La bella durmiente del diablo (Libro 1)

Capitulo 71 ¿Sufriste una gran pérdida?

Cuando Feng Ning se fue, la atmósfera alrededor de Lu Yifeng y Xia Meiren era incómoda. Lu Yifeng no decía nada y esto la hacía sentir más culpable.

"Y-Yifeng ... lamento no haberte contado sobre esto". Xia Meiren se disculpó casi con voz susurrante.

Lu Yifeng todavía estaba callado. Él continuó comiendo mientras ponía algo de comida en su plato de vez en cuando.

Ella frunció los labios mientras lo miraba. Volvió a su comida y decidió seguir comiendo.

Después de que terminaron la comida, Lu Yifeng se limpió los labios con una servilleta antes de levantarse y comenzar a caminar hacia la salida del restaurante.

Xia Meiren estaba en pánico. Terminó pagando por la comida antes de correr a toda prisa detrás de él.
"¡Yifeng, espera!"

Su Lei abrió la puerta del asiento trasero para su jefe.

Lu Yifeng entró al auto. Temerosa de que él la dejara, ella rápidamente entró al auto y se sentó a su lado.

"Yifeng". Ella sostuvo su brazo. "Lo siento mucho."

Pero aun así, él le dio un hombro frío.

Su Lei tragó saliva nerviosamente. ¿Su señora podrá apaciguar al jefe? Comenzó a conducir de regreso a la empresa.

"¡Yifeng, Yifeng, Lu Yifeng!" Ella comenzó a sacudir su brazo.

Cuando volvió la cabeza hacia ella, le dirigió una mirada fría que la silenció. Pero incluso con esto, ella se negó a soltarle el brazo. "Yifeng ... por favor, no actúes de esta manera. Realmente lamento que lo sepas".

Al final, Lu Yifeng continuó dándole un tratamiento silencioso que estaba empezando a preocuparla. Lu Yifeng puede ser una persona tranquila, pero él siempre le prestaría atención, nunca la ha ignorado así. No estaba acostumbrada a este tratamiento silencioso que él le estaba dando.

Estuvo callado hasta que llegaron a su compañía. Ella lo siguió mientras seguía sujetándole el brazo.

Los trabajadores en el lugar quedaron atónitos cuando vieron a una mujer hermosa, caminando al lado de su jefe.

Esta fue la primera vez. Todos saben que su jefe estaba casado con una famosa pianista, pero ... ¡era la primera vez que veía a su Jefa en persona! ¡Se ven tan bien el uno con el otro! Un hombre guapo y una mujer hermosa juntos eran dulces para los ojos de todos.

La oficina de Lu Yifeng estaba en el último piso del edificio. Cuando entraron en el ascensor privado que Lu Yifeng siempre usaría, había silencio entre ellos.

Su Lei tomó el ascensor público. No quiere ser una tercera rueda para Lu Yifeng y Xia Meiren. Si terminaron haciendo algo en el elevador, ¡no quiere verlo!

Ya que Xia Meiren no pudo soportarlo más. Xia Meiren fue delante de él y lo arrinconó, al estilo kabedon. Fue divertido ya que estaba acorralando a una persona que era más alta que ella.

Lu Yifeng no pudo evitar levantar una ceja divertido mientras miraba a su pequeña esposa. Parece un gatito que intenta arrinconar a un gran león.

Aunque con esta reacción proveniente de él, sus labios aún estaban sellados.

"Dime, ¿qué puedo hacer para que me perdones?" Ella lo fulminó con la mirada. "Sé que es mi culpa, pero si estuvieras allí, ¡lo habrías arruinado todo!"

De hecho, habría arruinado todo al no permitir que Feng Ning hablara.

"¡Timbre!"

Las puertas del ascensor se abren. Ella no quería dejarlo ir, pero como llegaron al piso de su oficina, ella se hizo a un lado mientras estaba de mal humor. Seguía sin hablarle.