𝖢𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖼𝗂𝗇𝖼𝗈: ¿𝖯𝗈𝗋 𝗊𝗎𝖾́?

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Las semanas pasaron y con el tiempo ambos se conocían perfectamente, pues todas las noches Ni-ki y Bang se encontraban a ver las estrellas mientras platicaban de cualquier cosa, así fuera la más tonta y absurda, así Riki dejó de subir a la azotea a llorar porque ahora lo hacía para pasar tiempo con Chan, ya no le contaba sus problemas a las estrellas, sino a él y solamente a él. Y sí, ambos estaban enamorados pero aveces era un problema gracias a que los padres de Bang pensarían que el hecho de que su hijo estuviera con un huérfano arruinaría su imagen.

Probablemente eran muy jóvenes para el amor, Bang tenía diecisiete años y Ni-ki quince, solo se ganaban con dos años pero Bang actuaba más maduro, parecía un hombre de verdad mientras que Ni-ki aún seguía comportándose de una manera algo infantil, cosa que jamás le importo al rubio. Tal vez por la madurez de Bang sus padres decidieron comprometerlo con una chica que se conocían desde niños y apenas cumplieran ambos los diecinueve años, se casarían, por ende Chan ya estaba comprometido, su boda sería en un año y medio.

El papá de Bang ya era director de aquel orfanato y las cosas habían cambiado a bien, ya no había más azotes o castigos dolorosos. A pesar de que el señor Gong parecía ser alguien frío y serio, en realidad era bastante amable.

Chris solía ser la mano derecha de su padre en el orfanato, por eso la mayoría del tiempo se quedaba a dormir cuando en realidad se quedaba para estar con Ni-ki mirando las estrellas.

Era raro ver a la prometida de Bang por el lugar, pero cuando ella iba Riki solía deprimirse un poco, ya que podía ver como su enamorado la observaba, internamente quería ser como ella, también quería probar esos labios tan definidos, pero solo le tocaba imaginar porque aunque sólo estuvo un par de semanas con Bang fueron suficientes para que se enamorara de él.

Constantemente se preguntaba el por qué se tuvo que enamorar tan perdidamente de alguien que seguro no lo tomaría en serio, después de todo Bang podía verlo como un amigo y nada más, aparte de que aún no llegaba su presentación y eso era muy importante. Así que se preguntaba una y otra vez el por qué tenía que adorar tanto esa sonrisa que sabía lucir sin igual, por qué tenía que amar tanto su simple compañía, por qué tenía que amar su voz, su hermoso canto, sus ojos, su cabello, sus manos, sus abrazos tan cálidos... Simplemente, ¿por qué? No podía responder a todas esas preguntas que rondaban por su cabeza cada que veía a aquel chico que se robó su vida en un instante.

[...]

ㅡ Bien, gracias Channie, no le entendía pero ahora sí. ㅡ Riki sonrió torpemente mientras cerraba su libro de física.

ㅡ No hay de qué, sabes que cualquier duda que tengas me puedes decir y con gusto te ayudaré. ㅡ Devolvió la sonrisa y desordeno un poco el cabello del menor. ㅡ ¿Ya creciste? Estas más alto, a este paso serás más alto a mi edad. ㅡ Frunció el ceño en forma broma.

Ni-ki soltó una leve risita y un leve rojo se torno en sus mejillas, en realidad era bastante fácil que se sonrojara, apenas iba a contestar cuando una voz le interrumpió.

ㅡ ¡Darling! ㅡ Se escuchó antes de que la chica abrazara a Bang por la espalda.

ㅡ ¡Oh! Giselle, linda, ¿por qué no me avisaste que vendrías? ㅡ Mencionó Bang poniendo sus manos por encima de las de la chica.

Giselle, así se llamaba su prometida, era una chica demasiado linda, tenía la piel blanca, ojos grandes, linda nariz y labios, en sí, todos sus rasgos combinaban perfectamente con su diminuto rostro, su cuerpo también era lindo. Giselle era linda, encajaba bien con Bang, y Ni-ki no podía dejar de compararse con ella. Pero no todo lo que aparenta es real.

ㅡ No pensé que fuera necesario. ㅡ Dijo la chica en un tono dulce y jugueteo un poco balanceándose de un lado a otro.

ㅡ Bueno, me tengo que ir a estudiar, adiós Giselle, adiós Bang. ㅡ Ni-ki sonrió, hizo una leve reverencia y se fue con los ojos llenos de celos.

ㅡ ¡Adiós Ni-ki! ㅡ Giselle chilló de manera tierna antes de que Bang pudiera responder, y cuando el castaño desapareció la chica soltó a Bang y aquella sonrisa se borró casi de inmediato haciendo que su enojo se notará.

