Pequeños relatos con algunos personajes de "Demon Slayer" o "Kimetsu no Yaiba", ¡te invito a que leas y pidas el tuyo!
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↬ One─shots, drabbles y ¡más!
↬ Creados con f...
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Los pasos del demonio resonaban en el pasillo, en busca de la mujer a quien iba a pintar. Acarició de forma suave el cabello de su hija, atrayendo la mirada de la infante, por lo que con cariño le regaló una sonrisa la pequeña, mostrando su dentadura. Él solo rio suave.
Ahora que estaba a la vista de los cazadores tendría que tener más precaución, aunque, con una niña pasaba muy bien desapercibido.
─Es aquí ─dio aviso el encargado, ambos pararon su andar, deteniendo su caminado justo enfrente de una puerta.
Al parecer, la fémina se encontraba detrás de la entrada.
El hombre deslizó la puerta, dejando al descubierto el otro extremo de la alcoba. Al instante de hacer aquello y ante la acción provocar un ruido, Heather alzo su mirada, realizando contacto visual con el demonio.
No despegó sus orbes del hombre, por lo que él observo con suma atención esos ojos lila intensos, que al mismo tiempo radicaban una hermosa e inigualable brillo.
Podías ver el universo reflejados en ellos.
Podrían seguir segundos, minutos, e inclusivo horas así, la fémina no era de las personas que desviaban la mirada al instante de cruzar miradas. Al contrario, su intensidad hacía que rápido aquellos individuos cortaran el contacto. Pero se vio interrumpida su acción al percibir unas voces más.
─¿Niñas qué hacen aquí? Deben de estar en sus habitaciones ─informo el comisionado, ante aquello las infantes solo fueron a abrazar a la mayor, tratando de buscar protección en ella.
─Solo están conmigo ─respondió la mujer manteniendo su tono firme, odiaba cuando trataban así a las menores, por lo que no se inmutó en fingir su molestia─. Ya te puedes retirar ─mencionó haciendo que el hombre le tomara la palabra, al momento que salió, el de traje junto con la niña entraron.
Al instante en que el varón percibió aquello, notó la frialdad qué radicaba la pelinegra, "tan fría como un témpano de hielo".
Una vez que él cerró la puerta, las pequeñas relajaron su agarre de la bata qué Heather portaba.
