23. Nunca fuimos

460 52 98
                                    

_____ Allen.

Podría estar en mi casa justo ahora.
Pero no me apetece, desde que llegué solo sentía que quería volver a escaparme y en las noches daba paseos que me dejaban aquí.
En la cabaña donde se quedó Aidan.

Pero esta vez no quise acercarme, ya no podía soportarlo. Lo único que me ata a venir es lo que todavía siento por él.

Sé que pude haber alargado la noche que pasamos juntos, pero ahora, ahora ver que se estaba perdiendo mi brillo era una de las cosas más tristes que había sentido.

Me salió un quejido repentino, mi corazón se ponía pesado. Me estaba torturando en cada salida y, antes de marcharme, decidí que esta sería la última vez que buscaría sentirme cerca de él.

🌙

Otra vez vibró el móvil. Lo saqué, Aidan no me paraba de escribir y yo no pensaba contestar.

Aidan:
Cuando no te encontré en esa casa, supe que ya no iba a poder recuperarte y me odie por ser un maldito cobarde.
Por decir que no significaba nada para mi, cuando yo.. créeme que no fue así.

30/07/22

Aidan:
Debí decirlo, que te quería. Joder.
Hiciste bien en marcharte. No me merecía a una chica tan perfecta como tú y tú no te merecías a alguien tan imbécil como yo.

11/08/22

Aidan:
Apenas hemos encontrado nada de mi madre.

17/08/22

Aidan:
No imagine que fueras a dolerme tanto.

21/08/22

Aidan:
Ella no aparece pero estamos confiando que lo hará. Por si te lo preguntas, sigo trabajando en el álbum.
¿Has escogido universidad?

23/08/22

Aidan:
Nos faltó más por vivir, Allen.

25/08/22

Aidan:
Fui un imbecil, lo siento.

01/09/22

Aidan:
Si, fui egoísta, me comporté pensando nada más en mi. En que me han dado la espalda ¿vale? Eso me hace un puto retorcido y la cague. Porque te perdí Allen, a ti, he sentido por ti más de lo que debería. Y no puedo, te juro que he tratado dejar de pensarte pero.. no puedo.

10/09/22

🌙

Desayuné el cereal en cama.
Mamá me lo había traído, sonreí con malicia porque no podía ser más consentida. Ella no tardo en regresar luego de quince minutos.

—Hija, un chico abajo pregunta por ti.

Por poco escupo todo de mi boca. ¿Aidan está aquí? No podía pensar, se me aceleró el corazón.

—¿Donde está?— Ella parpadeó sorprendida por mi reacción.

—En el salón.

Me quite la manta y corrí rápidamente por las escaleras, con la curiosidad de verlo. Eran casi dos meses desde que me fui y nos puse una barda.

El castaño estaba mirando por una ventana, al momento que giró su cara y me vió, apareció una sonrisa.

—¡Buen día!

—¡Dante!— me reí por puro nervio. No se porque pensé que encontraría alguien más esperándome. Si esa persona me negó.

YOU, volver a brillar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora