Sipnosis

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En un mundo de infinitas posibilidades y sueños suspendidos en el aire, nos encontramos como dos almas que vagan en la inmensidad del tiempo

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En un mundo de infinitas posibilidades y sueños suspendidos en el aire, nos encontramos como dos almas que vagan en la inmensidad del tiempo. De todas las cosas que pudimos ser, nunca fuimos precisamente la versión idealizada que anhelaba que fuéramos. En el laberinto de nuestras vidas entrelazadas, las decisiones tomadas y las oportunidades perdidas se entremezclan en un ballet de incertidumbre.

Mirando hacia atrás, recuerdo con cariño los momentos compartidos, las risas y los suspiros que se desvanecieron en el eco del pasado. No puedo negar que hubo una chispa, una conexión efímera que nos envolvió en un halo de magia. Sin embargo, en lo más profundo de mi ser, persiste un anhelo inextinguible por aquello que nunca llegó a ser, por lo que siempre estuvo fuera de nuestro alcance.

En nuestras manos estuvo la posibilidad de construir un mundo utópico, donde nuestros sueños se fusionaran en una realidad vibrante y plena. Pero, lamentablemente, las circunstancias nos llevaron por caminos divergentes y nuestras elecciones nos alejaron de ese horizonte esperanzador. Como hilos desenredados en un tejido roto, nuestras vidas tomaron rumbos distintos y las promesas sin cumplir quedaron suspendidas en el aire.

No puedo evitar preguntarme qué hubiera sucedido si hubiéramos tenido el coraje de saltar al abismo de lo desconocido y explorar juntos los límites de nuestras posibilidades. ¿Qué maravillas habríamos descubierto? ¿Qué historias habríamos escrito en las páginas en blanco de nuestro destino compartido?

Sin embargo, a pesar de los lamentos y las reflexiones, no puedo negar que lo nuestro tuvo su encanto, su propia esencia que dejó una huella imborrable en mi corazón. No puedo arrepentirme de lo vivido, pero tampoco puedo evitar imaginar los senderos no recorridos y los momentos no experimentados.

Y así, en medio de esta dualidad de sentimientos, me encuentro atrapado en la utopía de lo que nunca fuimos. Un lugar imaginario donde nuestras almas se entrelazan sin barreras ni limitaciones, donde el tiempo se detiene para permitirnos explorar todas las posibilidades que la vida nos negó.

Quizás sea solo un sueño, una fantasía escapista que me acompaña en los momentos de nostalgia. Pero mientras exista ese rincón utópico en mi mente y corazón, seguiré recordando con cariño lo que fuimos y lamentando lo que nunca seremos.

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Fecha de publicación 21/11/23

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