Capitulo IX

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Jungkook frotó la espalda de su pareja mientras pensaba en lo que había sucedido con él siendo llevado a la cárcel. Para crédito del sheriff Yoongi, él había sido más que atento. El hombre había sido genial sobre todo, y ni siquiera había encerrado a Kook en una celda. Habían pasado el rato en el escritorio mientras Min lo interrogaba.

Era el ayudante Dunham quien estaba en su contra. Al ser un shifter oso, tenía un excelente oído, y había oído al sujeto hablando mierda sobre Yoongi detrás de su espalda.

―¿Qué crees que va a pasar? ―Jin le preguntó mientras se acurrucó más cerca de Jungkook. El olor de la piel del hombre era ahora tan familiar que era como un bálsamo para su alma preocupada. Ellos yacían tendidos en la cama, Kook detrás de su pareja, poniendo besos ligeros a lo largo de hombro desnudo del hombre. Él pasó la mano por el brazo de Jin, preguntándose cómo iba a verse su hijo.

Esperaba que el cachorro tuviera los hermosos ojos verdes de Jinnie.

―Sabes ―Kook dijo mientras se movía más abajo, besando a su pareja por la espalda, deteniéndose por sus omóplatos. Sonrió contra la piel de su pareja―. Me encantaría extenderte y probar cada pulgada de tu cuerpo.

Jin se estremeció y Kook sonrió aún más. Él utilizó sus dedos para masajearlo lentamente hasta que llegó a la cintura. Sus dedos bailaban alrededor de los hoyuelos justo por encima de las nalgas de Jin y sintió su polla ponerse más gruesa. Oh, cómo lo volvía loco este hombre.

Jin soltó un pequeño suspiro y luego uno largo. Levantó su hombro y luego movió su mano detrás de él, rozando sus dedos sobre la mandíbula de Jungkook. ―Podría ser demasiado pronto ―dijo Jin y podía oír las dudas y el nerviosismo en la voz del hombre―. Pero... te amo. No es la clase de amor que dice la gente cuando se están yendo para el trabajo apurados, sino, ―. Jin sacudió la cabeza― El tipo que despierta el alma y te hace llegar a por más. Es el tipo que arde en mi corazón y duele por ti cada segundo de cada día.

Jungkook pasó su lengua por el omóplato hasta que sus labios se arrastraron por el cuello de su pareja y tocaban la concha blanda de su oreja.

―Cásate conmigo ―Jeon susurró.

Pudo sentir que su pareja se ponía rígida. Jungkook pensó que el hombre iba a decir que no, que lo iba a rechazar. En su lugar, Jin se entregó, deslizando sus brazos alrededor del cuello de Kook, una mirada de incredulidad brillando en sus ojos verdes. ―¿Quieres decir eso?

Jungkook asintió. ―Tengo la misma sensación cuando se trata de ti. ―Él mordisqueó el cuello del hombre―. Yo quiero que seas el Sr. Jeon Seokjin

Jin se rio entre dientes. ―¿Qué hay de Kim Jungkook en su lugar?

―Lo mismo ―Jungkook señaló―. Pero el hecho es, que serás todo mío.

―Yo ya soy todo tuyo, dulzura. ―Jin movió sus cejas―. Me tenías con la carne seca.

Jungkook echó la cabeza hacia atrás y rio al recordar cómo había coqueteado con Jin la primera vez que había puesto los ojos en el hombre. ―Te acordaste.

―No puedo resistirme a un tipo que me pide mi número y luego agarra un puñado de carne seca.

La sonrisa en el rostro de Jinnie era etérea. Jungkook se estaba ahogando en la sonrisa impresionante antes de bajar la cabeza y lamer a su pareja por todo el labio inferior. ―Por lo tanto, ¿es un sí?

―Cariño, me casaría contigo bajo la lluvia, en la oscuridad, en un tren, en un coche y en un árbol. ¡Me casaría contigo cada vez que te vea!

Jungkook chasqueó la lengua. ―Bebé, veo que voy a tener que quitarte los libros del Dr. Seuss. Son para Soobin, no para ti.

Honeyheart🍯 - KookjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora