Little Star

𝖢𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗌𝖾𝗂𝗌: 𝖤𝗇 𝗎𝗇 𝖿𝗎𝗍𝗎𝗋𝗈

Paso el tiempo, seis meses para ser exactos, aunque fue difícil lograron conseguir un apartamento amplio en Seúl. Los padres de Bang estaban más decepcionados de él, su madre ni siquiera quería verlo, decía que le daba asco el solo echo de pensar en que uno de sus hijos varones estuviera con alguien de su mismo sexo, mientras que su padre intentó múltiples veces convencerlo de volver a Busan, volviera a comprometerse con Giselle y dejar a ese chico, pero se negó en todas las ocasiones, amaba a Ni-ki, no importaba qué o quién pues él siempre estaría y tendría tiempo para su ahora novio.

Claro que ambos estudiaban, Riki estaba en noveno grado de secundaria, mientras que Chris estaba preparándose para su examen de la universidad.

En esos seis meses se conocieron aún más, más de lo que debían.

Eran principios de noviembre y Ni-ki ya había tenido su presentación el día de su cumpleaños, el 27 de octubre e inesperadamente (al menos para él) resultó ser un omega, pero en realidad a ninguno de los dos le importaba que fuera, incluso a Bang no le importaba si era un omega, un alfa o un beta, porque lo seguiría amando de la mejor manera posible, o al menos eso le prometió a Ni-ki. Jamás lo tocó, pues sentía que ninguno de los dos estaba listo, tampoco lo llegó a marcar incluso cuando su celo llegó una semana después de la presentación de su pareja, Bang se aisló esos días, decía que esos momentos tenían que ser especiales y ambos debían tener la madurez suficiente para hacerlo, después de todo eran dos adolescentes aprendiendo el significado de la palabra "amar".

Aunque Chris parecía tener un autocontrol increíble no era así, aveces solía tener arranques de ira o celos y cuando eso pasaba era algo agresivo, por obvias razones a Riki le daba miedo que nuevamente le pegará o le alzará la voz. Era horrible cuando eso pasaba, pero después de todo eso debía amarlo, porque eso significaba el amor.

Chan no era el típico alfa que decía que los omegas sólo debían limpiar, no, él siempre trataba de ayudar a Ni-ki en todo, más bien, él también se hacía responsable de las cosas del hogar, así que por eso Riki sentía la obligación de soportar todo eso, además, era su mayor y no podía negarle o faltarle el respeto.

Riki jamás habló sobre eso con nadie, ni siquiera a Jennie que seguía siendo su mejor amiga, y prefería que todo siguiera así, porque ellos eran una pareja ideal, aparte sabía que Chan no lo hacía a propósito, Chan, su Channie lo amaba y no era capaz de hacerle un tipo de daño estando consiente. La mayoría de veces se culpaba a si mismo, era su culpa que Bang se pusiera de esa manera, era su culpa por no hacer las cosas bien; era mejor obedecerle y no renegar.

Riki seguía con sus problemas alimenticios y aumentaron cuando una vez Bang le dijo que había subido de peso, probablemente lo dijo como cumplido pero Ni-ki lo tomó como un reclamo así que dejó de comer aún más, por consecuencia tenía desmayos constantes y Chris se preocupaba mucho por él, pero Riki lo hacía por amor.

"Aveces el amor duele" eso pasaba por la mente del menor cada que Chris le hacía o decía algo doloroso o incluso cuando se molestaba, si así era amar debía amar a Chan cada día más sin importar qué. Por supuesto que no todo era malo, la mayoría del tiempo estaba bien y eran felices, sólo que aveces a Ni-ki olvidaba el amor que su novio decía tenerle.

[...]

La tarde caía, era un 12 de noviembre y ambos se encontraban en un parque cerca de su casa. Solían salir la mayoría de veces a ese parque luego de que ambos terminarán de estudiar, les gustaba ir a ese lugar porque tenía una pequeña presa artificial y se veía muy bien. Especialmente a Chris le gustaba ver los atardeceres y el reflejo de estos en el agua, por eso iban ahí, era como una rutina.

Era el momento perfecto para platicar de tonterías o sobre su día mientras comían un helado o solo paseaban tomados de la mano. Ese día no era la excepción, ambos comían un helado y como era de costumbre se sentaron en una banca a la orilla de aquella presa.