Habilidades

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El sonido del metal y el vidrio cuando entré a la cafetería me resultó menos estresante que otros días. Hoy estaba más flexible, más callado, más reflexivo.

―Miren quien está aquí, Dulce Jimin. ―Sonreí al comentario de Daehyun y me senté a su lado.

―Wow. Ojeras a la vista, ¿Qué pasa Jimin? ―Preguntó YoungMi quien se sentaba a lado mío.

―No dormí bien anoche. ―Me limité a contestar.

―Eso se nota, querido ―Dijo mi amiga. ― ¿Por qué?

―Tengo muchas cosas en la cabeza. ― Dije sin mirarlos, mientras picoteaba mi estofado.

―Alguien no está comunicativo hoy. ― Canturreó YoungMi a la falta de mis palabras.

―Sólo comamos, por favor. ― Pidió Taehyung tratando de cambiar el tema.

*

―Si vas a mantenerlo en secreto, al menos deberías disimular, Jimin. ―Me dijo mi mejor amigo mientras caminábamos por un pasillo largo, en rumbo al entrenamiento.

―Vaya... Discúlpame. Es sólo que mañana me voy al planeta en el cual moriré en menos de seis meses. Pero supongo que no debería hacer tanto escándalo por eso, ¿no? ― Taehyung me miró arrepentido.

―Lo siento, Jimin. No quise...

―Déjalo. ― Musité levantando una mano. ―Sólo entrenemos.

Ambos nos detuvimos en las puertas de cristal del salón de entrenamiento.

―"Voz de mando" ― el aparato de entrada cobró a la vida.

―Park Jimin.

―Kim Taehyung.

Las puertas se abrieron y ambos caminamos dentro. El suelo era gris, como el polvo. Rodeado de ventanales de cristal inquebrantable. Hoy había menos de 20 alumnos entrenando.
En el fondo a la derecha había chicos y chicas practicando puntería con armas de fuego y armas sencillas. En el fondo a la derecha la clase de supervivencia daba su curso. El resto del salón era usado a manera libre.

―Vuelvo. ―Taehyung pasó por delante de mí corriendo mientras guiñaba un ojo. Lo vi llegar a la sección de puntería mientras sacaba un arma de fuego de su espalda. Tenía la forma de un revólver como los que se usaban hace siglos. Pero en lugar de expulsar balas, expulsaba bolas de fuego a larga distancia. Esa arma era la que mejor usaba Taehyung.

Cada uno teníamos nuestros talentos. Daehyun era el mejor en pelea de espada. Taehyung en el revólver y las armas de fuego. YoungMi era experta en trepar y escalar. Y yo...

― ¡Park! ¡Doble mortal esquivando los colmillos! ― Gimnasia.

― Hola, Paul. Es bueno verte igual. ― Dije rodando los ojos, mientras caminaba con los brazos cruzados hacia el entrenador.

―Nada de formalismos. Sabes que es tu último día. Hoy te voy a hacer explotar. Literal.

―Te lo agradecería. ―Me situé a su lado.

―Corres, al metro y medio los colmillos del Firaki comenzarán a lanzarse hacia ti. Como sabes no son reales por los cuales no podrás dañarte, pero si alguno te llega a rozar... Te quedas sin alguna herramienta en el campo de batalla real.

― ¿Qué? ¿Hablas enserio? ― El Firaki era un animal mutado del planeta Tierra. El cual lanza sus seis colmillos a su víctima, estos son letales a la piel humana.

― Mucho. A mi cuenta. ― Me preparé y fijé la vista en la carrera. ― ¡Ya!

Mis piernas reaccionaron al instante corriendo como si mi vida dependiera de ello. Calculé la distancia y al metro y medio giré la cabeza a la izquierda visualizando el primer colmillo. Una redondilla hizo que mi cuerpo pasara por encima del colmillo. Mi cuerpo hizo una backflip, evitando el segundo colmillo que pasó debajo de mi espalda. Rodé por el piso evitando el tercero que pasó encima de mí. Realicé otra backflip, esquivando el cuarto. Mi cuerpo hizo una doble mortal cayendo en el mismo lugar, evitando el quinto y el sexto.
Solté el aire que había guardado y giré para ver al entrenador.

―Hiciste una doble mortal y dos backflips. ―Dijo atónito. ―Jamás habías hecho algo así. No creía que fueras capaz.

―Es mi último día. ―Dije alzando los hombros. Él se aproximó a mí y me colocó su mano en el hombro.

―Eres el mejor gimnasta que tuve y me pesará mucho no enseñarte más. ―Desvié la mirada.

―Sigamos por favor.

Toda la tarde me la pasé saltando de árboles y aterrizando en una mortal. Estirándome. Haciendo piruetas y todas esas cosas en las que soy bueno.
Intenté dar una última oportunidad a mi habilidad de hacer fogatas, disparar y luchar cuerpo a cuerpo. Pero era inútil.

En todo eso era inútil.

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