Capitulo 35 Los pecados pasados de Lu Yifeng 3

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Han pasados una semana y Xia Meiren se sintió aliviada cuando Lu Yifeng no estuvo presente esa semana.

Xia Meiren finalmente salió de la casa de Lu Yifeng. Como estaba siendo seguida por un guardia, para perderlo, fueron a un lugar lleno de gente. Cuando Xia Meiren escapo con éxito de los ojos de su guardaespaldas, rápidamente fue al lugar donde se encontraría con Feng Ning.

Pero lo que la saludo esa noche en el lugar de Feng Ning fue su cadáver.

"¡NO! NING-GE!!!" Lloro mientras abrazaba su cuerpo contra ella. "Por favor, por favor ... no me dejes ... por favor ... tu tampoco ..."

Primero, le quitaron a sus abuelos, luego su hermano desaparecio repentinamente después de que la compañia quebró. Su única esperanza era Feng Ning, quien le dijo que el haría todo lo posible para ayudarla a escapar del demonio que trata de retenerla y encarcelarla.

Feng Ning era la última esperanza de Xia Meiren pero ahora, esa esperanza se había ido. Ella grito con el corazón: "Por favor, despierta ... por favor ... me prometiste ... Ning-ge ... me lo prometiste ..."

Un hombre alto y familiar entró en el departamento de Feng Ning. "Nunca de despertara".

Xia Meiren se sorprendió cuando vio a Lu Yifeng adentro. Sus ojos brillaron de miedo y luego se enfurecieron. "¡T-Tu!"

Sus ojos inyectados en sangre lo fulminaron con las dagas. Ella se levantó y estaba a punto de golpearlo, pero Lu Yifeng le cogió la mano. "¡Hiciste esto! ¡Hiciste esto! ¡Devuelvelo! ¡Devuelveme a mi Ning-ge!"

Los ojos de Lu Yifeng se entrecerraron cuando escucho como se dirigió a Feng Ning. "Eres mía y solo mia. No importa cuantos hombres intentes seducir, todos terminaran igual. ¡Muertos!"

Ella se echo a llorar cuando cayó de rodillas con lo que el dijo. Ella fue arrastrada por el al dormitorio antes de que el la arrojara a la cama.

Al darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer, trato de golpearlo nuevamente pero sus brazos estaban clavados contra la cama. "¡DEJAME IR! ¡DEJAME IR!"

Lu Yifeng era demasiado fuerte para ella.

"¿Por que?" Pregunto con la voz quebrada. "¿Por que yo?"

"Por que te amo." Se escucho la voz profunda de Lu Yifeng. "Tenías que ser tu."

Era como si Xia Meiren escuchará una broma divertida que terminó riendo a carcajadas, lo que le hizo fruncir el ceño.

"¿Me amas? ¡Jajaja!" Ella continuo riendo. ¡Este tipo esta loco!

Cuando finalmente se calmo, lo miro con una sonrisa ridícula en su rostro, "¿Crees que voy a sentir lo mismo por ti? ¿Adivina que? ¡Te odio! Te odio mucho incluso si eres el último chico en este planeta, ¡nunca te amaré!"

Sus palabras apuñalaron su corazón y lo rompieron en pedazos. Un fuego creció en su pecho.

El comenzó a ponerse duro con ella, pero a ella ya no le importaba. Si ella iba a vivir con el, entonces su único escape es la muerte. Ella tuvo suficiente.

Se mordió la lengua con fuerza y comenzó a sangrar. La boca tiene un excelente suministro de sangre, por eso podría morir rápidamente debido a la pérdida de sangre.

"¡Meiren!" Lu Yifeng se detuvo cuando vio sangre saliendo de su boca. "¡No te atrevas!"

El envolvió su cuerpo con una manta antes de ponerse rápidamente sus pantalones. Salió corriendo del lugar mientras llevaba a Xia Meiren.

La colocó en el auto antes de comenzar a conducir rápidamente al hospital y cuando llegaron, Xia Meiren fue llevada inmediatamente a la sala de emergencias.

El corazón de Lu Yifeng latía muy rápido. Estaba nervioso y preocupado. No le importaba si estaba medio desnudo, ¡sus pensamiento estaban llenos de lo que hizo Xia Meiren! ¿Como se atreve a intentar suicidarse?

Paso media hora antes de que el médico saliera de la sala de emergencias. El doctor lo miro antes de bajar la cabeza. "Lo siento, Sr.Lu ella perdió demaciada sangre ... no pudimos salvarla".

Lu Yifeng sintió como si el cielo cayera sobre el. No pudo oir nada después de lo que le dijo el médico.

"No ... No ... Esta bromeando, ¿verdad? Agarro al doctor por el cuello.

"S-Sr. Lu ..." El médico trato de alejarlo ya que Lu Yifeng lo estaba ahogando. ¡El estaba asustado!

"¡Despiertala! ¡Te ordenó que despiertes a mi esposa!" El gruño enojado. No se dio cuenta de que las lágrimas corrían por sus mejillas.

Se negó a creer que su esposa estaba muerta. ¡No hay forma de que ella lo haya dejado! ¡No permitió que ella le dejara!

Fue algo bueno que Su Leí y los guardaespaldas vinieran a separar a Lu Yifeng del médico o de lo contrario Lu Yifeng podría ahogarlo hasta la muerte.

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La bella durmiente del diablo (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora