capítulo 29

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     Cinco días después de que Ares apareciera de nuevo en casa y le explicara todo a su mujer, Hay estaban los dos sentados en la cocina desayunado juntos, tenían que pensar en cómo contárselo a su hija y ella contarle lo de su hija.

     —Ares tenemos que pensar como decírselo a Hera.
     —No sabría ni por donde empezar.
     —Y una cosa más, ella… como te lo diría mm....
     —¿Es como tú?
     —No, no del todo, es distinta, ella tiene premoniciones, ve tanto imágenes del pasado como antes de que pasen, ella no sabe que yo lo sé pero se lo imaginara, todo lo sé por mi abuela, es la que la tiene al tanto de todo, pero no le he dicho nada por mi abuela, no quiero que piense que hablamos hasta ese punto a su espaldas.
     —Sois dos mujeres increíble, ¿Lo sabéis?
     —Lo sabemos porque a nosotras no nos hace falta que nos lo diga nadie, ya que hemos estados más bien solas.
     —Ya te he pedido perdón, ¿Cuanto más tengo que hacerlo?
     —Pues no lo sé, es difícil y raro tenerte aquí de nuevo.
     —Se que no lo hice bien, lo siento.

     El teléfono sonó.

     —¿Si?
     —¡Mama! Escuchas no hagas nada de lo que te digan —gritó Hera.
     —¿Qué está pasando?
     —Quita estúpida —escupió Ainhoa las palabras de su boca.
     —¿Qué pasa Hera?
     —¿No te acuerdas de mí?
     —¿Quién eres?
     —Me indigna Zoe, me indigna que no te acuerdes de mi.
     —¡Ainhoa! —su grito fue de desesperación, sabía que Ainhoa estaba mal de la cabeza y estando tan lejos de su hija si le hacía algo no podría salvarla.
     —La misma.
     —¿Qué hace con mi hija?, Ni se te ocurra hacerle nada por qué te juro que te encontrare y yo misma te destrozare.
     —Te quiero a ti, no a tu hija, así que más te vale que te des prisa antes de que empiece a cortarla a trocitos.
     —Desgraciada, como la toques…
     —No gastes fuerzas Zoe, no las gastes. —Y colgó.
     —Hija de puta —soltó Zoe pero no le dio tiempo a que Ainhoa la escuchara.
     —¿Qué pasa Zoe? —preguntó Ares desesperado al ver como Zoe cogía una mochila de mano y empezó a guardar lo más necesario y salir se allí, apenas podía gesticular palabra.
     —¡Ainhoa! te acuerdas, tiene a nuestra hija, como le pase algo yo misma la mataré con mis manos.
     —¿Qué?, No le hará nada, nuestra hija es lista, tranquila, vamos iré contigo.
     —Ya se que mi hija es lista, pero la tiene esa loca, no puedo estar tranquila.
     —Lo se, lo siento —se acercó a ella y la abrazó.

***
     El padre de Dylan le dijo donde se encontraba Hera, estaba a unas dos horas de distancia, los dos fueron en su busca, Zoe llamo a su abuela le contó todo y le dijo que iba de camino a Italia, cuando colgó su abuela llamo a Prieto, el justo en ese momento estuvo pensando en llamarla.

     —¡Prieto!   
     —Soffie iba a llamarte ahora mismo.
     —Lo se, tuve un presentimiento, es por mi nieta, ¿está tu hijo contigo?, ¿Sabes lo de Zoe?, ella va de camino, le ha llamado la loca de Ainhoa la que encerraron hace más de veinte años y para conseguir a su madre a raptado a mi nieta.
     —Tranquila, sabemos dónde está hemos rastreado un móvil que lleva escondido.
     —De verdad, espero que lleguéis a tiempo y Hera salga de allí con vida, le he dado tu número a mi nieta para que se ponga en contacto contigo.
     —Te llamaré en cuanto esté con nosotros.

***

     —¡Hola! ¿Prieto?
     —Si soy yo, ¿Zoe verdad?
     —Si, mi abuela me dio tu número.
     —Sabemos donde está tu hija, no vemos allí, te mando ubicación por el móvil, nosotros vamos de camino, intentaremos no llamar mucho la atención.
     —Nosotros acabamos de aterrizar, no pondremos en marcha, cuando estemos llegando te vuelvo a llamar.
     —De acuerdo.

***
     Ainhoa saco a Hera de la furgoneta y se dirigieron a un edificio, estaba abandonado, no circulaba mucha gente por alli, ya quedaba poco para vengarse, tendría que pensar como hacerlo no podía herirla tal cual porque se curaría tendría que hacer algo más sangriento algo más doloroso y más malvado, le daba igual incluso matarla, sería la única manera, si no se vengaría con su hija y haría que ella lo presenciará, ya había avisado al más alto cargo, y les dijo que le entregaría a una si ella podía quedarse y vengar su pasado con la otra y así fue.

***
     Primero llegaron Prieto y Dylan, se quedaron un rato en el coche, les había llevado justo donde estaba, pero no veían ninguna furgoneta solo era un barrio muy poco habitado, y en parte prefirieron que fuera así de solitario, cuanto menos gente mejor, Prieto saco un par de armas su hijo al verlo se sorprendió.

     —¡Papá! ¿Qué haces?
     —Hijo que te crees que está gente no va armada, no sabemos cuántos son puede que ella actúe con alguien y yo no pretendía venir aquí con las manos vacías, pero esto no es un juego vale, esto es muy real.
     —¡Dame una!
     —¿Sabes usarla?
     —Aunque no lo creas si, me saque la licencia de armas hace un par de años.
     —Vaya, creo que deberíamos de hablar más.
     —Estoy de acuerdo pero creo que ahora no es el momento.
     —En eso llevas razón.

     Ares y Zoe también llegaron, aparcaron el coche y se quedaron dentro un rato, estaba algo nerviosa y era porque tenía a su hija y nunca podía llevar a pensar que eso volviera a suceder, pero si hubiera ido en su busca y no en la de su hija todo podría suceder diferente, pero al llevarse a su hija sabía que nada bueno podría salir de esa situación, cogió su móvil y llamo por teléfono.

Magia y DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora