Capítulo II

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Mara

Me miré al espejo por última vez. Como no era que me importara mucho la ocasión e iba a estar toda la noche en casa no me arreglé mucho, me puse unos tejanos negro pitillo y una camiseta blanca de manga corta.

Cuando me aseguré de que estaba lo suficientemente decente para dar una buena impresión bajé a la cocina para acabar de ayudar a mi madre con los preparativos. Siempre se estresaba mucho cuando teníamos visita, quería que estuviera todo perfecto.

Me pasé los siguientes quince minutos llevando cosas desde la cocina hasta la mesa del comedor con la ayuda de mi hermano, que bajó poco después que yo. Cuando estuvo todo listo y solo faltaba sacar la maravillosa comida que había preparado mi madre llamaron al timbre. Mi padre salió del despacho donde había estado encerrado hasta ahora listo para simular que todo iba bien y que éramos una familia idílica y fue directamente a abrir la puerta.

Aaron y yo escuchamos voces provenientes de la entrada saludando con emoción y diciendo lo típico que se dice cuando te reencuentras con un amigo después de demasiado tiempo.

¡Me alegro de verte!

¿Cómo van las cosas?

Tendríamos que vernos más a menudo

¿Y los niños?

Nos levantamos cuando las voces se empezaron a acercar por el pasillo, preparados para saludar. Un hombre trajeado y con un semblante bastante serio apareció primero junto a mi padre. Tenia el pelo negro y unos ojos marrones bastante intimidantes, todo sea dicho. Detrás una mujer bastante más bajita que él y con unos ojos azules que parecía que ya había visto antes los seguía acompañada de su hijo que era mucho más alt Espera.

Ese chico me sonaba demasiado. Me puse a intentar recordar dónde lo había visto antes. Era imposible que me olvidara de una cara tan perfecta como la suya. Entonces me vino a la cabeza y todos los buenos comentarios que hizo mi mente sobre su aspecto desaparecieron. No me lo podía creer. El capullo de la cafetería. ¿Es que no había más gente en el mundo?

Entonces mi padre habló acercándose a mí y me devolvió a la realidad.

-¿Te acuerdas de Arthur Mara?

-¡Claro que no! Era muy pequeña la última vez que nos vimos, ¿verdad?- añadió mirándome a mi. La verdad era que para parecer un hombre que podría matarte con una mirada era bastante agradable.

-No, la verdad es que no me acuerdo mucho- añadí con una sonrisa tímida.

Su atención pasó a mi hermano y la mujer, que había estado con mi madre después de que esta apareciera, vino a saludarme. De momento todo iba bien, Sophia resultó ser muy agradable y yo me encontraba bastante a gusto. Al menos hasta que ocurrió lo siguiente.

-Logan cariño, ¿te acuerdas de Mara?- dijo haciéndole un gesto a su hijo, que estaba hablando con mi madre, para que se acercara.

-No la verdad, pero me alegro de volver a verte- me lanzó una mirada que me demostró que se acordaba de lo de esa mañana, y sin apartar los ojos de los míos se inclinó y me dió un beso en la mejilla a modo de saludo. Me quedé paralizada y noté como me subía la sangre a la cabeza.

Genial ya me he puesto como un tomate

¿De dónde había sacado esas confianzas? Capullo.

Entonces me di cuenta de que aún no le había contestado y decidí abrir la boca antes de que empezaran a mirarme raro.

-Eh sí, yo yo también me alegro de verte- mierda, ¿porqué me había puesto tan nerviosa?

Mi madre pidió que nos sentáramos y yo no pude estar más agradecida de tener una excusa para escapar y dejar la conversación, que me estaba empezando a resultar bastante incómoda.

La cena transcurrió sin ningún incidente mientras yo evitaba por todos los medios que mi mirada se cruzara con la de el tal Logan, que estaba enfrente. Aunque él estaba muy ocupado manteniendo una conversación con Aaron, sorprendentemente parecía que se llevaban muy bien. Y digo sorprendentemente porque no entendía cómo alguien así le podía caer bien a alguien, ni siquiera a mi hermano.

Yo me dedicaba a seguir la conversación que mantenían los adultos, aunque todo giraba en torno al trabajo y yo sobre ese tema entendía entre poco y nada, pero al menos pasaba desapercibida. La cosa iba bien.

Entonces Sophia volvió a centrar su atención en mí y yo me tensé al instante al darme cuenta de que iba a pasar a ser el centro de atención.

-Mara cielo, ¿estás nerviosa por empezar en un nuevo instituto?

-Em bueno, un poco la verdad- un poco no, muchísimo. La idea de estar rodeada de gente que se conocía entre sí mientras yo no conocía a nadie me aterraba. Pero no quería que se notara lo desesperada que estaba.

-Bueno es normal- Entonces se le iluminó la cara como si se le hubiese ocurrido la mejor idea del mundo.- Espera. ¡Logan podría estar contigo los primeros días!- Dijo completamente emocionada.

Tanto Logan, que no había estado prestando demasiada atención, como yo giramos en redondo hacía ella con el ceño fruncido.

-No me miréis así- continuó Sophia-, Logan es un año mayor que tú si no me equivoco. Podría llevarte y traerte cada día ya que tiene coche, y hacerte compañía a la hora de comer y en otros ratos libres. Al menos los primeros días. Te irá bien tener a alguien conocido cariño.

Me la quedé mirando sin saber muy bien qué decir. Entonces me giré hacia Logan, suponiendo que la idea le apetecía tan poco como yo, y vi que su cara de fastidio pasaba a convertirse en una sonrisa burlona cuando vio cómo casi le suplicaba con la mirada que le dijera que no.

Mierda, esto no podía traer nada bueno.

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⏰ Última actualización: Jul 15, 2022 ⏰

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