Capítulo 13

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¡Jimin estaba decidido, si lo estaba!

Tomó a Jungkook de la mano con determinación para empujarlo hacia la cama. Sentándose sobre sus talones, liberó el miembro aún duro del pelinegro de su pijama y comenzó a dejar pequeños besos por toda la longitud.

—Jimin.—gruño el pelinegro acariciando su cabello y contemplando a Jimin abultar sus labios para besarle y darle pequeñas lamidas como si fuera un caramelo.

Jungkook, dejó escapar un gemido cuando Jimin tomó entre sus manitas la enorme polla y se la llevó a la boca. Si, estaba siendo audaz, pero si aquella mujer le había dado un orgasmo el podía hacerlo mucho mejor o al menos lo intentaría.

—Jimin, tu boca es el puto cielo.—gruñó apretando entre sus dedos el cabello del rubio para follarle la boca más profundo.

Entonces Jimin supo que lo estaba haciendo muy bien y bajó una mano a su propia erección para comenzar a tocarse.

La imagen de los abultados labios de Jimin alrededor de su polla y su pequeña mano tratando de abarcar todo ese trozo de carne para masturbarle era obscena.

—Te ves hermoso comiéndome la polla.—dijo mientras apretaba el agarre de su mano en el cabello de Jimin e impulsaba su pelvis para continuar follando la boca del chico. -Mírame.-pidió el pelinegro jadeando. Miró los ojos pesados y brillosos del rubio cuando se posaron en los suyos haciéndolo lanzar un gemido.

—Y-yo ya casi.—gimió Jungkook minutos después,  arrugando el entrecejo para avisarle que estaba apunto de terminar pero Jimin no parecía escucharle demasiado concentrado en su tarea. Lo único en lo que pensaba era en sacarle alma por el pene a Jungkook, dejarle claro que el podía darle una buena mamada y ser muy lindo y caliente para el. Mas que cualquier otra persona, más que esa chica de ayer.

—Pequeño detente ya, t-tú boquita.—balbuceó Jungkook a punto de correrse.- Voy a correrme en tu boquita si no paras.—dijo casi en un hilo de voz, pero Jimin continúo con su tarea, disfrutando de los gemidos de éxtasis de Jungkook, apretando más su lengua y su mano alrededor del falo sin perder el ritmo hasta que sintió la tibia corrida invadir su boca mientras Jungkook gruñía dejándose exprimir hasta el alma.

Jungkook miró satisfecho a Jimin pasarse el dorso de la mano por los labios para limpiar los restos de semen. Sus mejillas y sus labios estaban rosados y brillantes. Lucia adorable y Jungkook no pudo evitar sonreír.

Te acaba de comer la polla y lo encuentras adorable. ¿qué demonios Jungkook?

—¡Ouch! Lo siento, arruiné tu pijama.—puchereó Jimin apenado mirando el desastre de su corrida en la pijama de Jungkook.

—¡Que se joda la pijama! ¡Mierda Jimin! Eso fue...—Jungkook sonrió.-tan caliente.-

Jimin le devolvió una enorme sonrisa de satisfacción haciendo casi desaparecer sus ojitos.

Si, yo soy caliente, puedo comerte la polla y ser muuuuy caliente. ¿Lo ves?  pensó el rubiecito satisfecho.

Tal vez Jungkook tenía otros amantes pero él se esforzaría para ser el mejor de ellos, el le daría los mejores orgasmos a Jeon Jungkook.

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Por cierto, la entrega de la tarea resultó bien para ambos. Habían pasado cinco meses ya desde que comenzaron a trabajar para ese proyecto y a compartir sus experiencias sexuales.

Aún así, la relación de Jimin y Jungkook permanecía  igual.

Por alguna razón aún ajena a Jimin, evitaba pensar en que clase de relación estaba con Jungkook. Cada vez que recibía un mensaje del pelinegro, no se negaba. Después de todo no es como si tuviera una vida ajetreada y ver a Jungkook siempre mejoraba su día.

No fue hasta que Jungkook comenzó a actuar de forma diferente con él, que su mente lo comenzó a agobiar continuamente...

Ese viernes, como casi todos los viernes, Jungkook se desplomaba al lado de Jimin después de haberlo follado. Por lo regular después de una buena sesión de sexo, cenaban, tenían alguna plática trivial y Jungkook se iba.

Platicaban acerca de alguna serie que se estuviera transmitiendo en el momento, de alguna canción de moda o de lo terriblemente abrumadoras que eran las clases y proyectos universitarios. En términos estrictos se habían dicho lo suficiente uno a otro.

Jimin por ejemplo, ya sabía que la ambición de Jungkook era llegar a ser cardiólogo, por ello se esforzaba tanto en sus estudios. También sabia que era un gran fan del box, hacia ejercicio regularmente, amaba el ramen picante y que su color favorito era el amarillo, aunque casi siempre vestía de negro.

Jungkook por su parte sabía que Jimin amaba el Teopokki, los videojuegos y ver Game of Thrones. Y lo que más le relajaba después de su turno cuando le quedaba un tiempo libre era leer un cómic y comer muchas palomitas de maíz.

Pero esa noche Jungkook decidió cambiar los planes para sorpresa y gusto de Jimin.

Después de recuperar el aliento y sacar su polla gastada de Jimin, se dirigió al baño para limpiarse mientras Jimin recalentaba la cena que habían dejado  antes de comenzar a comerse la boca. Afuera, los relámpagos anunciaban una intensa lluvia, algo que por lo regular hacía a Jungkook no quedarse a cenar para evitar quedarse atrapado en la casa del rubio.
Jimin se detuvo antes de servir el plato de su acompañante, lamentándose internamente que la lluvia hubiera interrumpido la cena que prefería tener acompañado.

¡Demonios! estaba harto de estar solo casi todo el tiempo y Jungkook lo hacía reír bastante imitando a profesores o compañeros. A veces él también disfrutaba de tontear a su manera, sacando la hermosa sonrisa de conejo de ese hombre.

—Supongo que no te quedarás a cenar.—dijo tratando de disimular un expresión de desilusión.-Parece que lloverá mucho.

—Me quedaré a cenar.—respondió Jungkook y Jimin no pudo enconder la sonrisa cuando puso la cena en la mesa.

—¿No ves a tus padres seguido?—la pregunta tomó por sorpresa a Jimin-¿Eh?-preguntó de vuelta, aún con comida en su boca.

—Tus padres. ¿No te sientes solo? Por lo regular los chicos van a una vez al mes a visitar a sus padres cuando están lejos o los llaman seguido, pero jamás te he visto hacerlo. ¿Llevas una mala relación con ellos?

Jimin negó.—Mi madre, murió hace tiempo y mi padre volvió a casarse. No me mal entiendas, estoy feliz de que mi padre haya encontrado el amor. Su esposa es una gran mujer, pero ambos están bastantes ocupados tratando de educar a su hijo, mi hermano pequeño, a quien por supuesto también amo. Además puedo ahorrar bastante quedándome aquí y llevarle algunos regalos cada vez que voy.—Los ojos de Jimin desaparecieron cuando su risa se asomó.

Jungkook asintió.

—¿Qué es lo encuentras genial en Game of Thrones?—preguntó interrumpiendo el bocado que Jimin llevaba a su boca.

Jungkook estaba muy platicador y curioso esa noche.

La simple pregunta iluminó el rostro de Jimin. Game of Thrones era su serie favorita y Jungkook lo sabía porque Jimin había estado ahorrando para comprar esos muñecos cabezones, los Funkos de los personajes. Dejando caer la mano a la mesa, Jimin exclamó.-¡Jungkook! ¿Acaso sabes de lo que estás hablando? Es la mejor serie de toda la historia.

Jungkook no pudo contener la risa.

—¡Esto no es una broma Jungkook!—lo señaló con su dedito indice.—Solo deberías de intentarlo, estoy seguro de que si le das una oportunidad no te arrepentirás.

Hagamos un trato, eres mío. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora