13 | Ya no existe un futuro juntos

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Fue una semana difícil y agotadora, donde los días parecieron demasiado extensos y sofocantes hasta el punto de desear con gran anhelo las pocas horas de paz que se tiene en la noche

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Fue una semana difícil y agotadora, donde los días parecieron demasiado extensos y sofocantes hasta el punto de desear con gran anhelo las pocas horas de paz que se tiene en la noche. Días, en donde el único pequeño alivio fueron los silencios continuos en un ambiente muy carente de cariño.

En tan solo unos minutos, todos esos momentos tensos e incómodos que pasaron en la semana se fusionaron hasta convertirse en una bola de ansiedad que fue directamente a sus estómagos en el momento en que ambos decidieron dirigirse la palabra.

Kaminari, un conversador natural, tuvo la sensación de que las palabras en la conversación fueron extremadamente escasas y planeadas. A pesar de eso, la bola de ansiedad que se asentó en su estómago, se convirtió en un agradable sentimiento de esperanza desde la primera palabra intercambiada.

Con una solución —un poco indiferente— de último minuto, ambos acordaron salir como en los viejos tiempos; tener una cena tranquila, pero exquisita y una caminata en la playa, donde el viento se lleve la pesadez y con suerte, el mar aleje el estrés.

A Kaminari le encantaría especificar a qué se refiere exactamente con "viejos tiempos", pero no consigue identificar en que momento todo se puso tan mal.

Ignorando eso, Kaminari sintió la esperanza y el alivio extenderse por todo su cuerpo. Finalmente podría sacar aquellas palabras sinceras que él mismo ahogó cuando comenzó su pelea, porque sabía que no valía la pena regalarlas, si Shinso estaba tan cegado por la furia. Ni siquiera alguien tan brillante como Denki, sería capaz de guiar a Hitoshi a través de una neblina indiferente.

Ambos llegaron al restaurante y solo tuvieron diez minutos y un poco más de aquella paz y normalidad que desesperadamente estaban buscando, siendo recibidos al instante con bienvenidas elegantes y vistas realmente deslumbrantes.

Kaminari no tuvo la oportunidad de disfrutar la comida o la suave música. No cuando esas palabras escaparon de los labios de Shinso.

—¿Q-qué?

—Quiero terminar... contigo.

La verdad es que Denki debe ser algún tipo de masoquista, porque prácticamente preguntó nuevamente por algo que ya había escuchado, fuerte y claro. De hecho, seguía sonando como un mantra en su mente.

Inconscientemente, se da cuenta de que las palabras llegaron a él con una voz entrecortada y tímida, pero al mismo tiempo una voz muy segura. Denki no sabe exactamente como describirlas.

Las percibió como si finalmente Shinso hubiera sacado de él, algo que estaba a punto de estallar en su interior, pero al mismo tiempo notó el arrepentimiento con el impreciso articular de su boca. No cree que el arrepentimiento se deba a la decisión, pero en el fondo, Shinso sabe que ese no era el momento. Kaminari tampoco sabe cuándo hubiera sido un buen momento.

A pesar de todo, Denki debe felicitarlo: le quitó toda el hambre que traía del día con solo esas palabras. ¡Ni siquiera Bakugo, que cocina tan bien y rápido, podría ser capaz de saciar su hambre con esa velocidad!

El rubio se asustó cuando sintió que el suelo bajo el desaparecía de golpe. Sintió su mundo inclinarse y sus pensamientos bloquearse como no debería. Solo eso hizo que la primera lágrima cayera con lentitud. Luego siguieron las demás.

Siguieron apareciendo y bajando —a pesar de todos los esfuerzos por retenerlas—, hasta que sus mejillas se bañaron en frustración y confusión. En algún punto, sus manos terminaron cubriendo su boca, sellando la posibilidad de reír o sollozar. Denki no está seguro, perfectamente podría echarse a reír ahí, ¿Por qué no? Dicen que las risas curan el alma.

Shinso solo desvió la mirada. Por costumbre sintió el impulso de tomar las manos del rubio entre las suyas. No, se reprendió a sí mismo. Respiró hondo y asintió unas cuantas veces, para darse el valor que se le había escapado.

No tuvo tiempo de cuestionar qué había en la cajita de terciopelo sobre la mesa, cuando ambos se estremecieron con fuerza en sus asientos al escuchar aplausos de —quien ellos suponían—, era la mesera que los estaba atendiendo.

Los aplausos fueron creciendo gradualmente; siguieron las palmadas de la mesa situada a su lado, luego del recepcionista, los guardias, y sabrá Dios quién más, volviéndose cada vez más estridente con los segundos y en solo unos momentos, una parte considerable del restaurante estaba aplaudiendo a su mesa con emoción y afecto.

Varias frases nadaron entre el mar de aplausos por unos segundos, frases que Hitoshi no notó, probablemente estaba ahogándose en la culpa de un gracioso malentendido; sin embargo, Denki si escuchó con claridad el "¡Felicidades!" emotivo de la familia que estaba sentada a una mesa de distancia.

La mesera salió de su trance y admiración para colocar champán en la mesa, acompañando a las dos copas de vidrio, relucientes y delicadas. Tan delicadas como las ganas de Kaminari por seguir en ese lugar.

Sin saber, ella celebró sin su permiso lo que pensó que sería el comienzo de sus vidas, el sello de su amor o cualquiera de esas frases románticas que prometen una historia diferente y única con final feliz.

Esa noche, aquellas personas del restaurante juzgaron sus lágrimas erróneamente, como si aquellas gotas de sal fueran de felicidad pura. Nadie cuestiono el hecho de que no hubo pregunta, la pequeña cajita estaba cerrada y ni siquiera sabían si un anillo era lo que contenía. Nadie imaginaba la frustración que era todo su ser.

La seriedad de Shinso fue interpretada como la fortaleza y paciencia que se debe tener al hacer una pregunta de tal magnitud. No estaban del todo mal, la verdad.

Y entonces, esa noche no hubo caminata por la playa ni un futuro juntos en sus miradas.

Me inspiré en el relato de una chica en Reddit, pero por si no entendieron, Shinso rompió la relación y el restaurante de alguna manera pensó que era una propuesta de matrimonio por la cajita y el llanto y tal

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Me inspiré en el relato de una chica en Reddit, pero por si no entendieron, Shinso rompió la relación y el restaurante de alguna manera pensó que era una propuesta de matrimonio por la cajita y el llanto y tal.

Les juro que en mi mente la cosa era más dramática. 

Mystery and Charm | ShinKami Month 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora