"Sin créditos para Louis"

Capítulo 12 "¿Por qué tengo que confesarme?

Capítulo dedicado para todos aquellos que recibimos una herida en el corazón esta semana, para todos aquellos que hemos aprendido a vivir con grietas toda la vida...Vamos a estar bien.

—¿Qué dijiste Louis? —Harry salió de un lado del roulette, estaba impactado por lo último que escuchó.

Louis estaba enamorado... ¡de un hombre! Y no cualquier hombre, era uno "maravilloso".

Había tantas cosas zumbando en sus oídos y golpeando su mente, llevándolo por una espiral de emociones. Todo era un caos mental, voces y frases que se agolpaban en su memoria, haciendo mella en lo último que Louis dijo "y solo pudo pensar en él, mientras filmaba esa maldita escena".

Entonces eso era, él se había sentido colmado de tantas sensaciones y por un momento pensó que Louis se sentía igual, vamos que, por muchas clases de actuación, en el fondo podía distinguir algo real de algo fingido. Lo que sintieron era real, pero no era mutuo.

Todo lo que Harry sintió mientras filmaban fue real, él se olvidó que estaba trabajando, se había olvidado que era actuación, cuando sintió los labios de Louis y sus manos temblorosas, cuando recorrió su piel con ese fuego quemando, el calor que desprendió su boca y el remolino que estremeció su pecho, todo aquel cúmulo de sensaciones que explotaron su mente y su cuerpo...Louis lo sintió también pero; ¿por alguien más? Entonces, mientras Harry se deshacía en gemidos reales arrancados por las manos cariñosas de Louis, su mejor amigo pensaba ¿en alguien más? ¿Por eso fue tan real?

¡Joder!

No, aquello no era tristeza solamente, aquello debía tener un nombre más fuerte, porque Harry sintió que sus pulmones se cerraban y el aire no llegaba, de pronto se estaba ahogando en un mar oscuro, no era el azul intenso de los ojitos del hombre frente a él, el mar que lo estaba hundiendo era frío, oscuro y siniestro.

—Te hice una pregunta Louis ¿Qué dijiste? —su semblante era frío y sus ojos de pronto parecieron vacíos— ¿Es cierto eso? ¿Estás enamorado... de un hombre?

—Harry...

—Responde la pregunta Louis —había un frío en su mirada y su sonrisa no estaba, en su lugar su mandíbula se apretaba.

—¿Qué haces aquí?—respondió, con angustia de ser descubierto, había sido tan cuidadoso, había guardado su secreto lo mejor que pudo durante cinco años y en un abrir y cerrar de ojos, se había condenado al juicio y quizás al desprecio de su mejor amigo —pensé que seguías en el set.

—Quería hablar contigo de lo que pasó allá...

—Por supuesto, vienes a disculparte y aclarar que nunca te había pasado...—aún calaba en su mente la forma tan aterrada en que el actor reaccionó, y eso dolió —¿sabes algo? Me quedó claro las primeras cien veces que lo dijiste.

—Louis...—su voz sonó casi en un tono de advertencia, Harry estaba crispado de los nervios y necesitaba respuestas —No has respondido.

—No tengo por qué hacerlo.

—¡Por supuesto que sí! —fue justo en ese momento que sus nervios comenzaban a explotar su cabeza, llevándolo al lugar de juez, sin darse cuenta que junto al lugar de acusados donde estaba Louis, había un asiento desocupado, con su nombre esperando por él...—¡Me ocultaste algo tan grande como esto! ¿No se supone que somos amigos?

—¿No deberías estar buscando nuevas formas de justificar un beso? —reclamó, recordando la desesperación con que se movió, minutos antes, dejando muy en claro que su evidente erección jamás había sido debido a su amigo.