En la vida nada pasa por casualidad y de eso todos en el Moby Dick se darán cuenta cuando vean lo mucho que Ace y (T/N) se... ¿Odian?
Quizá el destino es tan caprichoso que es capaz de preparar el terreno para el encuentro de dos personas sin saber...
Los dos se fueron sigilosamente por el pasillo hasta llegar a la enfermería. Allí, (T/N) probó todas las llaves buscando cual era y cuando la encontró entró.
-Tú vigila que no venga nadie. -le dijo a Ace en un susurro.
Él asintió y se apoyó con la espalda en la pared, apoyó también su pie tomando una pose desenfadada típica de él. (T/N) rebuscó en los cajones intentando no desordenar todo demasiado hasta que dio con una larga ristra de condones. (T/N) se sorprendió de que pudiesen vender tantísimos a la vez hasta que recordó que en tan solo un día había estado a punto de hacerlo con Ace ya varias veces en ocasiones distintas. Suspiró sonrojandose muy levemente y se llevó unos diez más o menos. Cuando salió se escucharon pasos por el pasillo haciendo que ambos se alarmasen, Ace empujó dentro de nuevo a (T/N) y cerró la puerta tras arrancarle las llaves y los condones de las manos. Hizo amagos de que cerraba la puerta con llave y vio aparecer a Teach por el pasillo.
-¿Ace? -preguntó él extrañado notándose en su voz que iba algo perjudicado por el alcohol. -¿Qué haces en la enfermería? ¿Estás bien?
-Sí, sí, si no es eso, es que me la he encontrado abierta, estaban las llaves dentro y estaba cerrando la puerta. -rió él algo nervioso.
Teach miró la puerta y después a las manos de Ace donde aún tenía los condones, se le había olvidado guardarlos.
-¿Y eso? ¿Vas a salir a alguna isla otra vez? -rió Teach señalandolos.
-¿Esto? -levantó la mano en la que tenía la ristra de condones y rió siguiéndole el rollo. -Como me conoces, cabrón. Estaba por pedirle al viejo que me dejase irme de expedición otra vez, no aguanto mucho en sequía. -ambos hombres rieron al unísono.
-Ya podrías mandarnos a toda la división, coño, piensa en tus subordinados. -se quejó Teach mientras reía aún.
-Ventajas de ser comandante, que si alguien tiene que follar seré yo. -soltó sin anestesia Ace haciendo que Teach estallase de nuevo en carcajadas.
-Maldito capullo mujeriego. -dijo Teach mientras se marchaba pasillo arriba hacia su camarote entre carcajadas aún.
Ace suspiró cuando le perdió de vista y abrió la puerta dejando salir a (T/N) quien le miró con cara de muy pocos amigos.
-¿Qué coño ha sido toda esa conversación? -preguntó seca.
-¿Qué? ¿Estabas poniendo la oreja? -preguntó él algo molesto.
-Hombre, a ver, si os ponéis a gritar mierdas de follar y de que eres un mujeriego en medio del pasillo y delante de la puerta de dónde me has encerrado, ¿qué esperas, genio? -(T/N) empezó a sacar de nuevo su carácter sin cortarse.
-Joder, le estaba siguiendo el rollo.
-¿No eres un mujeriego? ¿Y eso de irte de expedición para follar qué? -insistió ella claramente celosa por lo que había escuchado.
-Por favor, ¿me vas a montar una escenita de novia por un polvo que hemos echado? -se quejó él.
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