Bang no logró decir nada antes de que Giselle lo dejará en medio pasillo, a lo que fue apresuradamente atrás de ella, no sabía que había hecho esta vez para que Gigi se enojara de esa manera. Cuando llegó a la habitación ahí estaba ella en espera de su llegada.

ㅡ Creo haberte dicho muy claro que quiera que terminaras tu amistad con ese maldito mocoso. ㅡ Antes de que Chris pudiera decir algo Giselle le dió una bofetada. ㅡ ¿Acaso crees que soy tonta? ¿¡Eh!? ㅡ Esta vez lo tomó con fuerza del cabello para hacer que la viera. ㅡ ¿Acaso crees que no me doy cuenta de cómo te ve? Pero... ¿Qué crees? También veo como lo miras, con esos ojos tontos de amor, me das asco, ¿cómo te enamoraste de un hombre? ¿Te imaginas lo que pensarían tus padres sobre esto? Y si no lo terminaste cuando te dije yo lo iré terminando a mi modo. ㅡ Sonrió sarcástica y con su mano libre tomó la mandíbula de Bang y le clavó las uñas en sus mejillas, dejando una marca evidente. ㅡ Así que Christopher, vete alejando de ese mocoso o será él quien cobre las consecuencias más caro.

Giselle soltó a Bang con agresividad y salió de la habitación sin remordimiento alguno, al contrario, parecía estar orgullosa de lo que había hecho. Chris tenía un nudo en la garganta y sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas por el coraje que sentía, aunque fueran de la edad, Giselle era malditamente manipuladora, y cuando Bang intentó desmentirla Giselle le hizo pagar costos demasiado altos, al grado de que casi lo corrían de su hogar el día de su cumpleaños.

Esa noche como era de costumbre, Ni-ki subió a la azotea para ver las estrellas con Bang y planeaba decirle todo lo que sentía por él aunque sabía que muy probablemente sería rechazado, pero tampoco podía seguir cargando con ese sentimiento reprimido. Para su sorpresa Chris aún no llegaba así que se sentó en el mismo lugar de siempre para ver a sus padres, que pese a las nubes aún así podían verse; aprovecho que estaba solo para empezar a platircarles a sus papás sobre Chan y lo que sentía.

Chan escuchó todo desde la puerta con claridad y cuando Ni-ki terminó Chris entró y sin decir nada se sentó a su lado, ninguno de los dos cruzó miradas hasta que el mayor de ambos habló.

ㅡ Escapemos. ㅡ Dijo en un tono seguro y firme, acompañado de una sonrisa mientras miraba a la nada.

ㅡ ¿Qué? ㅡ Riki lo miró confundido. ㅡ ¿Qué dijiste?

ㅡ Dije que hay que escapar... A ninguno de los dos nos gusta nuestra vida, ambos estamos enamorados y lo único que nos impide estar juntos es nuestro círculo social, así que escapemos de él. ㅡ Bang dijo con tanta paz que parecía no importarle nada.

ㅡ Pero, ¿y Giselle? ¿Tú boda? ¿Tus padres? ㅡ Preguntó el menor con angustia tratando de hacerlo recapacitar.

ㅡ Eso no me importa, ¿qué no me escuchaste? Estoy enamorado de ti. ㅡ Lo miro por unos segundos y volvió a ver al cielo, el cual avisaba una tormenta.

En realidad no sonaba tan mal, pero tenía miedo, ambos tenían miedo.

ㅡ Pero... ¿Cuándo escaparemos? ㅡ Volvió a preguntar con temerosidad, pues no conocía nada más que el orfanato.

ㅡ Hoy, ahora. ㅡ Dijo, se levantó y se puso frente al castaño. ㅡ Nishimura Riki, ¿aceptas escaparte conmigo? Irnos de este lugar, de esta vida y crear la nuestra. No tengo un plan y también tengo miedo, pero dejate llevar por lo que diga tu corazón y confía en mi. ㅡ Extendió su mano hasta Ni-ki, y después de un pequeño suspiró, el menor asintió mientras algunas gotas caían.

Ambos volvieron a entrar y cada quien empacó todo lo que pudieron en una mochila, luego Chris fue a la oficina de su padre y entró gracias a que tenía una copia de las llaves, tomó todo el dinero en efectivo de las tarjetas de Ni-ki junto a ellas, y de igual forma todo un poco de su dinero y todas sus tarjetas. La lluvia caía con fuerza, brincaron el muro de la puerta trasera y corrieron bajo la lluvia tomados de la mano rumbo a la estación de tren, en donde tomarían el tren más pronto que los llevará a Seúl.

En ambos se veía la felicidad y el amor que se tenían el uno al otro. Esa escena, ese momento, pasa una y otra vez por su mente, tal vez fue una mala decisión o tal vez no lo fue del todo, pero de lo que esta seguro era que él lo amo con todo su corazón y jamás lo dudo ni un segundo.

©𝗕𝗯𝗼𝗸𝗸𝗮𝗿𝘆

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