Orquídea Rosa

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Una hermosa niña corre por todo el jardín, brinca, salta, trepa y se tira.

Es su cumpleaños, está tan emocionada que ni se da cuenta que ya casi se hace de noche.

— ¡Mikaela! — grita su abuela—. Deja de saltar, quédate quieta.

La niña obedeció, caminó con la abuela por el grande jardín, Mikaela estaba muy emocionada, pues, ¿Cómo no estarlo? Por qué? Sencillo, hoy era su octavo cumpleaños, sí, hoy 22 de julio.

Ya todos sus amigos se habían ido habían retornado a sus casas, Mikaela junto con su abuela debían quedarse en aquel lugar tan bonito.

— Mikaela ya vengo no hagas travesuras — dijo la abuela de Mika.

La niña asíntio, aunque era completamente falso, era obvio apenas se descuidara su abuela, ella volvería a el jardín, Mikaela espero pacientemente, aque su abuela saliera a despedir a los últimos invitados.

La niña corrió, bajo las escaleras y... Sus ojos se deslumbraron de nuevo, por el bello jardín, de Miles de flores, distintos colores, aromas, amaba las flores en especial las de color rosado.

Por otro lado Arianis, subía las escaleras de aquel edificio donde iba a hospedarse, mientras salía de la ciudad, ya no subía los escalones, los volaba por la desesperación de querer llegar.

La abuela de Mikaela se despidió de los últimos invitados, cerró el portón le dijo al chico de la vigilancia que cerrará todo ya, camino hacia donde se suponía que debía estar Mikaela, pero antes paro a tomar agua, eso le dió más tiempo a mikaela que se deleitaba mirando todas las flores.

Después de terminar de tomar el agua, la abuela de Mika, fue a mirar dónde estaba su nieta, pero no la encontró donde la había dejado, la señora se asustó pero luego recordó la fijación que tenía por el jardín, así que la señora, desprendió su búsqueda.

Mikaela se encontraba mirando cada planta, cada tipo, cada color, amarillos, azules, una gama  llena De colores vivos, muertos.

Era un lugar hermoso, mikaela quería quedarse a vivir hay, era el lugar más bello que había visto y se sentía mejor en ese entorno.

La abuela de Mikaela bajo los escalones, camino hacia donde estaba la niña.

— Mikaela — la niña se rió y corrió.

La abuela de la niña, le siguió el juego, corrieron pero la niña dió un freno brusco al mirar aquella flor, la abuela paro pues Mikaela había tomado una postura pasmada, la niña se deleitó con la bella flor.

Era una orquídea rosa, para ella era la flor más bella que había visto en el mundo, era como su....

— mami — dijo la niña, cuando su abuela se acercó a aquella parte del jardín.

La abuela de Mikaela, recordó a su hija aquella muchacha que con su alegría hacía sentir especial a todos el mundo.

Recordó como un dia le presento a Robin, su novio.

Arianis y Robin fueron pareja por mucho tiempo, terminaron el colegio, y su relación Hiba de maravilla, pero...

Arianis respiro demaciado fuerte cuando le soltó la noticia a su madre que estaba esperando un hijo de Robin.

Al principio su madre se enojo de tal manera que hasta la hecho, pero nunca, nunca dejaría a su única hija en la calle, por eso la perdono.

Pasaron los meses, Arianis tuvo la niña mas hermosa que el mundo había visto, decidió llamarla Mikaela era una niña muy linda.

Robin, corrió el día que su hija nacio, llegó tarde por qué según el estaba demasiado ocupado.

Pasoron los años Arianis nunca sospecho nada de Robin y aunque el hombre tenía otra familia con un hijo, ella nunca se dió cuenta.

Así los años pasaron Robin cada vez era más distante con Arianis, ella notaba su indiferencia pero se ocupaba de su hija, y tambien trabajaba, Arianis lo entrego todo en su relación, en su casa, en su familia, trato con su esposo, no pudo hacer mucho.

Así llegó el cumpleaños número siete de Mikaela, esa maldita noche donde la niña vio a su mamá entrar agarrar a Robin golpearlo gritarle Mil cosas tratarlo mal.

Las lágrimas de Arianis se desplazaron al gritarle que por qué había tenido otra familia, todo se volvió un revuelo y al salir el sol Robin se fue de seguro donde su otra familia.

— Mikaela ya es hora de dormir — una lágrima se desplazo por la cara de la abuela de Mikaela.

Hace un mes Arianis se fue sin rastro alguno, la depresión que causó la partida de Robin nunca pudo superarla.

Arianis llegó al fin del edificio miro hacia el vacío era una caída muy libre y demaciado alta, sus lágrimas fueron detonantes, fue la peor sensación del mundo recordar a su hija el dolor la avasalló pero el dolor era mucho, recordó por última vez a hombre que amo y el hombre que la traicionó.

Se subió a la orilla, vio el paisaje, miro la luna y......

Mikaela camino con su abuela, subieron los escalones y en el último Mikaela, dejo caer la flor, y al mismo tiempo una mujer dolida saltaba a vacío, y como si la flor y la mujer se conectarán, la dos cayeron al suelo a la misma vez. 

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