Seungmin escuchó el sonido irritante de la alarma de su teléfono, había dormido tan solo 4 horas, y deseaba poder dormir más, pero era necesario ir a clase si no quería que sus padres se enojaran con él.Soltó un bufido, apagó la alarma y se sentó en la cama estirándose; se dió cuenta de que su cuello dolía, probablemente durmió en una mala posición anoche. Eso no le importó mucho, se colocó sus zapatillas de casa, se levantó de la cama para agarrar el uniforme de la secundaria y encaminarse hacia el baño.
Al llegar a éste hizo su rutina de ducha, y luego de salir de ésta pasó jabón en su cara y la lavó; luego de eso se colocó algo de protector solar facial. Su rutina de skincare era básica, pero de todos modos no tenía ganas de tardar en el baño, así que salió de este, se colocó los zapatos negros de su uniforme, colocó su mochila en ambos hombros, agarró una de sus camperas color rojo y bajó al comedor.
Allí estaban sus padres poniendo la mesa, saludó a ambos y se sentó a esperar el desayuno. Tomó su teléfono, y reía al leer el grupo que tenía con sus amigos, ellos eran lo que no se esperó encontrar allí, pensaba que todos le iban a hacer burlas por sus frenos o su rostro, pero todos resultaron ser buenas personas, incluso los chicos mayores que él. El desayuno llegó a la mesa, y con compañía de sus padres desayunó en silencio, y no era uno incómodo, sino uno que en el aire se sentía compañía, afecto y cariño. Sus padres eran muy buenos con él, y él sabía que se preocupaban por su salud mental desde aquel incidente con sus bullys.
- Hijo -miró a su padre mientras tomaba de su taza de café.- ¿Va todo bien en clase? ¿Tus compañeros son buenos contigo?
Seungmin sonrió, y asintió con la cabeza, no le gustaba hablar con la boca llena, sabía que era de mala educación, así que masticó rápidamente y respondió a su padre.
- Si papá, todos son muy buenos, incluso los chicos mayores, hasta el director lo son. -tomó la mano de su madre, y luego la de su padre.- Tengo suerte de tenerlos a ustedes, no se que hubiera pasado si fueran otro tipo de padres y me hubieran dejado en aquel... infierno.- tragó saliva, recordar aquellos momentos de burlas, llantos, ganas de llorar, humillaciones y demás por parte de aquellos monstruos le hacían querer llorar.
- Siempre estaremos para ti, hijo.- habló su madre, se levantó de su silla y dió un tierno y cálido beso en la frente de su hijo, el cual sonrió con ternura.
Luego del desayuno, su madre se ofreció a llevarlo a la secundaria. Su padre estaba enfermo, así que mientras mejoraba, trabajaba desde casa; Seungmin agradecía eso, ahora tenía a alguien con quien hablar luego de las clases.
. . .
Llegaron al lugar, dió un tierno beso en la mejilla de su madre, la abrazó y bajó del coche. Sintió el viento en su cara y sonrió, arregló su cabello y divisó a sus amigos en el mismo lugar de siempre; la esquina del muro de ladrillos. Se encaminó hacia ellos, y en su caminata saludaba tanto a chicos y chicas de su edad y misma clase como a los hyungs. Llegó donde sus amigos y comenzó a saludarlos. Luego de un rato terminó de saludar a todos, y la charla animada no se hizo esperar. Hablaban de todo un poco, aunque Félix y él hablaban más de aquella noche del Viernes donde se quedaron dos días jugando videojuegos sin pasar a otro. Su charla iba bien hasta que Jeongin habló.
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𝗥𝗘𝗔𝗗𝗘𝗥 𝗕𝗢𝗬 ━ 𝗖𝗵𝗮𝗻𝗺𝗶𝗻
FanfictionBangchan, el chico popular de la secundaria, esconde un secreto que nadie sabe. Él va a la biblioteca todos los días, incluso después de clase, es su lugar de paz y de olvidarse del mundo. Todo estaba bien para él, nadie sabía de su secreto hasta q...