09. Despedida

694 87 119
                                    

______ Allen

Cuando me doy cuenta es de madrugada. Me han despertado los toquidos llamando a la habitación.

— Allen, ¿puedo entrar?

Era él detrás de la puerta. De pronto recuerdo lo qué pasó anoche, que estaba tan adormilada y casi lo beso. Mierda, mierda. Siento un tirón en el estómago, mis nervios se aceleran.

— No— Sacudí la cabeza— Perdón. Sí, si puedes.

Me senté en la cama, alise mi ropa para no lucir igual que una pordiosera. Luego el abrió.

— Solo guardare unas camisas en la mochila, no me tardaré mucho.

Asentí, apretando los labios. Me sentía avergonzada si lo tenía de nuevo cerca.

Aidan avanza hasta aquel armario, descuelga unas camisas y al tiempo que las guarda dentro de la mochila, sus ojos siguen fijos en mí.

¿Hasta cuando va a durar? Empiezo a contar los segundos en mi cabeza. Me gustaría saber que ve cada vez que me mira así.

— Llegamos tarde— Rompe el silencio mientras se acomoda la mochila a sus espaldas— Te esperamos abajo.

Quiero. Deseo. Necesito que siga viéndome antes de salirse, pero no lo hace. Se retira.

🌙

Aidan Gallagher

Podría haber escogido otro lugar. Otra ciudad en la que no sintiese cómo me arrebatan el corazón.

Pero estoy aquí. En una estación de tren a punto de despedirme.

Me quedé sentado sobre una silla de hierro al aire libre con Cameron a un lado y Dante del otro. Esperando el llamado. Ellos están en el móvil, en sus mundos mientras yo veo al mío acercándose a mi, está con Edén. Habían ido por algo caliente de beber.

Cuando se pone en frente no puedo evitar dejar de mirarla. Como lo hacía anoche. Sabía Allen se iba a convertir en mi jodida debilidad después de acercarse como lo hizo. No era algo que quería sentir.

— ¿Pasa algo?— Pregunta ella. Se me atoraron las palabras en la garganta.

— Yo... yo no puedo mirarte sin sonreír.

Escuchamos el tren sonar.

— Hora de volver a casa— Cameron se puso de pie.

Me levanté de la silla, recogí mi mochila del suelo mojado. Y me dirigí al tren.

— Ha sido divertido— Sentí que me tomo por el brazo, detuve el paso antes de seguir.

— No lo digas de esa manera— Ladee la cabeza mirando su rostro.

— Lo ha sido.

— Vale— Allen arrastró su mano y al llegar a mis dedos sentí que dejó algo entre ellos. Una pequeña nota blanca.

— Es, es mi contacto.

Me sentí tenso. En blanco. No supe que responder.

— Joder, Allen...

Quise hacerme a la idea de qué no es la única chica. No es la más bonita, ni la más ocurrente, ni la más... yo que sé. No es nada. Tampoco tuvimos una fuerte conexión y eso daba igual porque... Al carajo todo. Quería besarla. Iba a besarla.

— Venga Aidan, sube ya y ve colocándote dentro del vagón— Pide Cameron.

— Ojalá no lo hicieras.

Tragué en seco— Ojalá, pero tengo que irme.

— De acuerdo, ve Aidan.

Otra vez tuve ganas de enredar mis labios en los suyos, pero solo me quede mirándola. Decidí inclinarme hacia delante para dejarle un beso en la frente.

— Cuídate— Le susurré al oído.

Dante se situó a su lado tomándola por el hombro, alejándola poco a poco de mi.

— Te quiero— susurró.

Y me di la vuelta. No volví a verla. Desde ahí siempre me pregunté que hubiera pasado si no la habría dejado, si no me hubiera despedido.

Al subir seguí a Cameron, él se sentó junto a Edén. Y yo por detrás de ellos, me quede oyéndoles decir que se aman. Y supe que están juntos pese a sus problemas.

El caso es que yo ni siquiera puedo resolver uno, que es terrible. Y que me impide quedarme.

🪴
Demasiadas tareas, shalalah. El día de mi cumpleaños estuvo lleno de ellas y por la noche supe que no podría actualizar, me mato.

Espero que lo hayan disfrutado!
Las/los amo💗
Comenzaré a escribir el siguiente:)

YOU, volver a brillar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora