Siempre habia pensado que el era un demonio en carne humana. Ella le tenia y lo odiaba por los pecados que cometió, pero despues de ver cambio para ser una mejor persona para ella, le tomo una gran cantidad de coraje perdonarlo, ya que cuando descub...
Lu Yifeng abrió los ojos y miró a Xia Meiren que lo estaba mirando. Él tocó suavemente su mejilla y cuando los sintió cálidos, sonrió. Ella era real, ¿verdad?
Xia Meiren continuó mirándolo mientras acariciaba sus labios con el pulgar. Estaba esperando pacientemente a que él le dijera lo que tenía en mente, pero en lugar de recibir una palabra de él, se inclinó y colocó sus labios sobre los de ella.
"Te amo, Meiren", susurró Lu Yifeng en su beso.
El costado de sus labios se curvó debido a lo que dijo. Ella cerró los ojos y le tocó la mejilla mientras le devolvía el beso. "Yifeng ..."
Lu Yifeng profundizó el beso, besándola apasionadamente que cuando Xia Meiren se apartó, terminó jadeando. Sin embargo, no se detuvo allí, se colocó encima de ella y le besó el cuello. Le subió el vestido del hospital y le tocó la piel suave. Él empujó su rodilla entre su pierna y continuó besando su cuerpo.
Xia Meiren no pudo evitar gemir cuando sintió su cálido toque. Con un empuje, él clavó su miembro contra ella abriéndose a través de la tela. Al darse cuenta de lo que estaba tratando de hacer, ella retrocedió, jadeando. Ella puso sus manos sobre sus brazos para tratar de detenerlo. "¡Lu Yifeng, me estás distrayendo!"
"¿Lo estoy?" Preguntó con una sonrisa. Se inclinó para besarla, pero ella se cubrió la boca con la mano.
"¡Estamos en el hospital!"
Él sostuvo su muñeca y retiró su mano. En cambio, colocó su mano sobre su nuca. "No te preocupes, nadie nos molestará en este momento de la noche".
Ella lo fulminó con la mirada, su cara estaba roja de vergüenza. "¡E-Estás loco!"
"Loco por ti". Los movimientos de Lu Yifeng fueron tan suaves, tan suaves que tuvo miedo de lastimarla. La suave cama se balanceaba mientras se movían apasionadamente. La habitación estaba llena de una atmósfera ambigua debido a su momento de calor. Lu Yifeng la abrazó después de su momento intimo. Encontró un lugar cómodo en sus brazos y cerró los ojos. Tiró de la manta sobre ella antes de besarla en la cabeza.
Con los ojos cerrados, Xia Meiren colocó su mano sobre sus ojos para cerrarlos. "No puedo dormir si continúas mirándome" apartó la mano de ella. "Entonces supongo que tendremos que ir a otra ronda"
"Estoy cansada", resopla. Se giró para mirarlo antes de colocar su mano y cubrir sus ojos nuevamente. "Duerme, ¿de acuerdo?"
Esta vez, Lu Yifeng no apartó su mano. Con los ojos cerrados, sus brazos estaban firmemente envueltos alrededor de su cintura. "Cuando me despierte ... ¿seguirás aquí?"
Sus ojos se suavizaron ante su pregunta. ¿ Temía que ella desapareciera de su abrazo si él duerme? ¿Es por eso que no se atreverá a tratar de dormir? Este chico ... él era más sensible de lo que ella realmente pensaba.
"Sí, estaré aquí hasta que te despiertes", susurró suavemente. Con esas palabras, Lu Yifeng se durmió inmediatamente y respiró de manera uniforme.
Xia Meiren apartó suavemente su mano de su rostro y lo observó dormir. Al ver lo rápido que se ha quedado dormido, ella sabe que realmente debe estar tan cansado. Ella apoyó la cabeza sobre su pecho y cerró los ojos para dormir.
Xia Meiren fue dada de alta del hospital al día siguiente. La trajeron de vuelta a su casa y quien la saludó primero fue Little Melon.
"¡Bienvenida de nuevo, mamá!" El pequeño Melon abrazó a su madre como si realmente la echara de menos. "¡La próxima vez, lleva a Mello al trabajo! ¡Mello extrañaba mucho a mamá!"
El corazón de Xia Meiren se calentó al instante cuando abrazó a Little Melon en sus brazos. "Yo también te extrañé, cariño"
"Xia Gua, tu madre está cansada, así que no seas travieso con ella, ¿de acuerdo?" Lu Yifeng dijo mientras acariciaba la cabeza de su hijo.
"¡Mello siempre se porta bien, papá!"
Xia Meiren se rió de esto. Se volvió hacia los sirvientes que se alinearon para saludarlos junto a la entrada de la mansión. Se dio cuenta de que faltaba alguien. "¿Dónde está el tío Dong Hua?"
Los ojos de Lu Yifeng se oscurecieron cuando escuchó su pregunta. En lugar de responderle, él la condujo adentro. "Deberías descansar un poco"
"Vamos, joven maestro. Es hora de alimentar a Timmy", dijo Mo Jing antes de que se llevara a Little Melon.
Xia Meiren se sintió incómodo con la forma en que Lu Yifeng reaccionó. "¿Lu Yifeng?" Cuando entraron a su habitación, Lu Yifeng la enfrentó. "Fue castigado".
Con esas simples palabras, Xia Meiren lo fulminó con la mirada. "No es su culpa". "Lo es. Si no fuera por él, no te habrían quitado". Sus ojos se enfriaron cuando le respondió.
"¡No es su culpa que Bai Xiu Ying fuera más lista que el!" ¡Lu Yifeng, donde sea que este el tío Dong Hua, sacalo!" Xia Meiren lo fulminó con la mirada.
Dong Hua estaba siendo castigado por ser golpeado y encerrado en la prisión del sótano. Lu Yifeng miró el rostro enojado de su esposa. "Necesita que se le enseñe una lección".
"¿Realmente quieres seguir con esto y seguir enojándome, señor Lu?" Apretó los dientes mientras apretaba los puños. Suspiró derrotado. No quiere que su esposa se enoje con él. Lu Yifeng fue e intentó abrazarla, pero ella lo empujó.
"¡Es mi guardaespaldas personal! ¡Yo decido qué le pasa!" Ella gruñó. Incluso si sus acciones comenzaron a irritarlo, Lu Yifeng trató de mantener la cabeza fría para su esposa. "Yo fui quien lo asignó por ti".
"¡El tío Dong Hua es una buena persona y no tiene que ser castigado solo porque un enemigo lo engañó!" Ella pisoteó sus pies en el suelo.
Lu Yifeng suspiró profundamente. Sacó su teléfono y le envió un mensaje a alguien para liberar a Dong Hua. Él le mostró el mensaje después de enviarlo. "Ya".
Xia Meiren todavía no le creía, ya que podría haberlo enviado a cualquiera, "Foto".
Lu Yifeng pidió una foto de la liberación de Dong Hua. Después de un rato, recibió el mensaje. Era una foto de un Dong Hua herido en la cama. Xia Meiren sintió pena por su guardaespaldas cuando vio su condición. "Asegúrate de dejar que el médico trate sus heridas, ¿de acuerdo?"
Lu Yifeng envió otro mensaje a sus hombres para permitir que un médico tratara las heridas de Dong Hua. Después de eso, mantuvo su teléfono y dio un paso más cerca de su esposa.
Xia Meiren se apartó de él y caminó hacia el gabinete para obtener un nuevo conjunto de ropa limpia. Estaba ignorando a su esposo.
"¿Todavía estas molesta?" Lu Yifeng parecía un niño que ha sido ignorado. Xia Meiren no le dio una respuesta. Entró en el baño y cerró la puerta.
Después de un rato, ella salió con la ropa de su casa. Auque, en el momento en que salió del baño, Lu Yifeng la abrazo. Estuvo esperando afuera del baño todo el tiempo, como un perro esperando que su dueño regrese a casa.
Xia Meiren suspiro en derrota. Ella le palmeo la espalda. "La proxima vez, no castigues a mis asistentes sin mi permiso, ¿de acuerdo?"
"Mm". Las palabras de su esposa eran ley en su casa. Ella era su jefa y el haría cualquier cosa para complacer a su esposa.
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