— ay Mauro ¿por qué no te borras ese tatuaje? — Tuli se quejó desde el sillón, estaba posta con los huevos por el piso jodiendo todo el puto día con lo mismo. Nadie además de mi vieja saben el significado de éste tatuaje para mí, el transforno de todo.
— porque no quiero — respondí seco mientras me ponía la campera — voy a lo de Paulo — avisé y sin prestarle atención a sus quejidos de que quería no se que chota hacer salí y me fui hasta el hospital.
Me pasaba posta que lo más que podía con ella, me daba bronca toda esta situación, 2 años con lo mismo, sabía que tendría que haberla esperado, pero no pude, me odiaba por eso.
— Mauro — su hermano me saludó con una sonrisa de boca cerrada mientras pasaba por al lado mío y salía del piso.
Pasé a la habitación y me senté en la silla que estaba a un costado de ella, le agarré la mano y empecé a contarle todo lo que había hecho la semana que no había venido y a cantarle como a ella le gustaba.
Paz fue mi novia por 6 años, estuvo desde que yo no era nadie, ella se enamoró de mí cuando solo era un don nadie que soñaba con ser lo que soy ahora, ella me apoyó, me ayudó a levantarme cuando me caía, me acompañó en todo hasta que es puto accidente pasó y ella quedó en coma. Dos años, dos años que para mí son una eternidad, sin ella no volví a ser lo que era antes, y es que su accidente fue culpa mía, no tendría que haberle prestado la moto, no tendría que haberla dejado sola. Hice todo mal, y sigo haciendo todo mal.
Cuando empezaba a llorar de nuevo sentí como apretaba mi mano, fue muy leve, pero juro que sentí algo. Salí corriendo buscando a algún enfermero o doctor para que se fijarán, pero después de 20 minutos de que la revisaran me dijeron que fue un espamo común. Me volví a sentir como un pelotudo, mejor quedé como pelotudo.
Me fui después a la casa de Paulo, donde estaban los pibes y cenamos mientras tomábamos unas birras, de ahí me fui a dar un concierto a un boliche, terminé y me fui a mí departamento, me acosté y me dormí, como siempre.
Una semana después estaba tirado en el sillón de Tuli, con ella entre mis piernas mientras veíamos una serie cuando sentí que mi celular vibró, con un mensaje que me movió hasta el sillón.
Facu Bravo (paz)
Mauro
Paz se despertó
15:23pm
Mi mundo se cayó y sentí como volvía a respirar, saqué a tuli con cuidado de arriba mío y salí casi corriendo a cambiarme.
— Mau ¿qué pasó? ¿A dónde vas? — apareció con cara de confusión por la puerta.
— Tuli, posta que lo que tuvimos fue re piola, sos una re piba pero hasta acá llegamos, los dos sabíamos que esto no iba a durar mucho, y no es por vos, es por mí — dije mientras la agarraba de los hombros, no entendía nada.
— ¿qué decis? — preguntó frunciendo las cejas.
— te va a re joder pero ahora no tengo tiempo, después te llamo o nos juntamos como quieras para hablar bien — ahora me terminé de poner la campera y salí de la habitación — nos vemos chau — me despidi y corrí hasta mi auto, manejé hasta el hospital.
No caía, hasta que no la viera ahí despierta, mirándome con sus perlas verdes no iba a caer. Necesitaba ver esos terribles faros verdes que me iluminaban hasta el culo.
Me bajé y subí corriendo, al estar por llegar a su habitación me entraron los nervios y dudé un toque en entrar, pero entré y esos faroles verdes se clavaron en mí, mi mundo se cayó y corrí a sus brazos, estaba tan frágil, tan flaca, tan pálida, su pelo negro más largo que nunca, sus brazos débilmente colgados de mi cuello y su respiración acelerada.
— no sabes lo que te extrañé, Paz — susurré en su cuello mientras lloraba.
— no llores Mau — y su hermosa voz, la que había querido buscar en otras minas sonó devolviéndome de nuevo la vida.
— ¿qué me decís si vos también estás llorando? — pregunté riéndome mientras la veía.
— siguen siendo los boludos de siempre — acotó Facundo ganándose un fuckyou del amor de mi vida.
— te re cabio gil — dije arrepintiendome enseguida, Facundo es re logi y se para de manos al toque.
— no te pego porque toy re feliz — soltó cruzándose de brazos y mirando a Paz, la cual sonreía acostada.
— estoy re flaca y fea — dijo mirándose las manos, negué a penas escuché eso.
— obviamente, estuviste acostada dos años flaca, agradece que estas viva — Anahi, su hermana mayor defendió antes de besarle la cabeza — casi nos matas a todos, por eso Pacita agradece que estas acá y bien, sin ningún efecto secundario o lo que sea, te amo y te dejo sola con tu novio — dijo antes de desaparecer por la puerta llevándose a Facundo, dejándonos solos.
— me hiciste una re falta loca — confesé mientras agarraba su mano.
— me di cuenta, no se como pero escuchaba todo lo que me decías — y me congele — ¿por qué usaste a todas esas pibas? — preguntó y sentí la tristeza en su voz.
— te estaba buscando Paz — respondí bajando la cabeza.
— ¿ya me habías matado? — volvió a cuestionarme, no supe que responder.
— me tatue tu nombre — fue lo único que supe que decir.
— Mauro — y es que el Mauro que sale de su boca me mata — esta bien, yo estaba así y nadie sabía nada, no pretendo que pausaras tu vida solo para esperarme, me hubiera consumido saber que hiciste eso, pero ya estoy acá y no sé si seguimos juntos... — y la callé besándola, sus labios son únicos, no hay comparación.
— te amo Paz, casi me morí sin vos — dije sin despegar la frente de la suya.
— perdón por dejarte solo tanto tiempo — pidió haciéndome sentir una mierda.
— perdóname vos, tendría que haberte llevado, tendría que haberte cuidado más — y ella volvió a chaparme.
— no sos mi guardaespaldas, sos mi novio, nadie sabía lo que iba a pasar, como me pasó a mí pudo pasarte a vos o a quien sea, es el riesgo que te tenes que comer cuando andas en moto — nunca entendí la facilidad que tenia para calmarme, para elegir las mejores palabras para expresarse.
— no te vayas más — pedí ahora apoyando mi cabeza en su pecho, ella enseguida empezó a hacerme mimos en el pelo.
— mientras pueda no te voy a dejar solo — prometió y me besó la cabeza.
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Eu no sean ortivas y pidan
Posta yo re feliz les escribo lo que sea
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