Prólogo

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Se acercaba el final del verano, dos pequeñas pelirrojas correteaban por la madriguera subiendo y bajando constantemente las escaleras intentando de vez en cuando que, en vano, Harry y Ron les dejasen jugar con ellos para terminar en el cuarto de ...

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Se acercaba el final del verano, dos pequeñas pelirrojas correteaban por la madriguera subiendo y bajando constantemente las escaleras intentando de vez en cuando que, en vano, Harry y Ron les dejasen jugar con ellos para terminar en el cuarto de la menor de los Weasley siendo ignoradas por los mayores. Cualquiera que las viese de lejos pensaría que eran mellizas, pero solo tomaba unos instantes ver sus diferencias: Maisie tenía unos intensos ojos verdes, la dulzura de su madre y el ingenio de su padre, era una princesita; mientras que la Weasley era mucho más bruta, lanzada y con mucho más orgullo.

— ¿Está Fred en su cuarto? — preguntó finalmente la pelirroja Potter — ¿O está con Molly preparando todo para ir mañana a Hogwarts?

Ginny negó confusa — No sé. ¿Qué importa? Los gemelos no nos dejan entrar a su cuarto cuando están "trabajando", ya sabes, seguro que están preparando una bomba.

— Esperame aquí. — dijo con una leve sonrisa. — ¡Ahora vuelvo!

La ojiverde salió corriendo del dormitorio, bajó las escaleras haciendo bastante ruido, no se le conocía precisamente por ser muy sigilosa. Entonces se detuvo ante la puerta del dormitorio de los gemelos con un trozo de papel en su pequeña mano. En un trozo de pergamino había escrito con tinta rosa alguna tontería. Se agachó y lanzó la nota por debajo de la puerta antes de salir corriendo entre risas. Entonces no disimulaba muy bien su pequeño enamoramiento por el gemelo.

Cuando los pasos pasaron a escucharse en el piso superior Fred abrió la puerta con una sonrisa, asomándose para encontrar a las dos niñas asomadas por la escalera con una sonrisa. El Fred de once años, enternecido, cerró la puerta tras tomar la nota y leyó aquella caligrafía que iba mejorando cada verano: "No nos olvides cuando vayas a Hogwarts".

— ¿Otra nota?— preguntó entre risas George, la futura hufflepuff era muy dulce.

— Sí. — dijo con una pequeña sonrisa Fred yendo hacia su mesilla de noche, d
onde había una pequeña cajita de madera llena de notas con tinta rosa y pequeños corazones. No sabía muy bien porque las guardaba, pero no quería perderlas.

— ¡Sabías que estaba! — se escuchó quejarse a Maisie desde el dormitorio superior seguido de la risa de Ginny.

— ¿Qué más guardas ahí? — preguntó George yendo a abrir la caja.

Rápidamente Fred alcanzó la caja impidiéndole a George siquiera tocarla.

— Cosas, nada importante.

— Ya claro. — en cuestión de segundos George estaba mirando dentro de la caja bajo las quejas de Fred. — No puede ser — dijo soltando una carcajada mientras sacaba una servilleta — Lo has guardado.

"A principios de ese verano las familias Weasley, Potter y Black, entre otras, asistieron a la puesta de largo de ese año ya que una de las protagonistas de la noche era Nymphadora Tonks, sobrina de Sirius.

En una mesa redonda estaban los hermanos Weasley y Potter. Maisie observaba todo anonadada, movía lentamente sus pies pues ni siquiera llegaba al suelo.

— Esto es tan hermoso.— dijo la pequeña Maisie mirando a todas las jóvenes en lindos vestidos.

— Lo es.— afirmó Harry viendo con una sonrisa a su hermana menor — Pero a Ginny y a ti aún os quedan unos diez años.

La Weasley se sonrojó levemente al escuchar su nombre de los labios del pelinegro.

— Hablando de vuestra puesta de largo... — inició a decir George — Maisie — la llamó.

Al girarse la niña se encontró con una servilleta usada frente a ella, alzó la mirada viendo confundida a los gemelos.

— Firma aquí. — dijo Fred mirando con diversión a su gemelo.

— ¿Qué estoy aceptando? — preguntó confusa mientras firmaba con una pluma que habían conseguido los gemelos.

— Cuando llegue el día de tu puesta de largo Fred será tu acompañante. — dijo George sonriente — Ves, ahí lo pone.

Maisie miró a su futuro acompañante sonrojada y sonriendo nerviosa.

— ¡Fred, no! Es mi mejor amiga. — se quejó Ginny.

— Tranquila, Gin. No se acordará dentro de dos días. — dijo Bill negando con diversión."

— Lo has guardado. — repitió George molestándole.

— Es solo una tontería. — le quitó la servilleta de las manos y tomó la caja.

Fred, negando, guardó de nuevo la servilleta en la pequeña caja, viendo antes durante unos segundos el nombre "Maisie P. <3" escrito con una letra torpe y precipitada. Sonrió fugazmente y depositó la caja de nuevo en su mesilla.

— Una tontería pero que te empeñaste en hacer la "broma" del contrato ese.— recalcó riendo.

— Cállate, George.

Notice me | Fred W. & Maisie P. AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora