Diego tenía un mejor amigo. Es decir, Diego tenía otro mejor amigo. Seamos justos, hablando de mejores amigos, el libro de reglas GAY permite la existencia de otro más, siempre y cuando éste sea heterosexual. Así es como funcionan las cosas, a veces amanecemos con el pie derecho y estamos más en contacto con nuestro lado masculino. Esos días nos dan ganas de entrenar, de ver películas de terror, de beber cerveza hasta vomitar o incluso de salir a bailar y fingir ser los novios machos heteronormados de nuestras amigas para alejar a los pervertidos. Otros días, nos levantamos con el pie izquierdo. Esos días nos quedamos despiertos hasta la madrugada para ser los primeros en presenciar el estreno del nuevo sencillo de Lady Gaga o Ariana Grande en YouTube, al día siguiente nos aprendemos los pasos de la coreografía y luego nos dirigimos a Starbucks a comprar café frío sobre preciado camino a la oficina, donde llegaremos 5 ó 6 minutos tarde pero siempre luciendo bien.
En uno de esos días que Diego se levantó con el pie derecho, se hizo amigo de Sebastián. Le tomó mucho cariño y, puesto que lo conoció antes de salir del closet, prefirió ocultarle las cosas que hacía en sus días de pie izquierdo. En su defensa, puedo asegurarles que Diego aún era un niño, y aunque sabía perfectamente que dentro de él vivía el potencial de una señora de alta sociedad, en ese momento lo único en lo que pensaba era en pasarla bien.
Diego y Sebastián comenzaron a salir de parranda cada fin de semana, a los dos les gustaba la cerveza y los bares con música en vivo. Sebastián siempre decía que con Diego las cosas eran más sencillas, que todo fluía de manera muy natural y nunca se sentía comprometido a ser alguien que no era. Diego te hacía sentir así: amado, aceptado. Nunca hacía un juicio o daba alguna opinión a menos que se la pidieras, y según su sistema de justicia: "todos estaban actuando correctamente a menos que se demostrara lo contrario". Yo solía contradecirlo muchas veces, para mí todos actuaban de manera manipuladora y ventajosa hasta que no se probara lo contrario. Era mi modo de protegerme, de evitar que las personas pudieran acercarse demasiado y hacerme daño.
Con el tiempo se hicieron inseparables. Diego llegó a conocer todas las inseguridades de Sebastián, su miedo a fracasar, su fría relación familiar y sus sueños de estudiar literatura, carrera que no tenía ningún futuro a la vista de sus padres. Diego no se veía saliendo a los bares si no era con él a su lado, se sentía seguro y acompañado. Las conversaciones más reconfortantes acerca de su futuro siempre venían acompañadas de una cerveza y una canción.
Un día, Diego me confesó que estaba enamorado de mí. No pasó mucho tiempo antes de que empezáramos a tener una relación formal. La historia es más larga que eso pero no corresponde a este capítulo ni a este momento. Este momento le pertenece a Sebastián y a Diego, específicamente el día en que Diego decidió que era importante para él que las personas a las que amaba lo supieran. Hay personas que al salir del closet (cualquier modelo que éste sea) se empeñan en mostrarse valientes y decir que no necesitan gritarlo al mundo para estar bien. Es una postura respetable. Desde mi punto de vista, el salir a caminar al parque o ver una película con una persona a quién amas y te hace feliz es parte importante de lo que eres. Cuando una persona es muy cercana a ti emocionalmente, transforma tu vida, le da forma y rumbo a tus decisiones, no me parece que eso sea algo sencillo de ocultar. Las personas a quiénes decidimos amar son parte fundamental de lo que somos.
Volvamos al momento, específicamente al momento en que Diego se ofreció a llevar a Sebastián a su casa, como todos las veces que salían al bar. Aunque la salida de la noche le había hecho olvidar por un rato sus preocupaciones, todas volvieron a su mente en cuanto ambos entraron al auto. Estuvo durante todo el viaje buscando la manera de iniciar la conversación, pero siempre terminaban hablando de música o de las cosas que pasaban en la universidad. Al final, llegaron a su destino riendo y sin haber hablado del tema.
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El libro del amor GAY
Romance"Si cuento mi historia con Diego..." pensé. "...sólo generaría más preguntas". Desde que la animación por computadora empezó a existir, las películas se han vuelto mucho más interesantes, ahora podemos hacer reales a todos los superhéroes que por añ...