Maratón (7/7)
___Jungkook___
🐭Alonzo trabajaba en un Starbucks ubicado en Los Ángeles, California. El local no quedaba lejos de él edificio donde alquilaba pensión por más de dos años, no se quejaba ya que le pagaban bien, y eso por ser uno de las cafeterías con más movimiento y llegada de todo el mundo, en el lugar trabajaban dos compañeras del chico sin embargo se repartían sus labores
Era Lunes bien temprano por la mañana, le tocaba a Alonzo el turno de 7:30am hasta las 12:30 del mediodía ya que luego le tocaba ir a la Universidad lo que quedaba del dia, porque si, el chico estudiaba en a tarde y llegaba a su casa en la noche, todo depende de su horario
El joven se había puesto el delantal verde oscuro, el cual hacia juego con su camisa blanca unos jeans ajustados arriba y la parte de abajo anchos junto con unas zapatillas blancas Nike y su respectiva gorra verde con el logo del local.
Saludo a sus dos compañeras de trabajo, Mindy de 24 años de edad quien acababa de terminar la Universidad y ahora estaba dedicada de tiempo completo al empleo
Y estaba Cristhina, de 22 años quien seguía también en la Uni como el mientras trabajaba en el Starbucks y en las noches era mesera en un Pug
Se llevaban muy bien los tres, eran los tres mosqueteros inseparables, tuvieron una conexión inquebrantable desde que comenzaron a laboral en el lugar los tres desde el día 1.
-Bienvenidos a Starbucks- saludo de manera amigable y en un tono profesional a dos chicos que tenía en frente después de colocarse detrás del mostrador- ¿Que desean pedir?- preguntó ajustando su gorra
-Un Captain Crunch Frappuccino- respondió uno de ellos con mirada parecida a la de un ratoncito pensó Alonzo relamiendose sus labios rosados- Por favor- le guiño un ojo
- A mi un Frappuccino de Oreo con tres de azúcar si es posible chico- le guiñó el otro, un poco más bajo el cual le sonreía y sus ojitos se achinaban de manera chistosa
Alonzo con un asentimiento de cabeza se volteó para preparar las bebidas, no era un secreto que muchas veces le coqueteaban pero esta vez se sintió algo apenado y sonrojado también por esos dos chicos que estaban ahí, viéndolo como si fuera una carne jugosa en plena vitrina
Por otro lado Jimin y Jungkook habían optado por ir a una cafetería o algo parecido a comprar unas bebidas ya que luego irían a un estudio de tatuajes para ver qué se harían juntos, los dos amigos estaban locos por hacerse un tatuaje y hoy se afrontarían a mostrarle el bosquejo al tatuador para que tuviera su imagen lista y ponerse de acuerdo para la hora de tener sus dibujos de tinta en sus pieles
Antes algo de cafeína no estaría mal, pero vaya que casi se le baja la azúcar al pobre de Jungkook al ver en el mostrador a uno de los chicos más hermosos que han podido ver sus gloriosos ojos, Jimin se dio cuenta al instante y no tardó en bromear un poco
-La baba Kook- le susurro Jimin en el oído
Jungkook giro uno grados para pestañar varias veces
-¿Que?- preguntó sin saber
Jimin rió y le señalo el suelo