✿; Siete

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Era sábado por la tarde. Bright y Win iban tomados de la mano mientras se dirigían hacia la mansión de Mew.

Siempre los fines de semanas habían sido días sagrados para los tres amigos. La pareja solía visitar a Mew y pasaban el tiempo charlando y tomando café, pero desde que Mew había comprado a Esquishi, este parecía otro y ya no era el mismo de antes. A Bright y a Win les parecía muy raro su comportamiento. ¿Cómo un tigre podía cambiar tanto a una persona? No lo entendían, quizás ahora lo averiguarian. Los días que Mew los evito había hecho que la pareja se preocupara. Pasaba algo, pero no sabían que podría ser.

Cuando la vista de la gran mansión apareció por su vista periférica, Win se adelantó y tocó el timbre. De fondo se escuchó un sonido extraño y Win frunció el ceño. Bright llegó al lado de su novio y le pasó un brazo por los hombros.

Los pasos eran lentos. La persona detrás de la puerta parecía dudosa de abrir.

—¡Mew, abre la bendita puerta!—grito Bright.

¿Por qué su amigo se tardaba tanto en abrir la estúpida puerta?

Después del gran grito de Bright, se escuchó un gran silencio.

—Mewcito, sabemos que estás ahí, ¿por qué nos haces esperar tanto? Te dije que vendríamos el sábado—suspiro frustrado Bright.

La cara de Bright se arrugo. ¿Por qué su mejor amigo los hacía esperar tanto? Era un idiota. Bright pisoteo la alfombra y Win comenzó a sonreír divertido con el mal humor que Bright comenzaba a gastarse, así que trato de calmarlo acariciandole la cara.

Cuando la puerta comenzó abrirse de a poco, Bright se puso al frente preparado para golpear a su olvidadizo amigo, pero se detuvo de inmediato al ver a un chico con orejas y estas se movían con nerviosismo. Aquellos ojos esmeralda lo observaban con detenimiento como si lo estuviera evaluando para ver si le daba el visto bueno.

Bright se congelo estupefacto. ¿Ahora su amigo aparte de amar tigres exóticos tiene fetiches igual de exóticos? ¡Qué la santa divina pastora perdone a su raro amigo!

Win apretó el brazo de Bright y miro al chico. La cabeza de Win en estos momentos parecia la propia Narnia. Miles de preguntas pasaban por su mente y ninguna le conseguía una respuesta lógica. ¿Mew era fetichista? Win sabía que su amigo le gustaba el sexo pero el común, no a tal grado de que su amante sexual utilizará cosas como orejas de tigre. Esto era tan extraño. ¿Qué más les ocultaba, Mew? Win ese momento desconocía a su amigo.

—Lo siento, estaba un poco nervioso de conocerlos y por eso me tomo tiempo abrir la puerta. Mewi se está bañando y mientras se baña pueden esperarlo en la sala. Están en su casa—sonrió cálidamente y se hizo aún lado para dejarlos pasar. La colita larga del chico se movía y enrollaba.

La pareja pasó cerca del raro chico llenos de confusión.

¿Su Mewi? ¿De cuando acá Mew tenía pareja? Y lo más importante, ¿por qué el chico usaba orejas y cola de tigre? Aunque observándolo con detenimiento aquellas dos cosas parecían ser reales y no compradas en una tienda erótica. Bright y Win no sabían que pensar. Todo está situación era rara. Mew no era esta clase de hombre.

Mientras Win y Bright esperaban a Mew. Comenzaban a sentirse raros, confundidos y no podían dejar de ver al extraño chico que estaba al frente de ellos.

Después de unos cuantos minutos al fin Mew bajo las escaleras recién bañado y vestido con unos cómodos short y una camisa sin mangas. Aún sostenía la toalla alrededor de su cuello secando su cabello. Cuando llegó a la sala de estar se encontró con Gulf sentado en uno de los grandes sofás y vestido con un tierno pijama de color rosado y a sus dos grandes amigos en otro sofá mirando al híbrido como si este fuera un extraterrestre.

✿; Mi tigre exótico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora