Min Yoongi

61 14 0
                                    

―Hey, Jimin. ―Miré a mi derecha y sonreí a Wook. ― ¿Cómo vas?

―Apenas pude hacer un costal para cargar frutas. ―Miré al pedazo de tela entre mis manos. Era muy malo en esto.

―Es un avance... ―Suspiró y se sentó a mi lado. ― ¿Y el brazo?

―Ya lo puedo mover completamente. ―Levanté mi brazo derecho sobre mi cabeza y lo moví de un lado a otro.

―Eso es perfecto. El animal te arrancó un buen pedazo de piel.

― Sí, lo sé. ―Torcí una sonrisa. Su tono de voz no me gustaba.

― ¿Y qué has aprendido en la Aldea en tu semana de recuperación? ―Sus ojos oscuros me evaluaron.

― Nada. ―Solté resignadamente. ―Jamás aprenderé a hacer algo.

― No digas eso, Jimin... ―él me dio un apretón en el hombro. ―Tal vez, estando allá afuera puedas hacer las cosas. Tal vez los nervios no te dejan hacerlo.

― Tal vez. ―respondí.

― Yo... vine aquí a hablarte porque los grandes quieren que...

― Quieren que salga al campo de batalla. ¿No? ―Él me miró apenado.

― Escucha, por más que quisiera no puedo dejarte acá adentro para siempre. Es para lo que nos mandaron. Cada uno sacrificamos nuestra vida. Y no se debe hacer ninguna excepción.

― Supongo que tienes razón. Mañana mismo en la mañana saldré al campo. ―Wook me miró curioso.

― Sólo aplica todo lo que has aprendido. Y estarás bien.

*

Tomé asiento en uno de los troncos al lado de Hansun. Mientras ambos disfrutábamos de un platillo que Wook había cocinado.

―Hey, arnesito. ―Levanté la vista y me encontré con Jaehee. "Arnesito" era el apodo que me tenía. ―Escuché que mañana sales al campo.

― ¿Eso es verdad? ―Preguntó Hansun sorprendido.

― Sí, yo ya no puedo estar más aquí. ―Dije sin darle importancia.

― Mientes. ―Protestó Jaehee riendo. ―Los grandes ya no te quieren aquí.

― Bueno. Sí, eso es cierto. ―Admití tratando de que la hostilidad de Jaehee hacia mí no me afectara.

― Yo apuesto todos mis cuchillos a que no duras dos días allá afuera. ―Lo miré congelado.

― ¡Jaehee! ―Gritaron Wook y Jaehee.

― ¿Qué? No es como si el chico fuera útil en algo. ―Dijo con una risa fría. ―Apuesto a que él será como el caso de Min Yoongi.

― ¿Quién? ―Pregunté.

― Un idiota que no duró más de una semana aquí. ―Contestó el rubio.

― Eso es mentira, Jaehee. ―Reprochó Hansun.

― Oh, Hansun, no me digas que te crees la historia de que él sigue vivo. ―Yo miré a Wook confundido. Tratando de encontrar una respuesta a mis dudas.

― Min Yoongi fue enviado a la tierra hace aproximadamente seis años. ―El chico comenzó a hablar y yo alcé las cejas. ―El chico desde sus inicios en el fuerte fue el mejor de la clase. Siempre fue bueno en cazar animales y luchar cuerpo a cuerpo. Pero él no quería ser enviado a la Tierra. Cuando llegó aquí después de varios días se enteró de la aldea. Fue enterado y advertido de que si no se integraba aquí podría morir más rápido. Un humano por sí solo allá afuera no dura más de seis meses vivo. Pero gracias a la Aldea podemos prolongar nuestras vidas a 2 años, debido a la comida y el simple hecho de pasar la noche aquí., a salvo. El humano que más ha durado aquí creo que duró 3 años. El punto es que... el chico decidió andar por si sólo allá. Y algunos creen que debido a sus habilidades él sigue vivo.

― Cosa que es imposible. ―Replicó Jaehee. ―Apuesto lo que sea a que él murió de inmediato. Y apuesto lo mismo a que tú morirás allá. ―El giró y se fue. Mis oídos zumbaban.

― No le hagas caso él es... algo antisocial. ―Wook me sonrió y yo le devolví el gesto.

Después de la cena nos fuimos a dormir. Tenían una cueva especial en la que todos dormíamos en camas viejas.

Intenté conciliar el sueño. Pero me resultó imposible. Soñé con un monstruo de ojos azules como el cielo. El cual me arrancaba la piel, no solo de los brazos, de todo el cuerpo.

El sonido de algo parecido a un cuervo se infiltró en mis pesadillas y yo más que complacido lo dejé entrar. El sueño que tuve era aterrador. Y por más que intentaba recordarlo, no podía. Sólo sabía que era malo. De esos sueños que te hacen gritar a las 4 de la madrugada. Necesité la poca energía que tenía para levantarme y mirar a mi alrededor.

Genial. Todos se habían levantado y yo era el único aquí. Caminé directo a la cueva donde tomábamos los alimentos y me encontré con todos desayunando.

Me acerqué a la mesa donde Wook y Hansun estaban y me senté a sus lados.

― Hola, Jimin. ―Dijo cortésmente Hansun.

― Hola Hansun. Hola Wook. ―Dije con una sonrisa

― ¿Estás listo para hoy? ― Preguntó algo positivo.

― Sí. ― Me dije a mi mismo que era mejor no ser negativo. Tal vez lograría sobrevivir hoy.

― Sólo sal ahí y patea traseros. ―Dijo guiñándome un ojo.

―Bien supongo que... eso haré. ―Contesté algo nervioso.

. ⇢ marked ˎˊ˗ ꒰ ymDonde viven las historias. Descúbrelo ahora