Cinco

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— A Z U L —

Milori suspiro tranquilo mientras salía de su casa,el aire fresco y frio que impactó su rotro ya que las lluvias se avecinaban y no pudo estar más que alegre al ver el cielo nublado y gris.

Los días y épocas así le gustaban,y no porque se ponía a leer y beber café, Milori odiaba el café,si no porque podía estar todo el día acostado con sábanas calientitas,su madre hacia chocolate con malvaviscos,y mientras él veía series de caricaturas en su habitación junto a las gemelas,en la habitación de a lado podia escuchar las risas de sus padres.

Realmente le gustaban esos días por ser familiares,además de que su madre no lo obligaba ir a la tienda por las lluvias.

Pero ahora sábado,tuvo que convencer a sus dos progenitores a que,aparte de que le prestarán el auto,le dejarán ir a la nueva cafetería donde acordaron todos ir el miércoles pasado.
Al principio su padre no estaba seguro de dejarlo ir,pero en cuanto escuchó el nombre de Soon le dio hasta billetes de más por si alguna emergencia.

Respiro hondo ajustando más su chamarra térmica de mezclilla y quitando el seguro del automóvil se adentró prendiendo la calefacción.
Hacia bastante frío y no quería arriesgarse a resfriarse.

Manejando con precaución de no romper alguna ley de tránsito en Londres,llegó al lugar que el GPS le indicó.

Estaciono el auto justo en frente de la cafetería encontrando ya a todos sus amigos,incluso Sled quién llegaba siempre tarde a todos lados.

-Hey,que carrito el que te cargas.-Hablo Melissa al ver el año del automóvil.

-Es de mi papá,tuve que rogarle una hora entera para que me diera las llaves.Según él es más caro que mi vida.

Todos rieron mientras entraban al local,dejaron todos sus abrigos y chamarras en el perchero y,mientras Milori y Melissa iban por los pedidos,los demás pedían amables a los trabajadores que juntaran varias mesas para un grupo de doce personas.

-Nosotros tenemos meseros chicos,en seguida les llevaremos la carta.

Melissa y Milori sintieron hacia la señorita de la barra y volvieron a su grupo de amigos quienes peleaban,gritaban y jugaban al tratar de acomodar las mesas.

-¡Hey-.Milori golpeo con la palma de su mano la madera de la mesa y todos callaron al instante.

Tal vez el albino no era el mas joven o tímido de todos,pero si era el que tenía el liderazgo,por así decirlo,y la voz más fuerte y ronca de todos.

-Dejen que los pobres chicos hagan su trabajo y dejen de comportarse como monos silindreros.

Rosetta y Gliss bajaron de la espalda de dos trabajores y todos se recorrieron a la pared para que los tres jóvenes con mandil acomodaran las mesas y sillas.

-Si la dueña no nos prohíbe la entrada será un milagro. -Milori río a lo dicho de Melissa.

-Esperemos y no porque el olor a café y los pastelillos de la tarima me están engatusando con su olor.

Después de que los trabajadores acomdaron las mesas y pusieron un mantel más grande y varios floreros pequeños los diez chicos se sentaron distribuidos,y mientras Milori agradecía a los tres chicos y les daba una propina justa después de aguantar a sus amigos,otro chico llegó con varias cartas del menú.

-Mi nombre es Seok y estare a sus órdenes.

-Y yo soy Joan,al ver que son bastantes supimos que no bastaba con un mesero,así que nosotros estaremos a sus órdenes en lo que termina su estancia aquí.

𝐵 𝐿 𝑈 𝐸 - Lord Milori Y La Reina Clarion Donde viven las historias. Descúbrelo ahora