En la vida nada pasa por casualidad y de eso todos en el Moby Dick se darán cuenta cuando vean lo mucho que Ace y (T/N) se... ¿Odian?
Quizá el destino es tan caprichoso que es capaz de preparar el terreno para el encuentro de dos personas sin saber...
A la mañana siguiente, ambos se encontraban plácidamente dormidos, abrazados con fuerza aún como se acostaron la noche anterior. (T/N) se movió entre los brazos de Ace, girandose hacia él y abrazándose a su cuerpo, quedando con la cara pegada a su pecho, él en cambio dormía como un tronco. Ella aún medio dormida, comenzó a besar el pecho de Ace haciendo que su piel se erizase al contacto con sus labios y él suspiró. Ella sonrió ante aquello y le abrazó aun con más fuerza volviendo casi a dormirse de nuevo. Cuando estaba a punto de hacerlo, alguien llamó a la puerta y ella se sobresaltó porque últimamente quien llamaba al camarote abría seguido así que en un acto reflejo se convirtió en gato para poder escapar de entre los brazos de Ace, tumbarse en su cama y volver a su forma humana pocos segundos antes de que Thatch asomase la cabeza por la puerta.
-¿Estáis despiertos? -preguntó él susurrando.
Ella fingió desperezarse y le observó incorporándose en la cama.
-Qué manía os ha dado a todos por entrar aquí últimamente. -se quejó ella.
-De eso quería hablaros precisamente. -dijo Thatch. -Aunque mejor cuando ese reviva. -señaló a Ace quien aún dormía como un tronco.
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(T/N) no supo muy bien a qué se refería Thatch pero asintió igualmente y él cerró la puerta. Ella se levantó de la cama y se volvió a acercar a Ace. Le acarició el pelo y después la espalda y él volvió a suspirar. (T/N) divisó su mano vendada algo apenada por lo sucedido la noche anterior y tras desviar la mirada decidió despertarle.
-Ace, vamos, despierta. -le zarandeó ella.
Él se removió colocándose boca arriba y ella no pudo evitar dirigir sus ojos hacia la erección mañanera de él. En su mente pasaron rápidamente miles de ideas perversas que llevar a cabo pero prefirió ir suave y se subió sobre él, sentándose sobre su entrepierna directamente. Le acarició el pecho inclinada sobre él para no golpearse con la litera de arriba y pensó en que tenían que cambiar esas camas por alguna más grande o al menos una en la que no se fuesen a abrir la cabeza si se levantaban sin pensar. El pelo de (T/N) caía sobre el pecho de Ace y entre eso y las caricias él comenzó a abrir los ojos sorprendiendose al verla subida sobre él.
-Buenos días. -sonrió ella.
-Si siempre son así me voy a ir a dormir con ganas de levantarme. -rió él.
Aún tenía la voz ronca de recién despertado, tras estirarse un poco llevó sus manos a las piernas flexionadas de ella, acariciandolas por la parte de fuera mientras subía hacia sus caderas, Ace sonrió y después la miró.
-¿Alguna vez has montado a caballo? -preguntó él de golpe.
Ella alzó una ceja extrañada por la pregunta y rió levemente.
-No, ¿por qué?
-Porque esto requiere los mismos movimientos.
Ace alzó un poco su cadera colocándose cómodamente en la cama y haciendo que ella se tambalease un poco sobre él, le miró sonrojada porque ella sola se había metido en aquello y ahora no sabía qué hacer.
