Naufraga

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He estado naufragando...

Sí, lo he hecho... y de la manera más torpe e ilógica de todas y también he enloquecido desde el momento que quise tomar unas hojas de aquella palmera firme y seca para crear unas alas y volar. Cuando las quise probar tirándome de un abismo, creyendo en mi estrategia infalible que sobreviviría.

Mientras descendía experimenté el contacto intenso del viento chocar con mi piel, sentí el latir insistente de mi corazón queriendo salir. Estaba tan encendido... Tan vivo... Y sonrei, sonreí feliz, pero todo fue muy efímero.
Había cometido una locura.

Me vi nadando de forma agónica buscando algo que pudiera ayudarme, pero no hallé nada. Me encontraba de nuevo sola ahogandome en ese inmenso mar, entonces nadé y me aferré a unas piedras enormes que sobresalían del agua y me resbalé, caí, me golpee y lloré pérdida. De verdad me dolía...

Empece a reírme de mí, en realidad si jamás hubiese hecho ese raro invento no estuviera entre tanta peligrosidad, quedé inconsciente en algún momento y entonces sentí unas manitos jalarme hasta tierra firme, me arranco las hojas de plameras y observé las dos manos en la cintura enojada.

-¿Cómo puedes intentar matarnos de esa manera?

-¿Dé que hablas?-Le pregunté un poco confundida.

-Antes solíamos tener sueños, éramos más lógicas y ninguna situación nos superaba.

-He hecho de todo para salir de aquí y no puedo-solloce.

-no lo has intentado suficientes mira allí.- miré hacia donde indicaba y había una balsa.

-¿Pero como...?-Mis ojos se abrieron sorprendidos.

-Siempre ha estado ahí, en tus propias narices, solo que siempre buscas la forma de dejarnos aquí solas y perdidas... ¿Porqué nos sigues autosaboteando Maddy?

Fragmentos de un alma rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora