09 | Toque suave

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Denki tarda unos segundos en ser consciente de su entorno mientras arruga su ceño a medida que se esparcen los últimos fragmentos de lo que él cree que estaba soñando

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Denki tarda unos segundos en ser consciente de su entorno mientras arruga su ceño a medida que se esparcen los últimos fragmentos de lo que él cree que estaba soñando. Cuando finalmente no queda ninguno, suspira indignado por haberse despertado sin ninguna razón.

Como siempre, despierta con el rostro enterrado bajo una o dos almohadas, las cuales cubren su cabeza por completo. Es un misterio para él, como siempre termina durmiendo de esa manera, y es una información que Hitoshi no quiere revelar.

Sacude su cabeza de un lado a otro hasta que las almohadas se deslizan y terminan en el suelo. Casi se siente mal al notar que perturbó el sueño de uno de sus gatos.

Casi.

Ese sentimiento desaparece y es remplazado por uno de alegría en todo su esplendor, cuando su mirada da con el reloj, el cual marca apenas las dos de la madrugada, ¡tiene tres horas más para dormir! No puedes culparlo por la sonrisa satisfecha que se forma en su rostro.

Gira su rostro hacia el otro lado de la cama y ve a Hitoshi —quien debería estar durmiendo—, sentado y con su celular en mano. La pantalla refleja en su rostro una suave luz morada que hace de su cabello y sus ojos una vista armoniosa.

Denki puede decir que está pasando el tiempo con ese juego de gatos que descargo la semana pasada para su hermana menor, así que solo rueda los ojos y se arrima como un gusanito hasta llegar a él.

—¿Te desperté? —Hitoshi pregunta en voz baja tan pronto como siente el movimiento, tomándose su tiempo en observar al rubio porque nunca puede dejar de sentirse atraído al ver las maravillas que trae con él, como el brillo de sus ojos y su cabello.

Mhh, no —Denki balbucea, soltando un pequeño suspiro al escuchar su voz porque ama cuando habla bajito, tranquilo, sin tensión ni preocupación.

Hitoshi vuelve su atención al celular y Denki se deja caer por completo a su lado, notando como Hitoshi sube un poco el volumen porque sabe que a Denki le gusta la melodía del juego.

Eventualmente, el rubio se inclina hacia él, y coloca el mentón en su hombro, moviéndose exageradamente para llamar su atención.

Hitoshi gira su rostro hacia él, quedando a solo centímetros. Sus ojos morados captan la mirada traviesa que Denki hace cuando quiere pedir algo. Shinso considera que para ser una persona ruidosa, sabe cómo convencer a las personas en silencio.

Hitoshi apaga su celular y lo deja a un lado de la cama para acomodarse hasta quedar acostado boca arriba. Denki no pierde tiempo y se acerca aún más hasta que su cabeza descansa cómodamente en su pecho.

Shinso sube la franela de Denki hasta sus hombros y pasea una de sus manos por su espalda, haciendo un largo recorrido desde uno de sus hombros hasta los costados de su cadera.

El movimiento es constante y en ocasiones se asegura de dibujar remolinos con su otra mano en los lugares donde es más sensible, solo para molestarlo un rato.

Denki probablemente esté exagerando, pero no le importa. Se siente en el paraíso y eso es todo lo que tiene que decir. Ni siquiera puede explicar con palabras lo relajante que se siente el toque suave y constante contra su piel.

Shinso continúa trazando patrones en su espalda cada pocos segundos y Denki ni siquiera tiene que esforzarse en relajarse. Sus músculos pierden tensión y sus ojos se cierran lentamente a medida que el sueño regresa de nuevo con una sonrisa tranquila y tonta en su rostro.

Mystery and Charm | ShinKami Month 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora