ANTONELA - La Historia Continua...

Capítulo 2: "Una Juntada entre primas"

Después de tantas penas y recuerdos, un día decidí con mis hermanas hacer un tipo de pijamada entre primas. En lo cual invité a Celeste con sus trillizas y sus hijas, mis primas Noemi y Daniela y Keila con mi prima Sarai y Maria Paz. En esa juntada era con la sencilla de conectarnos con Cris a través de todo lo qué nos hacía en vida para este tipo de cosas, qué era cómo por ejemplo tocar música, acordarnos de anécdotas etc, lo cual era cómo un tipo de sanar la muerte de Cristian y asumir qué él nos cuidaba de otro plano terrenal.

"Pascal mirando por la ventana de mi habitación hacia su apartamento del frente"...

Mientras compartimos vi a Pascal en mi habitación mirando hacia su apartamento donde viven ellas, lo cual me acerque y nos pusimos a charlar...

  — Tia Anto ¿Por qué está la vida es tan injusta? veo y apartamento y le veo sin vida, opaco y triste, porque desde qué murió papá ya nada es lo mismo — Exclamó Pascal aún viviendo su duelo a su manera —

— ¿Sabes? ya deberías dejar descansar a tu papá, él dónde está está bien y siempre te cuidara, solo tienes qué ahora ser valiente y vivir y disfrutar la vida a plena sin penas ni nada — Respondí abrazándola por su espalda muy tiernamente —

— Tia Anto quiero contarle algo pero prométeme qué no lo sabrá mamá — Dijo Pascal en modo de susurro —

— Tú sabes qué puedes contarme lo qué sea y qué nuestros secretos quedarán solo en nosotras — Exclame con una sonrisa —

— Pues tengo planeado volverme a Rapa Nui para siempre, es él único lugar dónde me sentiré más cerca de papá, a pesar qué está sepultado acá en Buenos Aires —

— Tía ya estoy grande tengo 14 años y se qué sí vuelvo a la Isla a vivir a mis tierras no estaré sola, viviré con mí mejor amiga y creo qué sí le digo a mamá ella me entenderá — Exclamó Pascal tranquilamente — ...

Había pasado cómo una hora, cuando Pascal nos comunicó a todos lo que a mí me había contado, qué quería volver para siempre a Rapa Nui. Cuando Celeste escuchó eso, quedamos prácticamente todas mudas, pero sentimos qué Celeste la iba a apoyar en su decisión y Pascal volverá nuevamente a la isla a rehacer su vida ya cerrar su duelo de la muerte de su padre.

Recuerdo qué cuando fuimos a dejar a Pascal al aeropuerto, nos invadía una tristeza al saber qué ahora sería muy costoso ir a ver a nuestra chiquita a su isla natal. Cuando él avión partió, nunca había visto llorar tanto a Celeste por su hija, pero sabíamos qué era por su bien y por él bien de cerrar su duelo por completo.

Los días pasaron, y tratábamos de vivir una vida normal, lo cual se modificaron, eso no significaba qué olvidamos la memoria de Cris, pero sabíamos qué ya estaba todo resuelto y qué a pesar de todo, volveríamos tarde o temprano a reencontrarnos con la felicidad nuevamente.

Éramos de hacer juntas entre primas casi todos los fines de semanas, y la verdad, qué lo pasábamos super bien. Lo mejor de todo qué Pascal nos todos llamaron los días sobre todo a mí qué era cómo su confidente y su caja fuerte de secretos; una tarde mientras cenaba con mis hermanos en mi apartamento, se me ocurrió la gran idea de ir a visitar a juntos con Celeste y Colomba y obviamente mis hermanos a Pascal a Rapa Nui, lo cual sacamos sin pensar dos veces los pasajes y nos fuimos a vacacionar a la isla chilena.

Cuando llegamos a la isla, y nos vio Pascal llegar no lo podía creer, fue una sorpresa inesperada para ella vernos ahí junto a ella y en su tierra natal. La más contenta era Colomba al ver nuevamente a su hermana y mí prima para qué decir era la chica más feliz al ver a su hija nuevamente tan feliz.

 Una vez instalado en la isla y en casa de Pascal, Celeste se acercó a su hija y se puso a charlar pero en idioma pascuense...

— Pascal me i tenei wa poto kua tae mai koe ki konei he pai ki ahau — Preguntó Celeste mientras contemplábamos el paisaje —

— Ae, kare au e amuamu i konei, kei te tino pai au i tua atu i tera, kaore au i hapa i tetahi mea ka koa ahau ki te noho ano ki te whenua i whanau ai ahau. — Respondió Pascal tranquilamente —

— Kei te tino koa ahau ki te mohio kei te pai koe, ina koa ko Pascal, kei te pirangi tonu ahau kia mohio koe kei te tino mihi matou ki a koe i Argentina. — Respondió Celeste —

Ya había llegado él atardecer en la isla, y Pascal nos había preparado la cena, lo cual Celeste quedó en shock al ver qué su hija ya se estaba convirtiendo en toda una mujer de casa. Esa noche después de cenar, salí a caminar por la isla lo cual me funciono para conectarme conmigo misma y la verdad me funciono muchísimo. Cuando volví junto a las chicas, sentí un relajo total, tan así qué ni supe cómo me dormí.

Al siguiente día, Celeste se le ocurrió la brillante idea de salir a cabalgar en caballo lo cual unos amigos de Pascal nos prestaron sus caballos y salimos a recorrer la isla por completo. La verdad qué los días qué estuvimos en Rapa Nui visitando a Pascal fueron momentos sublimes y muy emotivos, recuerdo qué él día qué nos volvimos a la Argentina con Celeste fueron de muchas emociones encontradas sobre todo de Colomba qué lo qué menos quería, era estar lejos de su hermana nuevamente.

Cuando volvimos a Palermo nuevamente, mis hermanas me esperaban con ansias en él apartamento, la verdad qué igual la extrañe mucho él tiempo qué estuve visitando a Pascal en la isla, lo cual, ese día lo hicimos exclusivamente para nosotras tres.

Esa tarde estábamos de lo mejor con mis hermanas, cuando me llamó mí mamá dándonos la peor noticia de nuestras vidas, qué era él fallecimiento de mí abuelito Jaime, cuando supe qué había muerto mí abuelo no lo podía creer, fue así qué me reuní con Celeste y mis otras primas y viajamos al campo de San Isidro a su velatorio, esa misma noche llegó sorpresivamente Pascal de la isla a San Isidro, lo cual celeste se sintió más acompañada aún.

Esa noche en el velatorio de mí abuelo fue un reencuentro con nuestros primos y sobre todo para Pascal al ver a todos sus tíos nuevamente.