07 | "Él pidió sin pepinillos"

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El fuerte dolor de cabeza no fue lo que incitó a Shinso a levantarse de golpe medio desorientado, solo para darse cuenta de que ni siquiera estaba en su cuarto

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El fuerte dolor de cabeza no fue lo que incitó a Shinso a levantarse de golpe medio desorientado, solo para darse cuenta de que ni siquiera estaba en su cuarto.

Tampoco fueron las náuseas que prácticamente lo obligaron a cerrar sus ojos con fuerza —como si pudiera deshacerse de la sensación de esa manera—, e intentar respirar profundamente. De todas maneras, no era la prioridad en esos momentos, así que Shinso se conformó con girar de lado hasta que su mejilla quedó presionada contra el borde del cojín.

Definitivamente, no se despertó por su vestimenta, de la cual solo puede reconocer uno de los zapatos que trae puesto y sus pantalones. Además de eso, tiene un suéter enorme —que no es suyo—, arrugado a más no poder con...

¿Sabes qué? El suéter no importa.

La verdadera razón que lo obligó a dejar el mundo de los sueños para enfrentarse a una cruel realidad, fue el sutil y decente modo en que Bakugo entró a su hogar, para poner en práctica la especial manera que tiene de expresar su preocupación. Shinso no juzga, pero unas pastillas para el dolor de cabeza no estarían mal.

—¡Despierten, idiotas! Tienen patrulla en una hora. ¡¿Cómo se les ocurre salir a tomar un martes?!

Shinso abrió los ojos confundido cuando escuchó a Kaminari gruñir, y fue entonces cuando descubrió que dormitaba cómodamente sobre su costado derecho, con la cabeza de lado y torcido incómodamente. Seguro tendría fuertes dolores de cuello, si es que su espalda no lo mataba primero.

Shinso no está muy seguro si se volvió a dormir. No cree que ninguna persona en sus cinco sentidos, se duerma tranquilo con una de las miradas mordaces de Bakugo, cuando se supone que no debe hacerlo.

No importa. Si se durmió o no, definitivamente se despertó cuando el rubio arrojó dos cajas de pizza sobre su mesa, seguido de algunas pastillas.

Shinso definitivamente recuerda haber pedido la pizza, incluso recuerda que llamó específicamente a la pizzería. Aunque, eso explicaría el parecido en la actitud del operador con Bakugo.

La cuestión es que Shinso aún se encuentra más dormido que despierto y su capacidad para expresar lo que sus pensamientos quieren decir, es casi nulo.

—Pero, él pidió sin pepinillos —Shinso palmeó lo que creía que era el hombro de Denki unas cuantas veces para señalarlo.

—¡La pizza no lleva pepinillos, imbécil! —Bakugo prácticamente echó humo por las orejas. Parecía a punto de explotar y llevar a las cenizas el lugar.

—¿Qué? Pepperoni dije —Shinso murmuró, una vez más desconcertado.

¿Puedes creer que Bakugo frunció aún más su ceño?

—Yo dije pepperoni —repitió luego de un bostezo, antes de dirigir su mirada hacia Denki—. ¿Quieres pepperoni?

Cuando ambos observaron a Denki, esperando por una respuesta, se dieron cuenta de que si el rubio se había despertado en algún momento de la conversación, se había quedado dormido de nuevo y en una posición mucho más incómoda que la anterior.

Mystery and Charm | ShinKami Month 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora