𝐅𝐢𝐯𝐞: 𝐃𝐚𝐧𝐜𝐢𝐧𝐠 𝐢𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐝𝐚𝐫𝐤

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Despertar

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Despertar. Para Maia abrir los ojos era caer en un profundo hoyo, dónde todo era gris y triste. Con la misma rutina de siempre se levantó, admiro sus pantuflas cómo si fueran lo más interesante del mundo y luego caminó al baño. Se lavó la cara y abrió el cajón de pastilla, contempló las píldoras y imaginó un día sin ellas.

Se quedó perdida mirando las pastillas irse por el inodoro. Maia solo quería un día normal, sin pastillas, sin doctores, sin medidas. 

Bajó y tomó su celular para llamar al chofer. Kaori estaba en la escuela, Hikari en la universidad, Kyujin en el set y Hannah con los ensayos. Era fines de Julio y habían pasado varios mese del debut y las cosas eran muy diferentes. Ninguna salía sin guardaespaldas y seguridad al tope. Habían aprendido la lección. 

Un mes luego del debut, Maia comenzó a recibir cartas de un Fan anónimo. Al principio era dulce y lindo, pero se volvió extraño, intenso y aterrador. No era bonito leer cómo una persona te seguía día y noche. 

Bajo del auto una vez que llegó a la empresa y se encerró en el estudio. 

Send me away—armonizó, buscando el acorde para la canción—With of a love song

Cuando la joven logró terminar la melodía agarró sus audífonos y decidió grabar ella sola la canción.

And I wear my pearls—al terminar, no pudo evitar soltar una lágrima y luego otra, y otra y otra. Era horrible ese sentimiento de saber que cada día que pasa es una día más cerca a tu muerte.

Era asqueroso saber cómo tu cuerpo va a descomponerse poco a poco, sin haber vivido lo suficiente. Sin haber reído lo suficiente, sin haber llorado lo suficiente. 

Suspiró al ver un mensaje de Jungwon pidiéndole tener una cena con él. Jungwon era como un destello de luz en su cielo gris y cada vez que estaban cerca, Maia se sentía en casa junto a él y le dolía no decirle la verdad. No quería ser una carga, darle lástima o pena y que dejara de mirarla como la solía mirar. 

Las horas pasaron y el tiempo parecía transcurrir de manera lente y aburrida. Kaori en el colegio, lidiando con las cámaras y entrevistas ante los rumores de citas. Kyujin grabando la nueva serie, luego ir tratando poco a poco salir de su gran pozo (aún faltaba mucho) Hikari estudiando, sabía que en algún momento dejaría de ser cantante y quería dedicarse a otras cosas. Hannah estaba ensayando los bailes, de seguro haciendo cosas con Heeseung cada vez que podían. 

Limpió, cocinó, leyó, bailó, durmió, volvió a limpiar, volvió a leer, volvió a cocinar, volvió a dormir. Hizo todo una y otra vez, tratando que el tiempo pase más rápido. Se puso su ropa se maquilló, se peinó y agradeció a los cielos cuando escuchó el claxon afuera.

Justo cuando guardaba sus llaves Hannah entró. Intercambió unas palabras con ella para ver si al fin se daba cuentas de sus sentimientos por el chico Lee.

Cerró la puerta detrás suyo y sonrió cuando Jungwon bajó para abrirle la puerta. Entró y lo saludó con un beso en la mejilla y en el transcurso del trayecto rieron y conversaron de sus vidas como si no se hubieran visto años. Llegaron al departamento personal del chico y la hizo pasar, encontrándose con una mesa y velas, dos platos con pasta y flores decoradas.

Le acomodó la silla y la ayudó a sentarse, sirviéndole un poco del vino en su copa. Maia comenzó a hablar y hablar y Jungwon a sonreír. Se complementaban de manera única. Eran polos opuestos, tan diferentes pero iguales la mismo tiempo.

—Debo admitir, Jay hyung hizo la mayoría—elevó las manos en rendición—pero no me quites crédito.

—Con razón sabía rico—rió la joven ante el rostro de Jungwon—estoy jugando, cocinas muy mal pero se aprecia el detalle.

Ambos estallaron a carcajadas hasta que quedaron a oscuras. La luz se fue y solo alumbraban las velas en el centro de mesa. Volvieron a reír.

—¿Qué haces?—preguntó entre risas cuando vió a Jungwon apagar las velas y tomar su celular.

—Bailemos—soltó la canción Perfect de Ed Sheeran por el parlante de su celular y sintió como se paró. Maia buscó su mano y cuando la tomó, se levantó.

—¿A oscuras?

—A oscuras—posó una mano en su cintura y sostuvo con su otra mano la de Maia. Se movieron al compás del ritmo y Maia sonrió cuando sintió al chico tararear la canción en voz bajita. Le dió un giro y la volvió a acercar a el. Aún a oscuras Maia podía verlo sonreír, como sus ojos se achinaban y sus oyuelos se marcaban.

Baby you look perfect tonight —murmuró al terminar la canción cerca de ella y por arte de magia las luces se prendieron, encontrando sus rostros más cerca de lo esperado.

—Eres perfecta Maia Kim—susurró antes de juntar sus labios en un largo y dulce beso. Acunando el rostro de la chica entré sus manos de manera delicada.

Al separarse, Maia lo observó detenidamente. Lo amo. Pensó, no sabía cómo, pero lo hacía. Lo amaba con cada latido que su corazón daba, con cada fibra de su cuerpo, cada respiracion, cada mirada. Desde lo profundo de su ser, sabía que lo amaba. 

—Te amo.

—Yo te amo más.












Sí, ya sé me fuí pero prometo que seré más constante. Quiero terminar la saga antes de publicar otros libros, no más que me niego a terminar el 2024 sin acabar la saga.

No sé si cambiar las portadas por pics en pinterest o pedir a alguien  que lo haga pipipip.

Los quiero mucho, voten y comente o lloro


~Sunshine~

𝐈𝐅 𝐈 𝐃𝐈𝐄 𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora