II

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una semana después.

Eddie fue de noche a la casa de Anne. estaba desesperado, agitado, asustado.

tocó el timbre del apartamento varias veces, y en eso baja las escaleras la mujer mencionada.

— ¡Eddie! ¿qué pasa?

— es Venom.

— si quieres pasa. — Anne se hizo a un lado para que su amigo fuera a su apartamento.

ya allí, Eddie empezó a caminar en círculos por el apartamento. Dan salía de la habitación algo confundido.

— ¿Eddie? ¿qué haces aquí?

— parece que pasa algo con Venom, ¿no es así?

— si, es que... tuvimos una pelea.

— ¿cuando no? — responde Anne.

— peleamos, sí, pero... fue demasiado fuerte la discusión. Venom se fue.

— ¿a qué te refieres con "se fue"? — Anne ya sé estaba preocupando.

— no está en mi cuerpo, y de seguro se fue por ahí.

— Ay Eddie... por eso Dan quería ayudarlos.

— la verdad es que no, tú me obligabas.

— silencio cariño.

— Anne debes ayudarme por favor. — sonaba suplicante Eddie. estaba muy asustado, no sabía que podía pasarle a Venom, a su Venom.

— bien, te ayudaremos.

— ¿a qué te refieres con " te ayudaremos" amor?

— que tu también irás.

— no. claro que no.

•   🌱

— me siento abusado.

— yo también te amo cariño.

estaban en el auto de Dan rumbo a darle toda la vuelta a la ciudad en busca del simbionte perdido.

llevaban ya tres horas buscando y nada, era media noche y no había rastro de simbionte mutante por ningún lado.

Eddie se preocupaba cada vez más, no quería gritarle a su amigo, no quería pelear, no quería nada de esto.

iban despacio. En eso, se escucha un ruido un poco fuerte desde un callejón.

Dan para el auto para escuchar mejor, el ruido se había hecho más fuerte.

Eddie bajó rápidamente del auto y se dirigía de donde provenía el sonido. Anne y Dan iban detrás de él.

una pandilla de ladrones estaban gritando desesperados, agonizando, asustados y aterrorizados.

— ¡Venom! — gritó Eddie.

el simbionte se estaba comiendo a la pandilla, tenía a un tipo en sus manos y había escuchado el llamado de Eddie.

no le hizo caso y se comió la cabeza del tipo que tenía en sus manos. estaba apunto de irse pero Eddie le seguía gritando.

— ¡Venom espera!

¡no voy a hablar contigo Eddie!

— ¡solo escúchame!

¡no escucharé tu voz de mariquita!

se estaba alejando, el simbionte se estaba alejando de su anfitrión para seguir comiendo cabezas.

Eddie no sabia que hacer, se estaba alejando su amigo y no sabia como llamar su atención. hasta que le prendió el bombillo.

Terapia de pareja | SymbrockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora