entonces...¿Hoy quieres sentarte conmigo? - Se fue a su asiento correspondiente.

- ¿No te importa que sea un Monstruo? - pregunto sorprendido el PeliNegro con mechones azules.

- Sinceramente no, Ya que... Eres mi monstruo favorito. - al escuchar eso, los ojos de inosuke se volvieron llorosos, y lágrimas comenzaron a caer, recorrieron sus suaves mejillas hasta ir hacia el suelo. Estaba llorando de alegría, y sin pensarlo dos veces fue a darle un fuerte abrazo.

- ¡Hey! ¿Oye, estás bien? - correspondió el abrazo preocupado por el estado de inosuke, dándole leves palmadas a su espalda.

- Te quiero muchísimo... - al oír las palabras del pelinegro sonrío dulcemente, haciendo que su corazón se vuelva menos amargo y se ablandará.

Minutos después, todo se calmó y Inosuke se sentó al lado de Zenitsu, poco a poco los alumnos llegaban hasta que una profesora llegó.

- Muy buenos días alumnos, hoy hablaremos sobre la orientación sexual y la identidad de género. - Todos los alumnos al escucharlo, se sorprendieron un poco.

- Bien, abran el libro, Página número 157, Punto 3. - todos obedecieron algo exhaustos.

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- Muy bien muchachos, Esa ha Sido la clase de hoy, Espero les allá gustado, Aunque lo dudo mucho... En fin, hasta la próxima clase. Pueden ir al receso. - Todos se levantaron de su asiento y se dirigieron hacia la puerta principal.

- ¡Ah! Espere joven Inosuke. - interrumpió la profesora, haciendo que Inosuke se detenga y se de la vuelta, Zenitsu también se quedó ahí para ver qué hacían.

- Ehh, ejem joven Agatsuma, le pido que vaya a el pasillo, esto es algo muy privado. - el rubio algo molesto y confundido, salió de el aula y se dirigió hacía el pasillo como había dicho.

- Bien, Ahora que estamos a solas... - Cerro la puerta, haciendo que Inosuke se asuste un poco, temblando del miedo.

- Oh, pero no tenga miedo joven - río en voz baja la mujer, acercándose lentamente hacia él.

- Bien, no sé sí ha oído.. pero estoy dispuesta a hacer unos servicios a algunos de mis alumnos, y yo estaba esperando el momento en el que yo le haría esos servicios a usted, Sólo debería darme una suma dinero.

- ¿A qué se refiere, vieja...? - dijo, teniendo un leve nudo en la garganta, sin poder hablar ni un poco.

- Me refiero a que ¿Podría tener se... -

Rápidamente una figura abrió la puerta, Se trataba de un PeliRojo de ojos algo morados.

- ¡¡Disculpe por interrumpir!! Pero un alumno se desmayó en el piso número dieciséis. - Dijo con un tono de voz alto, alarmando a todos.

- ¿¡Piso dieciséis?! ¡Voy en camino! Se fue corriendo la mujer con rapidez, hacia las escaleras.

- Oye, ¿Estás bien? Oí toda la conversación... No confies en ella. - Sonrió levemente, haciendo que Inosuke se calmé.

- Tsk, cómo sea.... Gracias por salvarme. Aunque ni siquiera te necesitaba. - Volteo la cabeza, evitando la mirada.